Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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09. Tres veces por semana (Jesús M. Valls)

Tenía tan solo dos meses de vida, pero recuerdo una sala llena de batas blancas y olor a desinfectante. Voces que recitaban mis síntomas y un futuro bastante negro, mientras yo pasaba de unos brazos a otros hasta que cierto día resbalé de unas manos accidentalmente y caí de bruces al suelo. Todos pensaron lo peor. Mi madre se acercaba cada día al hospital para probarme el último gorrito que había tejido a ganchillo para el día del entierro, pero como no me decidía a morirme, la pobre se pasó los años tejiendo infinidad de gorros. La verdad es que mi fortaleza era tal que los médicos se empeñaron en evaluar mi grado de resistencia a los traumatismos. Me arrojaban tres veces por semana desde una cierta altura y aumentaban varios centímetros en cada sesión. A pesar de todo no pudieron enviarme al otro mundo y conseguí llegar a adulto. No les guardo rencor, al fin y al cabo la gente de ciencias son así y así hay que aceptarlos, bastante tienen con no creer en milagros.

13 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Un relato que en lugar de terminar en previsible drama, inocula una sorpresa tras otra, con el mensaje de que el ser humano puede llegar a ser despiadado; frente a ello, los milagros existen. Una cosa compensa la otra.
    Un saludo y suerte, Jesús

    1. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

      Gracias, Ángel.
      Si, lo que podía acabar en un drama (seguro que si este relato no fuera ficción acabaría en una tragedia) decide no irse al otro mundo, y además, con un guiño irónico al mundo científico, al que en muchas ocasiones no lo valoramos como se merece.

  2. Rosa Gómez Gómez

    « Los experimentos con gaseosa ». Pobre niño, y encima de conciencia precoz. Suerte que no has narrado los dolores sufridos por esos « accidentes voluntarios ». Un horror de vida, y encima disculpa a los hombres de ciencia,
    Me parto!

    1. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

      Gracias, Rosa. Que personaje que además de las caídas lo utilizan como experimento. El lúcido científico que tuvo la idea debía ser un «fan» de Nietzsche : «lo que no me mata me hace mas fuerte».
      Un abrazo

  3. Rosalía Guerrero

    Vaya tela con esos hombres de ciencia sin piedad. Y esa madre tejiendo gorritos para el entierro…
    Desde luego, si hay llegado a adulto debe ser de titanio. De titanio milagroso, claro.
    Un abrazo y suerte.

    1. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

      Gracias, Rosalía.
      Creo que no poca gente llega a adulta en contra de todo pronostico porque la vida para muchas personas es una lucha constante contra circunstancias adversas. Pero bueno, es ficción y si consigo arrancar una sonrisa , aunque sea de espanto, me doy por satisfecho porque creo que la ficción está para sacarnos de nuestra zona de confort y sus lugares comunes.

  4. Ana Alacreu

    Jesús, que el accidente de un bebé lo conviertan en un malévolo experimento y que la madre espere su muerte haciendo ganchilĺo ya es suficiente para quitarse el sombrero ante un cuento de un inquietante humor negro. Un gran relato que no ceso de releer. Enhorabuena.

    1. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

      Encantado con tu valoración, Ana.
      El humor negro y el sarcasmo es lo nos transporta a una visión distinta de los acontecimiento. la literatura nos tiene que remover la conciencia, nos tiene que obligar a torcer el gesto con una sonrisa de incredulidad porque nos traslada fuera de la pura y dura realidad.

  5. antoniotoribios

    Surrealismo y humor negro a raudales. Me encanta esa madre convertida en la Penélope de los gorritos. Y esos médicos que más parecen diablos festivos o espíritus burlones. Qué gente la de ciencias… Salud y suerte.

    1. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

      Gracias Antonio.
      Encantado que te haya gustado. Si, es la Penélope que espera y espera, en este caso con gorritos para su niño que no acaba de morir.
      Muy agradecido con tu resumen tan acertado del texto.

  6. Soledad Ribó

    Genial, Jesús! Tenía ganas de encontrarme con un relato original, bien estructurado y que erize la piel. Nada de apelar a textos sentimentaloides para lágrimas fáciles. Aquí hay humor negro,extrañamiento y más sombras que luces.
    Quiero leer más relatos así!!!

  7. JESUS MIGUEL VALLS LOPEZ

    Muchas gracias,Soledad.
    Creo que no debo añadir nada a tu comentario. Me parece muy acertado. Y tienes razón, no escribo relatos «sentimentaloides» para lagrimas fáciles.
    Muy agradecido con tu comentario.

  8. Jesús Navarro Lahera

    Cuánto surrealismo, ironía y humor negro hay en este micro. Me ha gustado mucho. Pobre niño, y pobres médicos, que se empeñaban en estudiar algo tan simple en apariencia como los milagros. Muy buen micro. Mucha suerte

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