76. Naturaleza muerta (Salvador Esteve)
Tras el cristal de la ventana, miro con tristeza y rabia a mi familia, insertados como tres lepidópteras más de la colección. Mis padres, prácticamente, han cumplido su ciclo de vida, pero mi hermano lo está comenzando y ya jamás batirá sus alas. Una sonrisa se dibuja en el rostro del humano, mi ansia de venganza crece y empiezo a maquinar un plan.
Conozco el lugar donde germina la Nerium Oleander. Me poso sobre ella, abro mis seductoras alas y espero a que pase un macho, uno en especial. Por fin aparece, ciertamente es hermoso, pero aun eclosionado sigue siendo un capullo; todavía siento asco recordando lo que me hizo tiempo atrás en la morera. Me mira un tanto desconcertado, mas viene a mí. Sobre la flor revoloteamos en una danza de sexo, impregnándose nuestros cuerpos de su veneno.
Excitado, me sigue al interior de la casa y, jugueteando, le dirijo hacia el puchero que el hombre acaba de poner al fuego. Aprovechamos las corrientes térmicas para aletear, está confiado. Con un movimiento brusco, rasgo con mis patas sus alas y cae a la burbujeante lava con sabor a potaje.
Satisfecha, me alejo; una venganza se diluye para consumar otra.
«Naturaleza muerta» es un título de lo más apropiado para coronar esta historia de venganza hacia los humanos caprichosos que, por atesorar belleza, terminan con la vida sin ningún miramiento, como si tuviesen derecho a todo. La jugada de esta hembra está perfectamente planificada, con veneno por medio, y es completa, pues en su venganza utiliza e incluye a un macho de escasa sensibilidad, algo no solo aplicable al género humano.
Un abrazo y suerte, Salvador
Dos pájaros de un tiro. Eso se llama eficacia. Si no me equivoco, la ejecutora es una hembra de gusano de seda hecha mariposa. No es de extrañar su destreza, más difícil debe de ser tejer la delicada seda. Muy original el punto de vista.
Esa naturaleza muerta sirvió de acicate a quien podía ser otro nuevo trofeo para el coleccionista y de esta manera la posible víctima acabó con su verdugo.
Me ha gustado mucho tu ingenio para dar ese giro de tuerca y construir una perfecta y justa venganza.
Te felicito por crear un buen micro.
Un gran abrazo, Salvador y cuídate.
Otra vuelta de tuerca. Un buen relato con un punto de vista muy original. Tanto se humaniza la mariposa que no duda en llevarse por delante a alguien de su misma especie para lograr su objetivo. Tal cual.
Un abrazo.
Una historia muy original y bien construida.
Suerte, Salvador.
Dicen que «donde las dan las toman». En tu historia la naturaleza ha hecho el resto.
¡Enhorabuena, Salvador, muy buen relato!
Te deseo muchísima suerte.
Besos apretados.
Muchas gracias, compañeros, por vuestros comentarios. Cuidaos mucho, abrazos.
Muy original, Salvador. Un abrazo y suerte
Es una historia bien tejida, que no deja indiferente al lector el cual a su término se ve obligado a dar vuelta atrás y completar el relato con el título que lo cierra a modo de círculo perfecto.
Muy bueno y original, Salvador.
Un abrazo y mis mejores deseos.
Isabel, Manoli, muchas gracias por vuestros comentarios. Cuidaos mucho, abrazos.