65. Súbita (Nuria Rodríguez)
El sol se ha escondido y en la penumbra de la habitación, le acuna. Su cabecita inerte, todavía huele a leche, la misma leche que pugna por salir de sus inflamados y doloridos pechos.
Tiene la mirada perdida y los ojos vidriosos rotos por el dolor.
Fuera de la estancia, los servicios de emergencia esperan junto a su marido.
Sabe que no soportará pasar una vez más por el mismo infierno y se aferra desesperada al cuerpecito, ya frío, de su bebé.
Esta vez será diferente y él se quedará para siempre junto a ella, piensa, mientras que con un hilo de voz apenas audible, comienza a cantarle una canción de cuna que suena demencial.
De todas las pérdidas la peor es la de un hijo. Tu relato es conmovedor y bello. Saludos.
Gracias M paz por pasarte a leer y comentar, no puedo ni imaginar una pérdida así. Un abrazo.
Una mujer pierde a su bebé, tampoco es la primera vez. Sabe lo que es el sufrimiento repentino, aunque ha de resultar imposible acostumbrse a algo así, tan doloroso como inexplicable. La muerte es un misterio, más si el tributo o la pieza cobrada resulta ser una criatura inocente, que apenas sabe lo que es la vida, a lo que se une que suceda de forma súbita. Es lógico que, en su desesperación, incredulidad e impotencia, tu protagonista se aferre al cuerpecito, lo único que le queda.
Un relato intenso, dramático y muy bien contado. Un abrazo grande y suerte, Nuria.
Mil gracias Ángel. Me encanta leer siempre tus amables palabras. Un abrazo compañero.
Uf, mientras lo leía no quería ver lo que había ocurrido. Hasta que he llegado al «ya frío» y he podido sentir el dolor de esa madre que vuelve a padecer la pérdida más terrible. Un dolor tan grande que puede hacerle perder la cabeza.
Y cuando he vuelto al principio, y he leído el título (ya lo había olvidado, a menudo no les prestamos la atención que merecen), he encontrado el dato que faltaba y daba cohesión a toda la historia.
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalïa, cuanto me alegro de que hayas conectado todo con el titulo, era mi intención. Un abrazo enorme.
Como dicen los compas un micro intenso, dramático, duro… pero sobre todo bien narrado y en tan pocas palabras. Saludos, Antonio
Mil gracias Antonio por tus amables palabras. Saludos.