Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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FINALISTAS DE «UN VERANO DE LIBRO»

En la segunda propuesta que os hicimos os dimos una base de la que partir: el título. Aprovechamos el valor evocador de alguna de esas obras maestras narrativas que eligieron el verano para escenificar sus historias y las propusimos como posibles (y obligados) títulos.

Reconocimos esta segunda convocatoria veraniega como UN VERANO DE LIBRO

Volvimos a contar con todos los inscritos: 23 relatos.

En este caso, además de los nuevos casos de extraña e imperceptible puntuación, estuvimos especialmente atentos a que el título fuese algo más que una obligación, y nos costó leer y releer hasta que llegamos a la conclusión de que noooo se le podían dar más vueltas. Pero no solo nos fijamos en eso. Así que nos quedamos con 7 relatos para no tener que volver a darle oootra vueltecita.

Tras las deliberaciones y votaciones del jurado formado por ROSANA ALONSO, ROSA GIL, RAFA LOSCERTALES Y JAMS, ha resultado que los 7 relatos que pasan al VOTO ENTC sean los siguientes:

 

1. ESCUCHA LA CANCIÓN DEL VIENTO, de LA VIDA LOCA

En la aldea todos sabemos que cuando llega el viento del norte hay que buscar cobijo. Estaba pescando y no he podido llegar a casa. Refugiado en una cueva, recuerdo a mi abuela que me decía que escuchara atentamente al viento, y sólo así, interpretando su canción, podría reconocerlo cuando es peligroso. Intento no tener miedo, pero su sonido me engulle, aunque me tape los oídos. Agachado junto a la pared de piedra observo una luz que va aproximándose. Al principio creo estar soñando. Mi abuela me sonríe y me pide que la acompañe. El miedo desaparece al darnos la mano.

 

2. ESCUCHA LA CANCIÓN DEL VIENTO, de UN RAYO DE SOL

Cuántas noches Dolores llamó a mi puerta. Entraba hasta la cocina, se apoyaba en el quicio de la ventana y sin quitarle ojo a la casa de enfrente, esperaba escondida tras mis cortinas florías. Allí vivía la Engracia con tres muchachas, lozanas y mocitas, y aunque nunca le conocimos marido, decía que eran sus hijas y que de noche cosía para darles candela y comida.

Cuando aquella puerta se abría y salía su Paco tarareando, Dolores tragaba sus lágrimas, con un lastimero «hasta mañana» se despedía, y entre calores y brisas caminaba despacio tras él, meciendo su vientre cargado de meses.

 

3. MI FAMILIA Y OTROS ANIMALES, de VENENO EN LA PIEL

Acaricio su cara sin apenas tocarla. Sus pequeñas branquias se abren y se cierran de forma regular revelando un sueño tranquilo y profundo. Han decorado su habitación con un fondo marino y su nombre escrito en la pared: Aqua. Le ponen dibujos de tiburones, cangrejos y sirenas, y le dan crustáceos y gusanos para comer. Parece feliz en su camita de corales mientras ellos ven la tele en el salón. Sé que no tardarán en aparecer por la puerta y no quiero estar aquí para entonces. Volveré más adelante. Primero tengo que averiguar qué ha pasado con el resto de huevos.

 

4. LOLITA, de LA BARBACOA

Devoraba con los ojos a otras hermanas y sofocaba su deseo acariciando las cuentas del rosario como si fueran las picotas de sus pechos.

En la cocina, gozaba al tacto húmedo de las claras resbalando entre las yemas de sus dedos. Sus hábitos pecaban en la penumbra cuando, en su celda, rozaba con ellos el cáliz de su bajo vientre.

La noche del Sábado de Gloria, Sor Dolores, volvió a ser la Lolita colegiala que disfrutaba seduciendo a las novicias del internado. Aleluyas de Éxtasis se escucharon extramuros.

Aquel Domingo de Resurrección, el confesor sintió más calor que de costumbre

 

5. EL VERANO QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES, de BAILANDO

Los colibríes libaban de sus pestañas, las cabritas trepaban por su espalda y una pareja de petirrojos anidó en su melena. Mamá lloraba de felicidad y las lágrimas azulearon sus pupilas y de ellas brotaron manadas de delfines, ballenas y hasta un calamar gigante que soltó un chorro de tinta y le tiñó los ojos de negro tizón. Ahora tose de vez en cuando y suelta un extraño humo por la nariz. Papá dice que tenemos que ser buenos, no sea que se enfade y entre en erupción.

 

6. LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO, de EL TIBURÓN

Su padre aparta las ramas tronchadas por la velocidad de su cuerpo bajando la cuesta. Remueve con sus enormes pies la tierra para que desaparezca el dibujo de las suelas de los zapatitos de su hermana y las marcas de las ruedas. La madre introduce en una bolsa los miembros descuartizados de la muñeca por la que han discutido durante el viaje. Los encuentra esparcidos en la vereda que conduce al acantilado. Intentan borrar las huellas de lo sucedido. La niña levanta la bicicleta de su hermana y también la empuja al vacío. El eco devuelve sin interrupción un grito aterrador.

 

7. MUERTE EN VENECIA, de ESCUELA DE CALOR

Desde que micer Marco expiró nadie conoce el paradero de Moretta, la muchacha rebelde y desgarbada que, al enfermar su padre, abandonó cabalgadas y esgrima para permanecer junto a él, atendiéndolo con paciencia incluso cuando deliraba en aquel idioma extraño que solo ella comprendía.

Doblan a muerto las campanas de San Lorenzo. Un joven de rostro lampiño pide enrolarse en la nave que parte para oriente. Mientras él, revoleando su espada, calla a los marineros que hacen burla de su voz delicada, el capitán lo acepta satisfecho. ¿Dónde podría encontrar otro mozo que hablase de corrido la lengua de Kublai Kan?

 

Desde aquí puedes acceder al

FORMULARIO DEL VOTO ENTC

HASTA EL DOMINGO 10 DE SEPTIEMBRE

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