14. Verde no te quiero verde (Rosy Val)
Venían encerradas en unas mallas de plástico de un subidito color bermejo que te sugerían en el paladar sensaciones dulces y jugosas.
Otros aparecían envueltos en redes de nylon de un atrayente amarillo ambarino que te sumergían en un viaje gástrico y que comenzaba en las papilas gustativas hasta llegar al estómago.
Otras se alojaban en unas bolsas tipo rafia de un tono ocre siena. Las intuías de color pardo suave con toques dorados prontas para ser saboreadas al vapor o en tiras ahogadas en un ardiente aceite.
Una vez en casa, al tiempo que eran despojados de su disfraz y el efecto óptico se desvanecía, descubrías cuán prematuros estaban y la estafa en la que colaboraban, primero los recolectores y después los supermercados y tiendas… ¡Anda que no les faltaba a aquellas naranjas, limones y patatas, tiempo y sol para madurar!
Se sacrifica el sabor y valor nutritivo de las frutas y vegetales que nos vende el supermercado. Las cosechan antes del tiempo optimo de maduración y utilizan cantidad infinita de artimañas para hacerlas atractivas y llamar nuestra atención, para quedarse con nuestro dinero. Original propuesta Rosy, me gusta.
Saludos.
Beto, amigo, muy agradecida por tu visita. Me encanta que te haya gustado.
Un abrazo grande.
Nos saben vender todo muy bien, sabiendo como conocen que estamos acostumbrados a juzgar por la apariencia, sin dar ocasión a un prudente y necesario sosiego y análisis, en un mundo en el que prima el consumo rápido y las prisas sobre otras consideraciones.
Primero me ha entrado hambre y luego rabia ante las artimañas de la industria alimentaria que busca el beneficio rápido en detrimento de la calidad.
Un relato con denuncia, no por cercana y cotidiana, menor. Original propuesta, Rosy
Un abrazo y suerte
Ángel, esa era mi intención, denunciar lo que compramos bajo una bonita apariencia. Encantada de haberte visto, aunque muy poquito…
Un abrazo grande y gracias
Qué mala costumbre esa de envolver las frutas y las verduras en plásticos y papeles para hacerlas más atractivas. Acabaremos enterrados en toneladas de residuos.
Muy buena denuncia, Rosy. Un beso, paisana.
Paisana, qué bien me han sentado esos ratitos charlando contigo… ¡gracias! también, por este que te has dejado aquí.
Un besote grande.
Relato denuncia no exento de chispa y humor. A ver quién no se reconoce en el pellejo de tu personaje. Si a esa situación añadimos otras similares en las que el producto parece maduro incluso una vez fuera de la malla, pero tampoco es así…, pues que no hay manera de comer bien por mucho que quiera uno.
Enhorabuena, Rosy, y mucha suerte con esta ingeniosa propuesta en la que curiosamente no mencionas el color verde, pero lo vemos y saboreamos por todas partes.
Un fuerte abrazo.
Me gusta mucho que te hayas dado cuenta, mi propósito no usar el verde, pero sí que se viera en todo el relato.
Gracias por tu visita.
Un abrazo grande, maestro.
Lo de las redes de nylon me ha despistado. Pensaba en peces. Pero era todo más de campo. Nos lo ponen todo disfrazado, bien envuelto y muy brillante, pero luego ‘ya no saben como los de antes’.
Hace reir y da que pensar.
Enhorabuena Rosy
Espe, qué pasada haber disfrutado tanto de tu compañía, ¡¡¡enorme placer!!!
¡Un besote! y gracias por tus palabras.
Con una dosis de humor denuncias el engaño al que nos someten cuando compramos frutas y verduras que no han madurado em el campo y que sólo tienen presencia, pero no sabor madre. Verdes y muy verdes nos las cuelan cada día en la cesta de la compra.
Buena denuncia. Rosy. Un beso,
Carmen, por fin nos hemos visto las caras… ;-). Me ha encantado conocerte. Tenía ganas, (nos auguro una buena amistad, ja, ja, ja…).
Un beso grande y gracias por acercarte hasta mis humildes letras.
Engañar a los sentidos para, finalmente, defraudar al verdadero protagonista, el sentido del gusto. Una denuncia que se podría extrapolar al ser humano, la imagen como sinónimo de éxito. Me ha gustado mucho, Rosy. Un abrazo y suerte.
Mil gracias, Salvador, por leerme y comentarme y encima que te haya gustado… no pido más.
Otro abrazo para ti.