88. ALQUIMIA (María Jesús Briones Arreba)
Aquel alquimista vendió al campesinado su secreto para producir oro.
Trigales y maizales fueron arrancados y convertidos en campos auríferos.
Todos los habitantes murieron por inanición con un resplandor aúreo en la boca.
La fábula del Rey Midas hábilmente recogida y aplicada al pueblo llano, a los campesinos que, llevados por la codicia, se vuelven ricos, sí, pero de poco les sirve cuando mueren de inanición.
Un relato que muestra cómo los poderes y privilegios, lejos de ser un alivio y lo más deseable, pueden convertirse, cuando se olvida el sentido común, en la peor de las cargas, la más mortífera.
Un abrazo y suerte, María Jesús
Mil gracias, Ángel por tu comentario, siempre oportuno.
Abrazo virtual.
La avaricia, además del saco, rompe el sustento de unas familias que olvidaron que para salir de pobres, es prioritario estar vivo. Muy tuyo María Jesús, mucha suerte.
Un beso.
Agradezco mucho el comentario viniendo de alguien tan especial como tú, y no sólo hablando literariamente.
Besito virtual.
Tendemos a decantarnos por lo inútil o banal. Buen relato María Jesús.
Saludos.
Agradezco tu comentario, Beto.
Saludos de Allende los Mares
María Jesús, has dejado bien claro que el oro mata, la mayoría de las veces por inanición.
Muy buen relato. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Tu relato encierra una gran enseñanza. A veces nos dejamos llevar por la ambición, aunque para conseguir lo deseado perdamos lo esencial. Buena propuesta para la reflexión, María Jesús. Suerte y un beso.