Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Mnstrscp2018 – R1 – Encuentro3

Los participantes con los seudónimos :   MOZART- CHAPLIN- ARETHA FRANKLIN

Esta ilustración entra en concurso. Su autor entendió eso de «construya usted un Partenón casero» perooo se metió pronto en el espíritu monstruoscópico de ir por libre y decidió dibujar, eso sí con su toque monstruoso.

 

Deberán escribir un relatazo digno de este concurso que se ajuste a estas bases

PLAZO : Antes del domingo día 16 de septiembre a las 24 horas peninsulares españolas 

Relato que TRANSCURRA en : PARTENON

Deberá contener una de estas dos frases (o las dos, si os atrevéis)

          a) ¿Por que, Dios mlo? ¿Por que desaparecio la Mirinda?

          b) Si aguantaste lo mucho, aguanta ahora lo poco

EXTENSIÓN máxima de 150 palabras (frasecita(s)) no incluida(s)

TODO LO DEMÁS: estilo, época histórica, temática etc es LIBRE

 

Deja aquí tu relato

Votación de este encuentro

Votación a mejor ilustración de Arquitectura

 

6 Responses

  1. Melísima

    NIDO VACíO de MOZART

    Siempre he pensado que los viajes organizados son para gente que no quiere tomar decisiones. Justo las vacaciones que necesitaba este año. Hoy hemos subido a la Acrópolis y todos seguimos dócilmente al guía.

    «…fue destruido por un cañonazo del ejército veneciano…»
    Una explosión en un polvorín, tan destructiva como la bomba que mi ex dejó caer en medio del salón cuando anunció que se marchaba de casa.

    «… los frisos que faltan se encuentran en el Museo Británico…»
    Y encima ahora la niña se va a vivir a Londres con ese novio que tiene, tal como está el trabajo en España seguro que no vuelve.

    «… a pesar de todo sigue en pie, como modelo de belleza clásica desde hace veinticinco siglos…»
    Lo mismo que me dicen mis amigas: «Si aguantaste lo mucho, aguanta ahora lo poco». Y no les falta razón, pero la diferencia es que el Partenón es de piedra y yo no.

  2. Melísima

    EL SÍNDROME DE PENÉLOPE de ARETHA FRANKLIN

    Agamenón, desde que su novia Mirinda lo abandonó, se hacía las mismas preguntas: ¿Por qué, Dios mío? ¿Por qué desapareció la Mirinda? Pero, nunca encontraba respuesta. Eso, y la crisis que asolaba Grecia, le hizo marchar a Atenas.

    Encontró trabajo en la rehabilitación del Partenón. Todas las mañanas al pie del andamio eran iguales, junto a aquella montaña de cascotes que parecía aumentar cada día. Pero, lo más insoportable era la voz estridente del capataz, Pitágoras, que les azuzaba sin parar —¡Vamos, catetos! ¡No veo avanzar esto! —Agamenón entonces pensaba: “Si aguantaste lo mucho, aguanta ahora lo poco”.

    Sabía que cuando acabaran el trabajo solo les esperaba el paro, a él y a su cuadrilla. Diógenes volvería a dormir bajo cartones. Sócrates y Aristóteles no dejarían de filosofar, entre vapores de alcohol, como habían llegado a esa situación.

    Por ello, cada noche, Agamenón y sus amigos regresaban al Partenón y deshacían parte de lo remozado durante el día, para prolongar aquella agonía un poco más.

  3. Melísima

    Derrota de CHAPLIN

    -Golpes de martillo desprenden mi labrada piel, dejándome reducido a un desnudo esqueleto. Oh, tú, la de ojos de lechuza, acude en mi auxilio.
    -¿Auxilio? ¿Acaso olvidas que todo tu ejército de columnas fue incapaz de impedir que me llevaran al exilio? Otro dioses vinieron que ocuparon mi sitio. ¿Por qué no los invocas? Aunque poca protección te ha dado. ¿Recuerdas el día en que ardió tu techumbre? ¿O el que cayeron tus muros y columnas al explotar la pólvora encerrada en el lugar dedicado a mi culto? Si aguantaste lo mucho, aguanta ahora lo poco.
    Atenea gira impotente el rostro mientras centauros y gigantes, amazonas y músicos, arcontes y metecos, soldados y muchachas abandonan su tierra.
    Lord Elgin sonríe, con la satisfacción de haber humillado a una diosa.

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