A… NUESTRA GLORIA
Terminaremos todos marchando, pero… ains, siempre sabe a poco. Hemos perdido a una amiga, a nuestra más fiel participante, a nuestra decana (escribiste el primer relato del que conservamos nombre de autor de nuestra historia…) y a nuestra enteciana de honor, a alguien que nos ha hecho ilusionarnos con la vida y por quién (creo hablar en nombre de mucha gente que te ha rodeado) hemos sentido el mismo grado de cariño que de admiración. Eso de que “vamos a echarte de menos” es más que palabrería, compañera.
Vamos a echarte mucho de menos…
Uno se aferra a lo bueno que consigue o encuentra, y andábamos un poco pendientes de que todo te fuera a mejor, pero… Tendremos que valorar y conformarnos con lo que hemos conseguido. Hemos tenido la suerte de conocerte, de disfrutarte durante todos estos años, de ser testigos de una entereza, una generosidad, un entusiasmo y una valentía ejemplares para todos los que te hemos conocido. Y hemos tenido la suerte, la maravillosa suerte, de verte sonreir hace tan solo unas semanas. La foto que acompaña estas palabras durante ese sábado lluvioso del norte es el mejor reflejo. Y eso, podría parecer inoportuno, pero creo que es así… nos hace felices pensarlo… en esto últimos tiempos has conseguido que participemos extraordinariamente de tu alegría, hemos disfrutado mucho gracias a ti, hemos disfrutado porque tu lo has hecho, nos has infundido una vitalidad inesperada que solo podemos … agradecerte.
Sé que, si puedes hacerlo, pasarás por aquí.No tengo la menor duda.
Por eso invitaremos a que, en los comentarios, tus compis te manden besos, abrazos o lo que consideren…
Y por eso también he buscado las primeras palabras que pronunciaste aquí, en esta casa, para que sirvan de… un nuevo comienzo. Entonces, cuando las presentaste, era un 3 de enero de 2012, firmaste el relato bajo el seudónimo de Carballo (muy gallega, sí señora…) y curiosamente su título no podía ser más iniciático: comenzábamos nuestra aventura juntos…
VIDA, de Gloria Arcos Lado
La joven atravesó corriendo el bosque como una exhalación, mientras intentaba olvidar con cada zancada que daba, todos los malos recuerdos y acontecimientos que el útimo año había traído a su corta vida. Se había dirigido hacia aquel espacio buscando encontrar en la solidez de los fuertes y orgullosos carballos un refugio. En el silencio de esa hermosa espesura, sólo roto por algún trino de pájaros o por el vuelo de algunos insectos, esperaba encontrar la tranquilidad perdida. Mientras observaba la belleza que se alzaba a su alrededor pensaba qué iba a hacer con ese ser que crecía en su cuerpo, y sobre todo cómo lo iba anunciar a su familia, y al inesperado padre.
Gracias por toda esta «vida» que nos has regalado.
Siempre serás … «nuestra Gloria»
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Nos conocimos en Madrid en uno de los encuentros de los Cincuentistas. Luego nuestro contacto ha sido en ENTC. Siempre te recordaré como una persona alegre, vitalista, luchadora, sencilla y cercana. Tu forma de encarar la enfermedad ha sido EJEMPLAR. Gracias por todo. Un beso enorme a sus familiares y amigos.
Querida Gloria. He tenido la inmensa suerte de conocerte en persona y he podido admirarme de tu entereza y de tu generosidad. He tenido la inmensa suerte de coincidir un tiempo contigo en esta gran familia enteciana y he podido recibir tus comentarios positivos y alentadores a mis relatos. He tenido la inmensa suerte de leer tus letras y he podido disfrutar con tus historias. La noticia de tu último viaje ha sido devastadora pero no tanto como si no estuviera convencida de que vas a estar siempre por aquí, cobijándonos bajo tu ala, susurrándonos al oído, sonriéndonos desde esa foto.
Te desearía buen viaje a las estrellas si no fuera porque sé que ya estás allí. Esa, la más cercana, la más brillante, la más gloriosa. Tú.
No llegué a conocerte y siento tu pérdida con sólo leer los comentarios de compañeros que te conocieron. Allí donde esté tu alma o tu espíritu te deseo lo mejor.
Aunque soy anteciano tardío y no llegué a conocerte, todo mi respeto y admiración por la buena persona que fuiste. Abrazo enorme.
Descansa en paz, querida Gloria. Te lo mereces, por lo buena persona que fuiste y por permitirnos conocerte y disfrutarte.
No conocí personalmente a Nuestra Gloria pero tuve la gran suerte de pasar con ella buena parte del último verano escribiendo, leyendo y comentando muchísimas cosas, tanto de letras y libros como de vida, familia, ilusiones y lo que para ella era futuro cercano; sabía que ya había gastado todo su porvenir y había llegado a su destino. Fuimos pareja de trabajo en»…mójate Entenciano». Para mí la palabra que mejor la puede definir es «GENEROSIDAD».
La recordaré siempre agradecida.
Gloria, fue Un Honor escribir contigo en aquellos tiempos en que nuestro grito totémico era
«¡ A r r o p e ! » [ Las dos primeras letras por Arcos, tu apellido ] y Mayestático fue conocerte en Madrid en 2016. No queda sino desearte La Gloria en La Vida Eterna de la que Ya Gozas, merecidísima por tu talante humanístico, simpatía y espíritu de sacrificio valiente.
De Tu Amigo y Admirador, J u a n P é r e z D í a z 🙏💎
Rezumabas humanidad y siempre tenías una sonrisa dispuesta. Descansa en paz.