Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

NEPAKARTOJAMA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta última propuesta es el concepto lituano NEPAKARTOJAMA, o ese momento irrepetible. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de DICIEMBRE

Relatos

693. INSTANTE MÁGICO, de Muérdago 3

Los goznes gimieron mientras abría las hojas de la vieja ventana de madera y un penetrante olor a bosque húmedo invadió la estancia. Respiré profundamente, sentía como mi interior resucitaba. Comenzaba a alborear, el cielo se teñía de color calabaza, las gotas de rocío se deslizaban perezosamente a lo largo de las hojas de los viejos arboles, perdiendo el equilibrio y besando el suelo. La alfombra de hojarasca expelía su espíritu que lentamente se elevaba hacia el cielo diluyéndose en vaho. Los mil y un diversos aromas que me abrazaban se alojaron en cada poro de mi piel. La brisa me susurraba al oído una sinfonía interminable. Mis pupilas se ahogaron en los recuerdos. Fui feliz. Por un instante,  había podido formar parte aquel escenario. 

692. LA FUGA, de Musgo de la Mañana

Me sigue.
Sus largas zancadas acortan la distancia entre nosotros al tiempo que nos adentramos en el bosque. Mis zapatos resbalan en la hierba humedecida y estoy por caer a cada segundo. La penumbra es casi absoluta. A pesar de todo, si miro por encima de mi hombro, le observo. Una silueta negra. Ominosa. Ahora le escucho.
—¡Deténgase!
Ni en sueños. Aprieto el paso y tropiezo con las raíces de un árbol. Avanzo como equilibrista un par de metros pero es inútil. Caigo cuan largo soy. No puedo levantarme. ¿Qué será de mí? Se acerca paso a paso. Extrae un objeto metálico del bolsillo y me apunta. Es el fin.
—¿Qué demonios está usted haciendo?
La luz de su lámpara me enceguece. El guardia del hotel lo nota y la retira.
—Salí a caminar.
—Puede cogerlo algún oso.
—Aquí no hay osos.
—No rezongue. Venga conmigo.
Me ayuda a ponerme de pie. Mientras caminamos de regreso, no deja de mascullar.
—Lo que nos faltaba. Chalados que se salen a caminar en plena madrugada.
Imposible no hacerlo. No a diario se tiene a mano un paisaje como éste. Con osos o sin ellos.

691. LO QUE NO VES, de Mariposa 3

Como todo bueno cuento éste inicia así:
Había una vez una mariposa que no sabía que lo era, se acostumbró a verse y conocerse como una oruga.
Observó como sus compañeras adquirían colores fabulosos, como dejabanatrás sus viejas pieles junto al suelo donde ella se quedaba observándolas mientras desplegaban sus nuevas alas.
Una a una la fueron abandonando.
Una a un a cruzaban el aire.
Las observó.
Las envidió.
Cada día buscaba su reflejo en el agua, cada día se decepcionaba,
cada día su reflejo la decepcionabam cada día su esperanza moría.,
Un día dejó de buscar su reflejo, para ella ya no tenía sentido.
Tal vez fue por dolor al no poder vola y ser bella como las demás que decidió acabar con todo.
Subió hasta la copa de un árbol, cerró los ojos y se lanzó.
Esperaba sentir al menos unos segundos la maravillosa sensación del viento contra ella, esperaba sentir el golpe, el impacto; grande fue su sorpresa al sentir que se elevaba y oír a sus compañeras decir \»ya eres una de nosotras\» a pesar de no poder ver sus alas supo que era una mariposa, lo era desde hacía tiempo pero nunca lo pudo ver.

690. MIEDO EN EL BOSQUE, de Zorro Griz

Iba caminando por el bosque rodeado de árboles, a algunos los reconocía
 por haberlos visto en mis clases de botánica, otros me eran totalmente
 desconocidos,el camino sin sendero por el que iba era un colchón de hojas muertas, que al pisarlas ,hacían un ruido ensordecedor dentro de mi cabeza,tenía que llegar a casa de mi abuelo el leñador del bosque, antes de las doce y ,…ya eran las once y cuarenta y cinco,una ardilla que pasaba me saludó, sacándose una nuez de la garganta,y un conejo me invitó con unos huevos de chocolate,gritándome felices pascuas,de repente,… detrás de un enorme árbol se me apareció el lobo,por suerte llevaba en mi canasta, el gas pimienta y la picana eléctrica que mi abuela me regaló para la noche de reyes,sino este cuento tendría otro final,.-

