49. La belleza y la virtud, la incierta historia de la labriega emperatriz
No quiso saber si estaba embarazada ni el nombre de aquel ser enjuto y medio loco que se metió en su cama a medianoche. Quería salir de su mundo de odres litigantes, de huestes de borregos, de bálsamos curalotodo. Todavía resonaban los alaridos de placer en las paredes mal encaladas de su alcoba, en el papel grosero de las páginas de aquella novela que nunca supo leer, en el fondo impreciso y turbio del aguamanil. Fue un acto de caridad o, quién sabe, tal vez un grito de socorro, una oración desesperada, un incendio provocado en un edén de trigo. Bajó su ventana, el rocín en el que llegó al trote enflaquecía por momentos, apenas tomaba algo de agua, pero desde que desapareció su caballero no volvió a probar el heno, ni aunque lo molieran a palos. Marchó una noche de septiembre con un hato a sus espaldas, las riendas del jamelgo en una mano y el vientre algo abultado. La luna escondía su brillo entre las nubes y el canto de las ranas amortiguaba a coro sus pisadas. No miró atrás ni una sola vez, ni quiso acordarse más de cómo se llamaba aquel lugar que abandonaba para siempre.
About Post Author
Ni Don Quijote era tan noble, ni Dulcinea una emperatriz de cuento, pero sí una dama llena de dignidad, a pesar de su condición de labriega impuesta de cuna. Pobre y madre soltera, pero valiente capaz de empezar de nuevo con lo que la vida le ha traído.
Un abrazo y suerte, Juancho
Muchas gracias, Ángel, creo que esta Dulcinea lo que quería es ser Aldonza, una Aldonza lejos de los Corchuelo y de Quijotes, ni una esclava para su familía ni la imagen viva de la mujer perfecta. Tal vez al final del cuento encuentre lo que busca.
Un abrazo enorme!!
Sin descubrir el nombre del lector, nada más leer las primeras líneas, supe que el texto era tuyo. No todo el mundo puede presumir de tener un estilo propio.
Donde dije lector, digo autor, que es lo que quería escribir, claro. Perdón.
jajaj… se emtemdía Edita. bssss!!
Muchísimas gracias, Edita!! La verdad es que desde que escribo he intentado tener una voz, ser reconocible y ahora que me decís lo soy, no sé si es un acierto. Tal vez debiera buscar otros registros, salir de la zona de confort, arriesgar un poco más. Tengo que darle una vuelta a esto.
En cualquier caso agradezco enormemente el cumplido y, por supuesto, la lectura.
Un beso grande!!
Abandona aquel lugar de la Mancha del que no quiere acordarse. Una valiente o consciente de lo que le espera, Dulcinea. Personaje actualizado sobre el género femenino y sus “habituales” desgracias.
Me gusta la forma de narrarlo.
Muchísimas gracias, Rosa!! La interpretación que haces del cuento es muy aproximada a lo que quería transmitir cuando me puse a escribirlo. Muy contento de que, también por lo que he leído en los demás comentarios, se entienda mucho mejor que el que escribí para las mentiras. Yo también creo que es mucho más claro.
Gracias otra vez, un beso grande!!
Buah, tremenda prosa poética. Según lo iba leyendo me preguntaba quien habría escrito esa maravilla. Y, claro, no podía ser otro…
Aparte de eso, la historia está genial: al final el Quijote no estaba tan enamorado como decía, ni Dulcinea era tan mala.
Y ese final agridulce… pobre y embarazada, pero rumbo hacia su nueva vida. Y con la sutil referencia a la frase de inicio del Quijote.
¡Lástima no estar en el jurado esta vez! Me ha encantado.
Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias, Rosalía!! Un poco como le he dicho a Edita, no sé si me gusta ser tan reconocible, aunque es algo que siempre he querido. Jajajaj… siempre queremos lo que no tenemos, creo que voy a tener que intentar salir de mi zona de confort. Y, también, como le he dicho a Rosa, bastante contento de que esta vez el cuento se ha entendido, no como pasó con el de las Mentiras. Agradezco esa predisposición a votarlo si estuvieras de jurado, pero la competencia es dura y, hasta ahora, he leído ya más de cincuenta cuentos excelentes.
Gracias otra vez, un beso grande!!
Un buen comienzo para un Quijote en femenino. Muy original esta vuelta de tuerca. Saludos y suerte, Juancho.
Muchas gracias, Antonio!!
Un abrazo enorme!!
¿Por qué todas las palabras que utilizas cobran otra musicalidad en tus relatos? Así es siempre, poeta. Y vuelve a ocurrir con esta «incierta» historia.
Un abrazo, Juancho.
Jo, qué bonito lo que dices, María, sobre todo viniendo de ti, con lo bien que interpretas al leer. La verdad es que sí es algo que busco, aunque no sé si siempre lo consiguo.
Muchísimas gracias!!
Un beso enorme!!!
Original vuelta de tuerca a la historia de Dulcinea, empapada de lirismo, como no podía ser de otra manera teniendo el autor que tiene: no había llegado a la mitad y ya sabía de quién era.
Preciosa, Juancho, mis más efusivas felicitaciones y un abrazo de propina.
jajajaj… muchísimas gracias, Ana María. Como ya he comentado por arriba, tengo que hacérmelo mirar. Aunque me alegro de que os guste y lo agradezco enormemente. Últimamente estoy muy vago con el facebook, por lo que aprovecho para felicitarte por aquí todos los éxitos de este me de abril, mi más sincera enhorabuena!!
Un beso enorme!!