Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Los participantes con los alias: GARFIO y SHEREZADE

Rinden homenaje al Libro de la selva y al Rey MIdas

Tendrán de plazo hasta las 23:59 horas de España peninsular del sábado 2 de Octubre del 2021 para escribir un microrrelato que cumpla con las siguientes bases:

 

  • *Debes elegir 4 palabras, 2 de cada bloque (en vertical) de cuentos clásicos. Te proponemos 3 palabras relacionadas con 2 cuentos, tu seleccionas 2 de cada cuento. Se admiten variantes de género, singular/plural, diminutivos… Si escoges un verbo puedes conjugarlo.
  • *Relato : 123 palabras MÁXIMO (título no incluido) y debe aparecer 3 de las 4 palabras antes escogidas. 
  • *Título : de la extensión que quieras, pero debe contener la 4º palabra.
Libro de la selva Rey Midas
Selva Oro
Serpiente Estatua
Humano Río

 

Envía tu relato AQUI Recuerda que una vez enviado ya no se podrá editar el relato. Por favor, escribe las 4 palabras en mayúsculas. 

Votación del encuentro (se activará cuando se hayan presentado los 3 relatos). Recordamos que solo se permite el voto a participantes del concurso y del blog. Uno no se puede votar a sí mismo.

3 Responses

  1. Mel

    La ESTATUA caída de SHEREZADE

    Cuando el tío Miguel nos visitaba siempre había fiesta. La charanga tocaba alegres melodías y el cura oficiaba una misa en su honor. Los niños lo recibíamos exultantes. Esperábamos con ansia sus historias sobre SERPIENTES gigantes que vivían en la SELVA y los caramelos pegajosos y blandengues que nos regalaba. Yo miraba embobado su sonrisa, completamente de ORO. Una noche en la que el tío dormía con la ventana abierta me colé en su habitación. Pronto distinguí en la mesilla la dentadura brillante y, nervioso, me atreví a tocarla. Un color dorado tiñó mis dedos. A su lado un pequeño bote rezaba: «»Pintura dorada. No ingerir»».
    El día que partió de nuevo a América le devolví los caramelos. Los necesitaba más que yo.

  2. Mel

    Condiciones (in) HUMANAS de GARFIO

    El silencio era absoluto. Estaban agazapados esperando la señal, inmóviles como ESTATUAS para evitar cualquier ruido que pudiera alertar a la patrulla. Llevaban un buen rato entre las matas y empezaban a temer la aparición de SERPIENTES. Al otro lado del RÍO seguía la oscuridad de las noches de luna nueva. Al poco, vislumbraron la anhelada luz con las intermitencias acordadas. Aliviados, contestaron igual que siempre. Pero fue un error. La barca que tenía que llegar hasta ellos prendió en llamas y, tras haber delatado su posición, enseguida estuvieron rodeados.
    El comisario se congratuló por el resultado de la operación. Al fin habían desarticulado la red de tráfico de inmigrantes que hacía tiempo que llenaba los prostíbulos clandestinos de mujeres con sueños rotos.

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