09. La justa lucha del paladín
Desde que un día de mala suerte el Rey de Bastos exiliara a la Reina de Copas, tras una mala jugada en que le hizo perder una partida de brisca, vive encerrada en un terrible castillo de naipes. La fortaleza tiene cuatro plantas, su alzado es triangular y está rodeada por un jardín de tréboles que le dan un falso aspecto amable. Pero todo es mentira, en la planta baja las picas frenan a curiosos e intrusos, y a ladrones atraídos por los diamantes del primero, en el siguiente nivel están las estancias donde se asientan los corazones indecisos, que descansan desorientados y dominados por el influjo magnético del malvado Joker, ese ser deforme de risa cínica que tanto odia a la noble baraja española y que desde el tercero, ocupado solo con una estancia, controla a sus habitantes y vigila el edificio y el verde prado que lo rodea.
Y aquí estoy yo, la valerosa Sota de Espadas, en la base de la construcción, empujando con mi tizona las frágiles paredes del edificio, para derrumbar la obra con el viento de mi ira y que los invasores bárbaros caigan bajo el peso eterno de la tradición.
Ya sabemos que el póker es universal, aunque de origen sajón, además de muy cinematográfico; tampoco es por hacer patria, pero una baraja española y una partida de brisca, de tute, de chinchón o de cinquillo no tiene nada que envidiar, sino al contrario, a las escaleras de color, full de ases y demás. Creo que muchos simpatizamos que esa valerosa Sota de Espadas que, además, ha adoptado, no por casualidad, la espada del Cid, para destruir al malvado Joker, que no es el de Batman, pero le supera en villanía.
Un relato sobre naipes, que traspasan su material simple de cartón, para ponerse en la piel de una pugna entre invasores extranjeros y defensores locales muy divertida e imaginativa.
Un abrazo y suerte, Ezequiel
¡Me encanta, Ezequiel!
Ese conflicto entre las barajas tradicional e invasora, cómo dotas a los naipes de personalidad propia, la inmensa inventiva desplegada para recrear al mínimo detalle el castillo… Bueno, y qué decir de esa Sota de Espadas con espíritu libertador…
Magnífico relato. Te voy a desear suerte aunque creo, francamente, que no la necesitas.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Ángel. El reto de este mes me ha permitido recrearme en uno de esos grupos que te hacen volver a tu juventud, reencontrarte con tu familia y tus amigos, traer a la vida a los abuelos, etc. La baraja española es un mar de recuerdos para los que pasamos tardes alrededor de la mesa rodeados de gente querida.
Gracias Ana María por tus palabras que me han animado a leer el cuento entre mis compañeros de trabajo. Para mi satifación el recrear esa batalla les ha resultado graciososo y enternecedor (tienrn todos uba edad).
Tu relato es una maravillosa muñeca rusa. Magnífico!
Gracias, Susana. Una historia que, como es la esencia de los microrrelatos, intenta decir mucho con pocas palabras.