44. De donde nadie vuelve
Dicen, y he de creerlo por la unanimidad de un pueblo, que el reloj del campanario se paró cuando mi hermana y yo nacimos. Eso... Read More
40. La presa
Las trenzas me las hizo mi madre con su innegable gracia, rematándolas con unos lacitos rosas. Me maquilló sutilmente mi hermana, que estaba estudiando un... Read More
71. Mi primera lectura de enjundia
En la casa que erigieron mis bisabuelos había candelas por si se iba la luz, aunque ya hacía muchos años que eso no sucedía. A... Read More
23. Un éxito
Su atracción sexual siempre ha campado en el desierto y no lo escondió al fluctuar nuestros momentos en paralelo. Cuando me mira sonriente al probar... Read More
53. Porque era encantador
Nunca me ha gustado hablar de mis íntimas emociones y mucho menos de mis pesadillas, pero tal vez sea el momento de la catarsis y... Read More
12 Ahora sí
Desde los primeros juegos educativos en la escuela infantil comenzaron a ser inseparables. Imanes atraídos por un probable destino. Las dos tenían la misma gracia... Read More
53. Solo tú sabes de mi enfermiza cobardía
Se conocían como si se hubieran parido el uno al otro. No en un día cualquiera sino en alguno de esos de Luna de sangre,... Read More
27. Fisonomía
La razón no sé cual será, pero cada vez que mi padre decía que había trabajado en el cine, me impactaba. Me lo imaginaba de... Read More
94. Magistral
Yo cascaba piñas verdes piñoneras mientras caía la típica neblina de los atardeceres de invierno sobre el valle. Masticaba esas semillas con regusto áspero cuando... Read More
87. El anfitrión de antaño
La puerta abierta ya era una invitación a pasar dentro sin llamar. La mesa estaba puesta para ocho. Una buena sopera, con algún desportillado, en... Read More