16. MIGRANTES (Carmen Cano)
Se había desatado una guerra en las ciudades que ahora estaban destruyendo.
Por suerte, fueron rescatados y huían en busca de nuevas tierras. Pero la desgracia persiguió al padre de familia: su esposa quedó petrificada al ver arrasada su ciudad, sus dos hijas lo embriagaron para yacer con él y encima la comida estaba sosa. Edith se había quedado con toda la sal.
Je,je,je, muy ocurrente. Me gusta mucho, o como dirían los ingleses, a lot.
Tú sí has sido ocurrente al elegir la expresión inglesa. Ja, ja.
Muchas gracias, Rufino, por hacerme sonreír en una tarde de lluvia.
Un abrazo.
jajajajaa
Yo el azúcar y tú la sal… ¿qué sería de nosotros sin estos elementos tan vitales para seguir vivos? pero, nunca abusar fue bueno, aquí está la prueba.
Feliz tarde Carmen.
Opuestos y complementarios, indispensables para condimentar la vida.
Muchas gracias, Mercedes. Felices vacaciones y un beso.
Creencias aparte, la Biblia es un libro de libros estupendo, plagado de fantásticas historias. Sodoma, las hijas de Lot y su mujer convertida en estatua de sal es una de ellas. Actualizar esta trama desde el drama actual de la migración forzosa, añadiéndole una dosis de humor negro relacionado con la sal, es una idea lúcida y muy divertida.
Un abrazo y suerte, Carmen
Las historias de Sodoma y la de Lot y su familia, además de resultar políticamente incorrectas en tiempos actuales, repiten el drama de la guerra y el exilio que la Humanidad nunca ha sabido resolver. Yo le he añadido una pizca de sal en el desenlace, en un intento de suavizar los hechos.
Muchas gracias, Ángel. Un abrazo.
Está claro que éstos no eran unos migrantes cualquiera… ¡Mirá por dónde una viene a enterarse del nombre de la mujer de Lot! Y mirá cómo, de tu mano, con tus buenas letras, se reescribe y resignifica esta historia que tantas veces, por tantos años, una oyó, quizás casi sin prestarle atención, en el catecismo y en la misa.
No se trata sólo de saber (re)contar, sino cómo y con qué palabras, y a las pruebas me remito.
Te felicito, CARMEN; me encantó.
Cariños,
Mariángeles
Hola, Mariángeles. Pensando en blanco di con la estatua de sal de la mujer de Lot a la salida de Sodoma. De ahí a contarlo aportando algo nuevo, es el lector quien lo debe juzgar.
Muchísimas gracias por tus palabras. Es un placer tu visita. Besos.
Hola, Carmen. Me gustan los relatos muy cortos cuando funcionan bien, y éste lo hace. Te ha quedado la mar de salado ja,ja,ja.
Un abrazo y mucha suerte.
Me apetecía probar con el formato corto o hiperbreve, Ángel. Y me alegro de que te resulte grato al paladar. Ja, ja.
Un gran abrazo.
Breve e inquietante relato que me deja con dudas, con inquietud y con intrigas, pero no todas, porque yo sé quiém se quedó toda la sal… 😉
Suerte!!
Un besote
La sal de la tierra, Salva.
Mil gracias por tu visita y tus palabras.
Otro beso de vuelta.
Muy buena vuelta Carmen. Siempre me gustó el juego que da la Biblia. Un relato muy salado. 🙂
¡Suerte!
Besos.
El libro de los libros, siempre al gusto de cualquier paladar.
Muchísimas gracias, Nuria. Un beso.
Cuando se habla de una estatua de sal, no hace falta decir nada más. Muy buen uso de la intertextualidad. ¡Enhorabuena, Carmen! Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.