689. OSCURO CAMINO DE HORMIGAS, de Hormiga 2

  A veces, cuando la inspiración no da la cara, trato de escribir fuera de mi escritorio.
       Y hoy es uno de esos días,; pero no hay caso, aquí en el bosque me distraigo con cualquier cosa: el canto de los pájaros, los rayos de sol jugando entre las hojas y el largo camino de hormigas que avanza desde las sombras.
       Malditas hormigas, no sólo se degluten la flora sino que además se encargan de evitar que pueda concentrarme en mi escritura.
       Todos elogian su capacidad organizativa, su laboriosidad; y a mi lo único que me traen son problemas; mantengo una lucha eterna combatiéndolas.
      Son invasoras, es su naturaleza, depredadoras de bosques, cocinas y mentes yermas.
       Aprovechan mi distracción para entremezclarse en mis hojas blancas en blanco.
       Se trepan a mi lapicera, a la que me aferro, y suben velozmente llegando hasta mis
 dedos, avanzando por los vellos de mi brazo.
        Mi reacción es lenta, me cuesta desprenderme de ellas que, vorazmente, llegan a mi cara, mi nariz, mis oídos, mi boca.
       Ellas están adentro, lo advierto.
       Mi mano derecha, como emancipada, comienza a escribir:  EL MARAVILLOSO Y FASCINANTE MUNDO DE LAS HORMIGAS.

688. JUAN EL LEÑADOR, de Cárabo 2

Como cada mañana, Juan se levantó temprano. Antes de que las primeras luces dibujaran las sombras de los árboles cogió su hacha y se adentró en el bosque.
 Ciervos, corzos, zorros, jabalíes y muchos otros animales le saludaban cada mañana pero como él desconocía el idioma del bosque no les podía entender.
Fuera invierno o verano cortaba más de veinte grandes árboles cada día, de  lo cual estaba muy orgulloso. Se le consideraba el mejor leñador de los alrededores.
 Mi hacha corta la madera más dura del árbol más grande-solía decir Juan entre carcajadas.
 Pero una mañana de invierno su hacha tropezó con una madera que no pudo cortar y se rompió en mil pedazos.
 Vieja y estúpida hacha-refunfuñó Juan.
 Tras el enfado decidió pasar el resto del día en el bosque y e ir más tarde a comprar otra hacha.
 Sentado frente al fuego escuchó dos ciervos dándose  los buenos días, unos jabalíes reír mientras se daban un baño de barro e incluso algunos arboles hablando sobre él.
 Aprendió el lenguaje del bosque sentándose un momento. No pudo volver a cortar uno solo de los árboles que lo formaban.

¡¡DECIDIMOS AMPLIAR UNAS HORAS MÁS!!

Sólo podemos estaros agradecidos por el interés…
Tenemos particIpantes que han sido víctimas del discriminador de spam del correo, otros que aplicaron la hora  del plazo al horario insular o internacional, otros que entendieron equivocamente que el día 21 era el último día, que lo incluía…
Jurado y organizadores han acordado que…
Basándonos en el punto 7 de las Bases que dice que » El fallo del jurado será inapelable, quedando éste y los organizadores facultados para resolver cualquier otra incidencia que pudiera producirse» ha decidido…
AMPLIAR UN PERIODO COMPLEMENTARIO DE PRESENTACIÓN DE RELATOS QUE TERMINARÁ HOY 21 DE MARZO A LAS 22,00 HS DE LA NOCHE (HORA PENINSULAR ESPAÑOLA)
Hasta entonces, los relatos llegados permanecerán sin publicar para que esta decisión sea del máximo conocimiento entre todos los interesados que visiten el blog en el día de hoy.

¡ HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!

¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
Estamos contentos en el mismo grado que asustados… mucho.
Han sido casi 3 meses de intenso trabajo, pero también de mucha ilusión por haber sido capaces de generar tanta creatividad. Tenemos una semana para ejercer de jurado (seremos 5 personas en total) y lo haremos leyendo hasta la última letra de lo que habéis compartido con nosotros e intentando seleccionar una representación diversa de todos los estilos y asuntos que habéis sabido descubrir en este bosque particular.
El próximo lunes 26 de marzo publicaremos los relatos seleccionados para la edición en papel y abriremos un nuevo formulario para que podáis votar (sólo podrán votar los participantes) a los ganadores definitivos del concurso. Hasta entonces sólo me queda desearos una estupenda semana de espera y, expresaros (como ya le dije a una participante hace unas horas) que mantenemos la esperanza, ante el agridulce trámite de tener que elegir unos poquitos relatos, de que haber compartido esta «ventana imaginaria” os haya compensado ya, sea cuál sea el resultado.

