34. Juegos infantiles (Borja Iglesias)
Amarré al chico hasta que quedó inmovilizado. La parte más divertida de este pasatiempo siempre es el principio. Empecé cortándole los dedos de las manos, se desmayó y le eché agua en la cara. Luego le amputé los pies y perdió la esperanza en poder huir. Después le hice incisiones en el cuerpo hasta que se desangró. Tras la euforia inicial se apoderó de mí cierta sensación de vacío.
Mi padre está orgulloso, dice que soy más habilidoso que él a mi edad y que se nota mi motivación. Solo me recalca que seamos precavidos, por las sospechas de la policía sobre las desapariciones. A pesar de eso, hoy volverá a salir y me traerá otro niño para que siga aprendiendo.
Esto si que es alegrarse y disfrutar del mal ajeno, con un maestro y un discípulo en la peor de las prácticas imaginables.
Un saludo y suerte, Borja
Puro gore. Desde luego no deja indiferente. Un saludo y suerte, Borja.
Uy, que yuyu, ese padre enseñando a su hijo, una escena que debería resultar tierna y que nos deja el cuerpo del revés. La maldad habita en cualquier lado. Y las historias de niños malvados siempre producen angustia y terror.
Un abrazo y suerte.
Madre mía! Que no existan semejantes monstruos. Aunque ya sabemos que la realidad supera…..
Duro, duro, duro.