64. ÚLTIMA REPRESENTACIÓN (Belén Sáenz)
Estaba oscureciendo cuando llamaron a la puerta. Una mujer esperaba en el umbral. Me pareció apreciar un sutil aire de parentesco, una actitud maternal inquietante aunque era visiblemente más joven que yo. Le ofrecí café y respondió que sabía que yo tomaba siempre té, que lo prefería. Callé, intrigado, mientras ella desgranaba circunstancias de mi vida que ni siquiera yo mismo reconocía: que me fascinan las puertas giratorias, que lloro con los anuncios de turrón, que no me sé la tabla de multiplicar. Conocía al dedillo mi cartilla de vacunación. Cada palabra suya abría un abismo en mi alma y yo no podía evitar que resonara el eco. Me empecé a marear. Los rincones de la habitación se deslizaban sobre las esquinas como paneles móviles; los muebles y los objetos mudaban igual que piezas de atrezo. Pregunté a aquella mujer si era la Parca y le rogué que no me llevara. Me dijo que era la Autora de mis dramas y comedias. ―Personaje; no eres sino la criatura de una diosa menor. Discúlpame, mi inspiración se ha disipado y creo llegado el momento de que se apaguen los focos y caiga el telón para ti. Espero humildemente merecer tu aplauso.
Fíjate que yo pensaba que era su madre perdida y reencontrada… no me esperaba para nada ese final. Y además del último giro también me ha encantado la manera que tienes de contar, esos detalles tan peculiares del personaje, y sobre todo lo de que los rincones de la habitación se deslicen sobre las esquinas, es algo muy extraño pero a la vez sugiere muy bien cómo se le está volviendo el mundo del revés.
Un montón de besos y mucha suerte con el micro.
PD: Y Feliz Navidad a ti también, que sepas que lo recibí y sí que me gustó ;D
Gracias por tu visita y comentario, Ana. Muchos besos para ti también. Me alegro de que lo hayas recibido y te haya gustado ;o) Feliz Navidad
Fantástico y original relato, Belén. Sorpresa final en la que describes al personaje y a su “realidad” de un modo estremecedor. Ahí va mi humilde aplauso, Maestra, acompañado de un fuerte abrazo.
Oh, muchas gracias, admiradísimo Enrique. Un fuerte abrazo para ti también. Me alegra mucho que te haya gustado el micro.
Tu autora será, como ella misma admite, una diosa menor, pero con poder suficiente para crear vida creíble y para ponerle término. Eso si, lo escrito, escrito está. Nadie va a quitar esa realidad al personaje cuando alguien lo lea. Cada vez que eso suceda, será para él como nacer de nuevo, aunque no haya posibilidad de secuelas y precuelas.
Un abrazo y suerte con este original relato, Belén.
Qué interesante lo que dices, Ángel. Como siempre tus comentarios son una lección. Abrazos y mucha suerte para ti también.
A mí, como a Ana, también me ha gustado mucho la descripción que hace el personaje de él mismo. Me ha parecido muy entrañable.
Yo, en cambio, pensaba que era su madre que había viajado al pasado (por eso era más joven) para llevárselo al otro lado.
Porque eso de que se muevan las esquinas da mal rollo, como que todo lo bueno se acaba…
Vamos, que nos has hecho plantearnos varias hipótesis, hasta desenmascarar a la autora/madre con ese fantástico giro final.
Un abrazo y suerte.