687. EL CONSEJO DE ÁRBOLES, de Amanita Muscaria 3

El Consejo de Árboles cerró la reunión, más abruptamente de lo habitual. Los árboles más ancianos, con varios siglos sobre sus raíces, insistían en permanecer igual, sin hacer nada. Sin embargo, los árboles jóvenes, faltos de experiencia pero repletos de vigor, clamaban por el cambio y la rebelión. Incitaban a abandonar su posición pasiva y enfrentarse a la humanidad, o acabarían desapareciendo entre sus manos.
\»Acabemos con esos asesinos\», pedían los jóvenes, \»o ellos acabarán con nosotros\».
\»Precisamente porque no somos como ellos\», contestaban los grandes ancianos, \»jamás actuaremos de forma inconsciente, irresponsable ni, mucho menos, cruel\».
Como cada vez costaba más aplacar a los más rebeldes, en la siguiente reunión el árbol más viejo les habló de un pequeño niño humano, perdido en esos momentos en un frondoso bosque canadiense.
\»Adelante\», dijo el anciano. \»Empezad vuestra revolución. Matadle\».
Pero ninguno se atrevió.

686. EL CIRCO DEL BOSQUE, de Duende Zahorí

Emerge disimulado en un recodo del sendero. Llega con el crepúsculo, cuando el sol bosteza rendido  y las sombras de la tarde se diluyen en la lejanía. Levantan su carpa majestuosa,  tejida a base de hojas secas, madreselvas y pétalos de amapola. Un enjambre de luciérnagas ilumina la función.
Pasen y vean: abedules con chistera, conejos que son leones,  el ciervo contorsionista, el ciempiés acróbata, el erizo tragasables.  El cuervo ventrílocuo y su muñeco el espantapájaros. Arañas en monociclo que hilan incansables sus telas. Ciervos malabaristas serpenteando por el alambre. Ardillas elefante y la garza barbuda. Cierra la función el oso lanzador de cuchillos.  Todos exhiben alegremente sus habilidades: el abedul se saca palomas de la manga, el erizo embelesa con su destreza, gimotea el muñeco en manos del grajo, salta el ciempiés más allá de lo imposible. 
Al finalizar la función resuena un coro de abejas, el croar de las ranas, el arcoíris de los camaleones. El viento silabea. Los árboles del bosque aplauden ensimismados.  Algunos comentan que esto no es en puridad un circo. Otros creen que lo hacen sólo por dinero. Todos se equivocan.

684. EN BOSQUE DE LA VERDAD, de El Bosque de Tallac 2

Me incorporé súbitamente del sofá.
Había estado ojeando uno de los últimos libros de John Sally cuando Morfeo salió a mi encuentro, y no tuve más remedio que dejarme arrastrar por su encandilada mirada de paz y sosiego. Antes del abatimiento, reflexionaba sobre el ensayo que John nos regaló a modo de inconsciente manto protector, y que trataba del bosque de la verdad.
Cuánta razón tenía John al afirmar que nuestras esperanzas iban indefectiblemente enraizadas con nuestros temores e ilusiones, y que éstas surten de magnetismo la batería de nuestro reloj biológico, al compás de fracasos y frustraciones a veces, y otras, a ritmo de halagos y aciertos.
Tras meditar, y no someramente, sobre el tema, saqué mis propias conclusiones que intentaban compaginar mi febril mente con la realidad circundante. A veces, la verdad se esconde en un bosque enmarañado de difícil acceso, y así, debemos penetrar con sabiduría en el mismo, observando cómo los elementos de la naturaleza nos muestran amablemente el camino a seguir. La verdad se nos muestra libre de cadenas y prejuicios, como un haz de luz que, proveniente del firmamento, atraviesa toda la espesura en busca de la planta más modesta.

683. UNA HISTORIA DE AMOR, de Lago 2

Descanso sentada en el porche, las pocas nubes que salpican el cielo se asemejan a pequeños corazones. ¿Será mi manera de ver el mundo, o realmente tienen esa forma?
 Los ruidos del bosque me mecen como suaves murmullos, el viento sopla con fuerza moviendo las copas de los árboles en un baile frenético.
 Me ajusto al cuerpo la chaqueta de punto, recogiendo tras la oreja algunos mechones sueltos de mi cabello; pero el aire, descarado, vuelve a jugar con ellos.
 Mi mente divaga a ratos entre el pasado y el futuro; pero cuando te sientes tan próxima a la naturaleza no puedes por menos que colocarte en el ahora.
 Nunca me he sentido tan imbuida por el momento presente como estando aquí.
 El día que llegué a esta casa, las prisas de la ciudad cesaron, apoderándose de mí una extraña calma que ya no ha vuelto a abandonarme.
 Cuando el día termina, el silencio me envuelve vaciando mi mente; cuando me despierto, las montañas invaden mis ojos cubiertas por un velo de misterio.
 Me siento grande, parte de un todo, enamorada y correspondida por todo aquello que me rodea.

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