Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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28. No todos los ángeles vuelan

Una vez que me he rendido ya todo da igual. La desesperación da paso a la resignación, el cerebro comienza a pensar en las ventajas de dejarse llevar. Al fin y al cabo luchar contra lo que inevitablemente está por llegar no conduce a nada. Lo acepto. Cierro los ojos mientras escucho el crepitar de los materiales fundiéndose que, junto con el sonido de los objetos al caer, forman un macabro concierto, tan real como siniestro. Huelo a plástico, a goma quemada donde antes, en aquella cocina, olía a tarta de manzana.

Me ahogo, toso, gateo en el suelo.

Cuando el cristal estalla creo escuchar una voz en el exterior que me indica que me levante, que me acerque a la ventana, que le de la mano. No se asusta del pelo chamuscado, de la cara negra y ensangrentada. Sus fuertes brazos me sujetan, me elevan, me rescatan del infierno.

Es entonces cuando descubro que no todos los ángeles vuelan. Algunos, como el mío, necesitan una escalera, llevan casco y se llaman Antonio.

14 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Una situación extrema, a la que se ha llegado por error, desesperación o accidente, a las puertas de la nada, puede ser la antesala de la salvación, la vida tiene esas paradojas. Tú has descrito a la perfección las sensaciones de un lado y del otro, con la destreza de no revelar hasta el final los detalles de ese viaje al infierno, con la grata sorpresa de esa redención salvadora.
    Un abrazo y suerte, Pilar

    1. Pilar.C

      Muchas gracias Ángel por tu siempre esperado comentario. ¡Qué mal acostumbrados nos tienes!
      El tema de las escaleras da para muchos y variados relatos, pero yo desde el principio lo tuve claro: la escalera que salva vidas, la de los bomberos.
      Gracias por pasarte.
      Abrazoss

  2. ¡Ay, Pilar, me encanta tu relato! Sin conocer y sin importar un ápice el motivo de la catástrofe (muy bien desarrollada, por cierto), cuando una ya está empezando a intentar digerir un final muy pero que muy dramático, aparece ese ángel salvador. Y la cosa podría haberse quedado ahí perfectamente, pero no, has añadido ese último párrafo maravilloso que le da un cierre con la suficiente chispa para que el alivio que siente el lector derive, incluso, en carcajada. ¡Chapeau!

  3. Rosa Gómez Gómez

    Los bomberos tienen una profesión de riesgo, cuando la situación es peligrosa ellos deben superar el miedo a la muerte y hacer el trabajo para lo que están formados. Es fácil decirlo, pero no debe ser hacerlo.
    Tu ángel ha conseguido salvarla, lo siento, pero los finales felices me encantan!

    1. Pilar.C

      Efectivamente, es una profesión de mucho riesgo que salva a personas, animales, enseres, bosques…
      Es verdad que es una profesión, pero hay que valer para eso.
      A mi también me encantan los finales felices, Rosa
      Gracias por pasarte por aquí

  4. Pilar.C

    Ana María, ese ángel salvador es Antonio, el bombero. Un homenaje a todo ese gremio y por supuesto a su principal herramienta, la escalera. A la otra herramienta, la manguera, también habrá que homenajearla en otra ocasión. Y esa si que da para relatos muy diferentes ja,ja…
    Gracias por tu amable comentario

  5. Rosalía Guerrero

    Pilar, nos metes en el incendio, yo hasta he olido el humo, es angustiante. Pero por suerte llega ese ángel de nombre Antonio, con su escalera salvavidas. Me parece un bonito y muy merecido homenaje al gremio.
    Un abrazo y suerte

  6. Un ángel que no tenía alas ni halo, pero que resultó ser providencial… Me gusta mucho cómo está contado el micro, desde el punto de vista de la protagonista, con todo lo que ve y siente, y con una escalera que, cerca del final, terminó siendo su salvación.

    Me encantó, Pilar.

    Un abrazo grande,
    Mariángeles

  7. Jesús Navarro Lahera

    Qué buena manera de meternos en la confusión de tu protagonista, que en una situación de riesgo, por explosión o incendio, está a punto de rendirse hasta que llega el bombero con su casco y su escalera para salvarla. Me gustó mucho. Suerte y un abrazo.

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