Un vida entera viviendo una mentira. No se querían, pero al final, de alguna manera, consigueron celebrarlo «felices», conscientes, probablemente, de que la felicidd nunca es completa.
Breve, efectivo y hace pensar.
Un abrazo y suerte, Marca
Cuánta razón, si es que a veces es mejor no saber la verdad y vivir, feliz, en la ignorancia. Y no hace falta mentir, con no decir toda la verdad todo el rato creo ya es suficiente. ¿O no decir la verdad ya se considera mentir? No sé.
Un abrazo y suerte.
Cuánta verdad hay en el silencio. ¿Se puede aguantar tanto? Pues parece que sí. Buen hiperbreve, una elipsis que se alarga cincuenta años y que impacta rápido. Suerte, Marca.
Muchas gracias, Raúl!!
Las mentiras, muchas, acaban siendo verdad, forman parte de una realidad.
Yo quiero mostrar que siempre hay una voluntad que no se puede llevar a cabo, pero no por eso dejas de amar.
¿Es tan importante decir siempre la verdad? ¿y necesario? En este caso, el no cumplir con la premisa les ha mantenido felices cincuenta años. No se puede decir más con menos. Genial.
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Un vida entera viviendo una mentira. No se querían, pero al final, de alguna manera, consigueron celebrarlo «felices», conscientes, probablemente, de que la felicidd nunca es completa.
Breve, efectivo y hace pensar.
Un abrazo y suerte, Marca
Gracias por tu comentario, Ángel!!
Nunca sabremos dónde encontrar la felicidad, pero ahí seguimos!!
Saludos!!! 😉
Hay mentiras que se cuentan tan bien que son como verdades. Todo está en la intención que se ponga.
Muy buen texto, con poco dice mucho y sugiere aún más.
Muchas gracias por tu comentario, Manoli!!
Estoy muy de acuerdo, quizás cuente la intención…
Saludos! 😉
Bonita manera de confirmar que hay mentiras de oro.
Pues sí, Edita!!
Muchas gracias!!
Saludos!!! 😉
Cuánta razón, si es que a veces es mejor no saber la verdad y vivir, feliz, en la ignorancia. Y no hace falta mentir, con no decir toda la verdad todo el rato creo ya es suficiente. ¿O no decir la verdad ya se considera mentir? No sé.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Rosalía!! Mentir en una verdad, te dice como eres… No sé! jajaja
Un saludo!
Cuánta verdad hay en el silencio. ¿Se puede aguantar tanto? Pues parece que sí. Buen hiperbreve, una elipsis que se alarga cincuenta años y que impacta rápido. Suerte, Marca.
Muchas gracias, Raúl!!
Las mentiras, muchas, acaban siendo verdad, forman parte de una realidad.
Yo quiero mostrar que siempre hay una voluntad que no se puede llevar a cabo, pero no por eso dejas de amar.
Saludos! 😉
Hay mentiras que se agradecen y verdades innecesarias que duelen. Lo llevan al extremo y llegan a las bodas de oro. Cuidado con los sincericidas.
Cuidado, Víctor!! jejeje
Muchas gracias por tu comentario!!
Saludos!!
Qué necesidad tienen de romper esa felicidad si es mutua. Mucha suerte, Marca, un saludo.
Pues eso mismo pienso yo, Ana!!
Muchas gracias!!!
Un saludo!! 😉
¿Es tan importante decir siempre la verdad? ¿y necesario? En este caso, el no cumplir con la premisa les ha mantenido felices cincuenta años. No se puede decir más con menos. Genial.
Muchas gracias por tu comentario, María!!
Si han conseguido se felices, pues qué más quieren…
Un saludo!!!
La verdad esta sobrevalorada, o es la mentira!
El humano es imperfecto, lo importante es que al final del recorrido quieran seguir juntos, ¿no?
Exacto!! Ellos quieren seguir juntos e imperfectos!!
Gracias por tu comentario, Rosa!!
Un saludo!!! 😉
Sencillamente perfecto, un micro muy micro y muy redondo, que te deja con una sonrisa en la boca. ¡Felicidades!
Muchas gracias por tu comentario, Sara!!!
Tenemos que celebrar la felicidad!!
Un saludo!! 😉