6. Simón Blanco (Jesús Alfonso Redondo Lavín)
Las Peñas Rocías con sus casi mil cuatrocientos metros de altura forman un farallón de piedra caliza, esculpido por el río Asón y siglos de viento y agua, que mira a Santander por su occidente y acuna el valle de Soba en su caída oriental. El sol del atardecer expulsa en blanco la luz de sus rayos dándonos a los de la bahía un efecto de falsa proximidad y marca el reloj del día cuando deja de alumbrar el último vértice del pico del Mortillano.
Pero esa sensación de cercanía se incrementa considerablemente en invierno y más con la luz que acompaña a la primavera cuando las nieves tardías las encalan. Llegar a ellas supone cruzar la alargada cuenca meracha.
Este era el marco que decoró el nacimiento de un niño abandonado el 10 de Febrero de 1803 en la puerta de la ermita de la Virgen Blanca de Rubalcaba que baña el río Miera. El cura Beneficiado de la parroquia de Liérganes, Don Francisco José de la Gándara, calificador del Santo Oficio de la Inquisición, lo bautizó “sub coditione” y los inesperados padrinos, Simón de Sotorrío, que le dio nombre, y Teresa Abellán le pusieron como único apellido, Blanco.
Agradable desde el comienzo, de cómoda lectura, relajado como un paisaje con luces de amanecer y puestas de sol, colorida, positiva y con final feliz. ¡Un regalo!
De nuevo te agradezco tu interés en mis escritos. Te tengo que llevar a Soba y lleva memoria suficiente para hacer fotos.
Una narración impecable de lugares y hechos, con forma de crónica documentada y viajera, en la que la naturaleza juega un papel importante. Un conjunto que sirve como escenario y para enmarcar las circunstancias especiales que habrán de configurar la llegada al mundo de una nueva criatura, con el apellido más apropiado.
Un abrazo y suerte, Jesús
De nuevo te agradezco tu interés en mis escritos.
La brillante primera parte me ha transportado al comienzo de «El Jarama». El suceso narrado después, con un buen efecto final, juraría que fue tan cierto como que existió un Simón Blanco. Me ha gustado mucho. Enhorabuena, Jesús.
Simón Escolástico Blanco. Solo he encontrado su nacimiento. El resto de su vida es incógnita. Sigo buscando.
Gracias por leerlo y más por comentarlo.
Bravo Jesus. Muy bien la narración del paisaje que por suerte conozco y con un final que no nos has dejado en blanco. Fuerte abrazo.
Gracias por tu comentario.Verdad que ese paisaje es una maravilla.