36 Terremotos (Sara Nieto)
Temblamos de excitación con sólo sentirnos cerca aquel día. Tú esperabas en el zaguán a que mi madre te diera agua para los braceros. El calor era insoportable. Sabías que yo estaba en la cocina, alerta, sudorosa, apenas tapada con un vestido fino mi curiosidad. Todo pasó muy rápido. Los perros ladraron frenéticos, las vacas corrieron espantadas en el cercado. Mi madre salió a ver. Y apenas tuvimos tiempo de darnos cuenta de que el temblor ya no era solo nuestro, sino que el suelo también se movía al ritmo de nuestras caderas.
La tierra que pisamos puede temblar de forma natural, como también es natural que quienes la pisan, a veces, hagan que todo tiemble. Esta pareja vivía su movimiento de tierra particular y único; el otro, el que afectó a todos, no podía afectarles demasiado. Hay terremotos y terremotos y, como en todo, prioridades.
Un relato que apenas necesita palabras para describir de forma eficaz un lugar, unos personajes y una situación intensa y contundente.
Un abrazo y suerte, Sara
¡ES-PEC-TA-CU-LAR!
Enhorabuena, Sara.
Mmmmmmuy fino, Sara. Bravo.
Suerte con él.
Besosss
Llegó el temblor en todos los aspectos. ¿Ayudaría?
Muy curioso tu micro, y original.
Feliz noche, Sara.
Me encanta, Sara, es un micro estupendo! Mucha suerte con él.
Un abrazo.