48. BUSCANDO DULCINEAS
Recorría cada noche las calles, los parques y los tugurios marginales de Barcelona con un solo propósito: encontrar alguna dulcinea y salvarla de los depredadores que pululaban y regentaban esos lugares. Se hacía pasar por un cliente y les contaba su propósito de ayudarles a huir de esa vida alienante, casi todas le seguían la corriente pensando que se trataba de algún tipo de fetichismo o rareza a las que ya estaban acostumbradas pero sin ninguna intención de seguirle a ninguna parte.
Alonso no desfallecía y perseveraba en su tarea.
Una noche, paseando por una de las calles frecuentada por las que él consideraba explotadas dulcineas, una se le acercó y con afectación le pidió por favor que si podía ayudarla porque le obligaban a prostituirse. Sin dudarlo cual Quijote contemporáneo, Alonso agarrándola del brazo hizo ademán de alejarse de allí. Su sorpresa fue mayúscula cuando, de pronto, todas las mujeres que estaban en esquinas y portales y la propia chica que le había pedido ayuda comenzaron a reírse diciéndole que volviera al manicomio del que se había escapado.
Había corrido la voz en ese mundillo de sus andanzas y le habían bautizado como el loco salvador de doncellas.
Hola Gemita!! Que alegría verte por aquí. Verás que te vas a encontrar como en casa.
Muy original tu relato, pobre desgraciado ese Don Quijote, intentando arreglar un mundo que no quiere ser arreglado.
Espero que nos sigamos leyendo también por aquí.
Gritarè a los cuatro vientos que fue por ti por quien empecé a escribir micros. Un besazo. 💗💗💗
Gracias Nuria. Un honor coincidir contigo en un espacio literario. En realidad yo no hice nada, tu aficiiòn y tu talento ya estaban dentro de ti. Y desde luego lo demuestras en cada uno de tus relatos .
Nos leemos por aquí.
Un abrazo!!
Como la Dulcinea de Don Quijote, las de tu relato no aprecian, ni por asomo, la generosidad y entrega limpia de un hombre noble y excepcional; ellas, que conocen a tantos, no precisamente ejemplares, dan por hecho que alguien así solo puede ser un loco. Más como él harían falta para que la excepción fuese norma general y corriente, mejor nos iría.
He visto que eres amiga de Nuria, y que por ti comenzó a escribir. Gracias por ello y bienvenida por aquí.
Un saludo y suerte, Gema
Muchas gracias por comentar. Llevas razón Angel estamos necesitados de buenas intenciones en este loco mundo. Estamos tan acostumbrados a que las interacciones sean siempre interesadas o pactadas que no concebimos la ayuda desinteresada y menos de quien no conocemos .
Don Quijote tendría muchos más problemas en nuestro tiempo que los que describe Cervantes.
Un saludo
Aunque disfrazados de ficción, se pueden traslucir temas profundos a través de las palabras de esta historia. Por ejemplo: hay locuras muy cuerdas, las apariencias engañan, ser “dulcinea” no te libra de ser ofensiva…
Pues si Edita Nogueira, los clichés hacen mucho daño.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
No se salva quien no quiere ser salvado. De todas formas, es lógico que no se fíen de un personaje que quiere salvarlas cuando todos los demás lo que quieren es todo lo contrario.
Un incomprendido. El mundo está lleno, o no, de Quijotes!
Rosa llevas toda la razón y efectivamente no se puede salvar a quien no quiere ser salvados. Que tremenda contradicción desconfiar de quien te tiende una mano y tolerar a quien te hace daño.
¿Quiere decir eso que estamos más acostumbrad@s a los villanos que a los buenos?
Ahí lo dejo.
Gracias Rosa por tu análisis.
Un saludo
Antes que nada, bienvenida, Gema.
Me ha dado penita que tu quijote, tan bienintencionado, haya sido objeto de mofa por esas dulcineas. Espero que encuentre al final alguien a quien salvar.
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalía por tu bienvenida y tu comentario. Pues si, ojalá fuera del relato mi personaje encuentre alguna dulcinea que quiera ser salvada.
¿No sería genial que los personajes que creamos en nuestras historias siguieran teniendo vida?
Un abrazo
Hola, Gema.
El mundo es tan grande y complicado que intentar arreglarlo entero sí que sería inútil, pero lo que pretende este hombre: ayudar en lo que pueda en una pequeña parcelita no es nada descabellado, lástima que lo tachen de loco y no sepan valorar su quijotesca tarea.
Te deseo mucha suerte. Contar historias es también un noble arte. Un cálido saludo.
Muy bien dibujado este don Quijote actual, digno discípulo de su antecesor, deseoso de deshacer entuertos y al que, como siempre, lo toman por loco.
Gracias María. Hemos visto en este espacio una variedad de estupendos quijotes modernos .
Parece que estamos necesitados de locos intrépidos que combatan la injusticia. A ver si a fuerza de imaginarlos cobran vida. 😂
Un abrazo