67. This Is The End
Salgo del funeral de un viejo amigo fallecido en accidente de tráfico. De camino a casa, busco su lista de reproducción para rendirle un humilde homenaje.
No puede empezar mejor: Space Oddity de Bowie. Suenan los primeros acordes de guitarra y el coche vuela como una nave espacial. Pienso que me han suministrado alguna droga de las que abusaba mi compadre. Me restriego los ojos: estoy en la estratosfera sobre el planeta azul. Disfruto del viaje sideral hasta que comienza el riff de Sweet Child O´Mine y regreso de nuevo a la carretera, justo cuando una rubia de ojos marrones aparece en el asiento de al lado. La cosa promete. Salta a Hurt de Johnny Cash y empiezo a sangrar. Intento cambiar sin éxito. Me presiono las heridas y me tranquilizo porque ya falta poco para llegar. Entonces se oye Where The Streets Have No Name y el GPS se pierde. El vehículo toma el control y sale por una salida hacia la costa. Arranca Don´t Stop Me Now y noto que los frenos no funcionan. Compadezco al difunto y la rubia me acaricia. Cerca del acantilado, descubro que sólo quedan dos canciones: Stairway To Heaven y Highway To Hell.
Me parece genial la forma en que construyes el micro con una banda sonora de grandes clásicos. Al mismo tiempo que lo lees vas escuchando la música.
Me ha gustado mucho.
Suerte!
Muchas gracias, Rosalía.
Qué sería de la vida sin música.
Un fuerte abrazo
Qué bueno!!
Mil gracias, Marta!!!
Un fuerte abrazo
Si el final es verse acompañado por grandes canciones pop de la historia de la música es menos temible de lo que solemos pensar. Ya que ese camino inevitable, que sea con estilo. Entre las dos canciones del final está claro que ha de ser la última. Seguro que va al Cielo derecho, se lo merece, porque todo comenzó con un homenaje a un amigo.
Suerte con este relato con conflicto y a la vez armonioso.
Un abrazo y suerte, Francisco Javier
Muchas gracias Ángel
por tus comentarios, siempre enriquecedores.
Un fuerte abrazo
«La vida sería plana sin música. Habla al corazón de una manera especial como ninguna otra cosa» Beethoven
Muchas gracias Isabel.
Me ha encantado la cita.
Un fuerte abrazo
Muy original tu relato Francisco Javier.
Me encanta el final.
Suerte.
Mil gracias Fernando. Nos quedamos con la incógnita de qué canción sonará.
Un fuerte abrazo
Sonará la primera o la segunda, nos queda la incógnita. O quizás, a lo lejos, se escuchan los primeros compases de Don’t stop the music de Rihanna, muy en las Antípodas de la lista de reproducción de esos colegas, y el coche da un giro en busca de un camino nuevo…
¡Fantástico, Javier!
Abrazo
Muchísimas gracias, Aurora. Tus comentarios siempre ayudan a seguir pensando y mejorando.
Un fuerte abrazo
Qué pedazo de micro, Javi. Qué regusto musical deja en el paladar al terminar de leerlo. Felicidades por este juego sutil y este viaje al mejor infierno, compañero. Abrazos largos.
Mil gracias, Raúl. Un fuerte abrazo