87. Pérdidas y compensaciones (María Rojas)
La tía abuela Virginia aparecía en Nochebuena con unas muñecas de boquitas acorazonadas. Eran muñecas alegres, acaloradas de amor. Lo malo es que, en primavera,... Read More
51. Allí te espera (María Rojas)
En las fiestas de San Juan, en un pueblo palafito de la ciénaga de la Magdalena, los poblanos aprovechan la ocasión para amalgamar lo religioso... Read More
64. Jugueteando, los cogió el amanecer
Llegará con un vestido blanco bordado con cangrejos colorados agazapados en el escote. Nos dirá que para su cumpleaños sus hijos le asaron un lechón... Read More
61. El charco de las delicias (María Rojas)
En el río mis tías abuelas, Marta y Virgilia, no sé de dónde ni cómo sacaban una vitalidad asombrosa y se tiraban de cabeza al... Read More
82. Así da gusto
Mi abuelo tiene un brazo mocho y un violín de cuerdas hechizadas. Un violín que toca a hurtadillas y a hurtadillas lo entona en... Read More
68. Alborozos de, un aguador (María Rojas)
En un pueblo perdido en el desierto, en una casa en ruinas, por la cerradura de la cancela, ve un sencillo aguador, con gran gozo,... Read More
76 Homenaje (María Rojas)
Un pequeño kitsune corre por el bosque soñando la fragancia que gotea la herida de una florecilla de cerezo. Matsuo Bashō, el bate de lo... Read More
80. Del viejo maestro a su joven alumno (María Rojas)
Déjeme llegar sin tropiezos. No me cargue borracho, Joven Olano, que no vaya mi cuerpo dando bandazos como badulaque sin destino. Llame a Murillito, para... Read More
55. No te murás en agosto (María Rojas)
La herida era honda, por ella se me escapaba la vida. Embelesados, nos mirábamos. Con esos prontos tuyos te levantaste y me dijiste: «No te... Read More
76. Imposible habitarla (María Rojas)
La casa tenía unos alegres balcones primorosamente tallados en madera. Tiempo atrás fue habitada por mercaderes normandos curtidos en azúcar y endulzados en vino. Unas... Read More