77. Okupa (Salvador Esteve)
El tictac me despierta, no sé si es el sonido de un reloj o de mi exaltado corazón. Mi cuerpo, empapado en sudor y desorientado, tiembla, la penumbra acrecienta el terror que me ha producido la pesadilla. En seguida me percato de que una luz se filtra por una pequeña rendija e intrigado aproximo mi rostro; el horror aún no ha acabado. No puede ser verdad, cierro y abro los ojos, quiero despertar. Seguro que sigo inmerso en la maldita pesadilla, pues observo a un pajarraco enorme sentado en mi sofá, viendo la televisión y devorando maíz y orugas con gran avidez.
Una portezuela se abre ante mí súbitamente y un resorte me empuja al exterior: mis pulmones se revelan e impulsan el aire que transita libre por la glotis, un espasmo abre mi boca, mi garganta se tensa y no puedo reprimir que mis cuerdas vocales vibren y den la hora. Acto seguido regreso de nuevo a la oscuridad.
Un relato sobrecogedor, con la transmutación de un hombre que ocupa el lugar de un pájaro de madera en un reloj de cuco y viceversa, sin que pueda hacer nada por evitarlo; una suerte de Gregor Samsa marcado por el tiempo, que se vuelve contra él en un bucle del que no puede escapar.
Una historia que hace posible la peor de las pesadillas, en un sufrimiento consciente e infinito.
Un abrazo y suerte, Salvador
Qué maravilla de micro, Salvador.
Enhorabuena y suerte.
Un fuerte abrazo
¡Qué bueno! Muy original ese «intercambio».
Un abrazo.
Carme.