74. SIETE
El día siete las siete hermanas se reúnen a comer y, aunque siempre acaba mal, nunca se han planteado dejar de hacerlo.
La cita es en casa de Avaricia, que tiene piscina, por lo que todas asisten con la intención de disfrutar. A excepción, claro está, de Envidia, que acude obligada y con el cuerpo lleno de sarpullidos.
Como es tradición, durante la comida Soberbia no deja de lanzar comentarios maliciosos sobre el menú, y sobre cómo ella podría mejorarlo. Hasta que alguna de sus hermanas le sugiere que la próxima sea en su casa.
Al acabar, Pereza se tumba en el sofá, sin molestarse siquiera en quitar su plato, lo que provoca el esperado enfado de sus hermanas. Enseguida la sigue Lujuria, que muestra su cuerpo desnudo y hambriento, esperando un incesto que nunca llega.
Entonces, Ira, harta de las hermanas que le han tocado en suerte, explota. Y comienza la guerra.
Ajena a la batalla que se ha desatado a su alrededor, Gula, que sabe que siempre se repite el mismo patrón, se ha escondido en la cocina. No piensa salir hasta que acabe con las sobras de las demás.
Siete pecados capitales… ¿O debería decir «pecadas» 😉 ? No es casualidad, por cierto, pero son todas palabras femeninas los nombres de estas hermanas tan particulares… Siempre repiten la experiencia, y siempre con el mismo resultado… ¡Acaban a las patadas! Yo creo que la mas viva, la única que hace lo correcto es Gula: ella se encierra en la cocina y espera que acabe la trifulca para «quedarse con las sobras»… En ese sentido, creo que es la más viva de todas las hermanas: ella ha aprendido a no involucrarse porque a eso le ha visto la ventaja: cuidar de sus propios intereses.
Muy bueno, Rosalía, me encantó.
Un beso grande,
Mariángeles
Mariángeles, si tuviera que definirme con un pecado sin duda será Gula, aunque con estos calores Pereza va ganando puntos.
Muchas gracias por pasarte a comentar.
Qué bueno, sister! Qué bien has sabido hilar la trama pasando el hilo por cada una con sus peculiaridades. Yo también me quedo con Gula, es la que mejor me ha caído, jajaja.
Un abrazote y mucha suerte.
Ay, jajaja, mientras lo escribía me acordaba de la conversación que tuvimos con Marian y +1 de camino al último entcuentro, y me estaba riendo yo sola, jajaja.
Un besoteeee
Nada hay más incorrecto que los siete pecados capitales, no en un sentido necesariamente religioso, pero sí ético, al representar las principales, si no todas, bajezas humanas. Juntas en un mismo lugar y materializadas en personas, supone choques de convivencia seguros, cada una con sus cositas.
Un abrazo y suerte con este divertido e imaginativo relato, Rosalía
Ay, qué bueno, Rosalía. Me encanta esta historia de las siete hermanas, y cómo has ido reflejando e incluyendo a cada una con su falta a la virtud característica, para acabar con la que parece sacar mejor partido a esas comidas familiares. Mucha suerte y un abrazo