66. Tu recuerdo inapelable
Aquella fue nuestra última noche. La butaca pegada al borde de tu cama, y bajo las sábanas, las yemas de mis dedos rozando las tuyas. No quería avergonzarte hijo. Ya sé que disimulabas y hacías como si te molestaran mis muestras de cariño, tal vez exageradas a veces. Pero me quedaba muy poco tiempo junto a ti. A pesar de luchar con todas tus fuerzas, la dama de negro te había visitado varias veces, te hacía guiños, y aunque que tú querías escapar, ya estabas sentenciado. Tu respiración se pausaba, se detenía. Apenas sin aliento me llamaste para balbucear palabras que no comprendí. Me acerqué a tu oído para dejarte ir en paz con todo mi amor por compañía…Y te marchaste aquella mañana de febrero gris, aunque tibia y soleada. Fría, aunque cálida y dulce.
Y te dejamos en la orilla del mar convertido en centinela, en el guardián que custodia aquellas playas. Tierra a la tierra, polvo al polvo. Y allí estás hijo, allí vives porque aunque te fuiste te quedaste. Aunque te marchaste volviste. Aunque no pueda verte te tengo y te retengo como una melodía en mi memoria..
Hay recuerdos que son mucho más que un registro en el cerebro, que atraviesan el alma y en ella se quedan.
La crónica de una pérdida en la que, de forma paradójica, mucho permanece, contado con sensibilidad y belleza.
Un saludo y suerte, M.Paz
Muchas gracias Ángel. Los recuerdos nos permiten mantener vivos a los ausentes. Nos leemos.
Saludos cordiales.
Uf… Sabes esos relatos que te ponen un nudo en la garganta y tienes dificultades para terminar de leerlos porque algo te vela los ojos? Pues eso.
Realista y muy muy duro, y también hermoso.
Suerte y una abrazo Ma.Paz
Muchas gracias. Desgraciadamente no es ficción y por una vez me atreví con el ‘yo’ porque el tema me tocaba muy cerca. Gracias por tu lectura.
Un abrazo!
A mí, como a Ana María, también se me ha encogido el corazón. Durísimo.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Rosalía. A veces la vida te coloca en esa encrucijada. Un abrazo!
Emotivo relato y esa compañía hasta el final de la madre es realmente vibrante. Suerte MªPaz.
Muchas gracias Manuel. Saludos y suerte!
Cuando el amor prevalece no existe el olvido. Terrible historia de una pérdida. Mucha suerte, Mª Paz. Besos.
Así es Pilar. Muchas gracias por tu lectura. Un abrazo!