25. Un cuento de Navidad
La tarde del 24 de diciembre la artillería se mantuvo en silencio. En la trinchera francesa, el cabo Antoine preparó su violín y, como si estuviera ante el público más selecto de París, tocó «Noche de paz» como nunca lo había hecho. Los hombres recibieron una andanada de nostalgia y pronto un maltratado trapo blanco surgió de las líneas enemigas. Cubiertos de barro, empezaron a salir como conejos temerosos de sus refugios. Llorando, se abrazaban y se daban la mano; armas y bagajes descansaban olvidados en el mismo montón. Compartieron chocolate, snaps, tabaco. Brindaron por la paz y declararon París, Londres, Viena y Berlín ciudades hermanas. Se entendían sin problema, porque sólo eran jóvenes asustados que querían irse a casa, y no hay nada mejor para entenderse que las ganas de hacerlo. Acordaron no matarse en unos días y no atacar la zona de letrinas, porque el silbido de los obuses provocaba severo estreñimiento.
En el consejo de guerra por la tregua de Navidad de 1914, nadie pudo identificar al misterioso violinista que había parado la contienda. Cuando preguntaban a los soldados la respuesta era siempre la misma, «yo soy el cabo Antoine».
Como homenaje a la música, y como forma de comentario alternativo, quiero compartir con vosotros una canción que esté relacionada con algún aspecto de vuestros relatos. Espero que te guste la que he elegido para el tuyo.
JOHN LENNON – Happy Xmas (war is over)
https://youtu.be/flA5ndOyZbI
Lo has clavado, Rafa, me encanta. Gracias
Todas las guerras deberían acabar así.
Y cómo Fuenteovejuna, todos a una.
Mucha suerte con tu relato
Muchas gracias por leerlo, Jesús. Un abrazo
Me ha conmovido esta historia que podía haber sido cierta, al fin y al cabo, la mayoría de los soldados son jóvenes asustados pero no inmunes a la música y su belleza. Muy bueno, Lucas
Paloma, gracias por leerlo y por tu comentario. Abrazo desde Cantabria
Lo he leído ya varias veces y siempre me gusta. Enhorabuena y suerte, Lucas. Un abrazo
Isabel, gracias por comentar, hace mucha ilusión. Un abrazo