22. UNA HISTORIA IRLANDESA (Paloma Casado)
W.G. practicaba un humor negro con el que no conseguía llenar los pubs en donde actuaba. Sus honorarios consistían en las “pintas” gratuitas por parte de los propietarios y en las escasas propinas del público. Unas y otras (el exceso de alcohol y la escasez de dinero) mermaron su salud. Antes de un previsible y fatal desenlace, encargó su pequeño monumento funerario a un escultor compañero de borracheras. Ambos disfrutaron imaginando la mano de bronce que emergería de la tumba y las palabras: ESTOY VIVO escritas en la lápida. El cementerio escogido fue el de Glasnevin donde descansan irlandeses ilustres. Como habían previsto, no fueron pocas las personas que corrieron despavoridas al avistar su sepultura entre la niebla. Sin embargo, gracias a las guías turísticas, curiosos de todo el mundo -bien por su pasión hacia lo gótico, bien por celebrar la broma macabra- acuden a visitarlo y depositar unas monedas para su mantenimiento.
Pero hay quien, al visitar el camposanto en alguna noche etílica, asegura haber visto al fantasma de W.G. recoger el dinero y celebrar con una reverencia el éxito de su último espectáculo.
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La de este hombre fue su última función, que lejos de ser realmente la última, se repite hasta el infinito, con una representación llena de picaresca convertida en leyenda, con solo dos palabras y una mano de bronce.
Un abrazo y suerte, Paloma
Así es, Ángel, por fin triunfó el humor negro. Muchas gracias por estar siempre ahí.
De los irlandeses puede esperarse cualquier cosa y más si hay pointas de por medio. En tre la comedia y lo trágico nos das una historia donde no parece que todo se haya acabado de momento y donde hay un resquicio a la eternidad, especialmente para los artistas como este. Divertido y entrañable Paloma, suerte.
Ya sabes que la inspiración llega de cualquier parte y yo había visto hace poco un documental de un cantante irlandés. Qué pasión por la bebida! Muchas gracias, Monty por leer y comentar
Hace poco estuve en Dublín y tu historia me ha recordado los pubs y las pintas. Estre eso y el humor negro de tu protagonista, tengo que decir que tu micro me ha encantado.
Por cierto, que he ido a Google a buscar si existe la mano de bronce en el cementerio de Glasnevin, pero no la he encontrado, y ahora necesito saber si existe de veras…
Un abrazo y suerte.
Je, je. No existe que yo sepa, ha sido una invención con la que pretendí que se hiciera justo lo que has hecho tú, pensar que era real. No es tan descabellado, verdad? Muchas gracias, Rosalía
Pues enseguida organizarán visitas nocturnas y seguro que con birra en mano para honrar a W.G., nunca es tarde para el éxito.
Muy divertido y bien armado, Paloma.
Abrazo
(Y… mil gracias, me ha encantado, lectura magnífica y punto de libro precioso)
Curiosa e imaginativa historia, querida Paloma. Planteas una historia llena de humor negro y como dice Manuel que parece conducirnos a la eternidad. Felices fiestas, preciosa y recibe un gran abrazo. Gloria