Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

JUN102. CÓMPLICES, de Paz Monserrat Revillo

Cuando subió la persiana, la luz avanzó decidida hacia el espejo, despertándolo de su largo sopor veraniego. El espejo reaccionó con eficacia, devolviendo los haces de claridad hacia el espacio recién iluminado. 

Al topar con el cuerpo opaco de la niña, lo envolvió, detectó sus límites y comenzó a acariciar su silueta sobre un fondo de partículas que flotaban perezosas en el aire. Una vez dibujado el perfil, nuevos rayos de luz empujaron los contornos de vuelta hacia el espejo. Un raro temblor, como de aguas que se expanden, recorrió su superficie fría y lisa. La lámina fue fiel, aunque confundió— como siempre—la izquierda y la derecha. Pero en el fondo de sus ser, allí donde se produce el diálogo constante de la luz con el metal, no aceptó la nueva versión, llena de volúmenes recién estrenados, de esa criatura que conocía desde hacía doce años y que ese Septiembre volvía diferente , con el cuerpo desajustado y el alma mareada. La fiereza de sus ojos le confirmó que ella tampoco se resignaba a esa sorprendente transformación que le había sobrevenido sin su consentimiento.

SE NOS ACABA EL TIEMPO…

Se nota el nerviosismo… la bestia se acerca…
Acepto la propuesta de esta tarde:
habrá premio para el cazador que logre hacer una captura de pantalla con la visita 666 666
Le pasaremos el detector de falsificaciones, que conste!!!!

JUN100. ESPEJO DEL ALMA, de Sergi Cambrils

La chica que estaba al otro lado del espejo ya no era la misma. Por las mañanas la miraba de reojo para ver si me seguía y, durante un rato, cuando el baño se llenaba de vaho podía gozar de ir a su aire. Luego reaparecía y volvía a ser mi hermana gemela. Una sonrisa simétrica se mantenía cuando teñía de algún color de moda mis cabellos canosos y con lágrimas en los ojos nos mirábamos con la misma intensidad al descubrir, demasiadas veces, nuevas manchitas en mi rostro arrugado. 

Reflexionaba en voz alta sobre el paso del tiempo y estábamos sincronizadas en todo porque se había acostumbrado a mis rutinas y creía conocer todos mis gestos. No solía cometer errores, pero si quería ser puñetera solo debía sacarla de lo que esperaba e improvisar, por ejemplo, una danza loca moviendo todo mi cuerpo y gesticulando un sinfín de muecas estrambóticas. No seguía mi risa porque ahí la atrapaba. 

www.sergicambrils.com

JUN99. EL ESPECTRO, de Ángeles Gómez (Geli / Julieta Vigo)

Apenas tuve tiempo de despertarme y la pesadilla se transformó en realidad. Al pasar junto al espejo lo vi. Se reía con la boca muy abierta, desencajada, sujetándose el vientre con las manos. Cerré los ojos y cuando los abrí, allí seguía el espectro, con aquellas convulsiones de risa silenciosa. Me aparté asqueada.

Esa madrugada había llamado a Julián. La discusión, sin sentido, se prolongó hasta llegar a las vejaciones y las palabras afiladas, cargadas de hiel. Después de años de relación, uno tras otro, los reproches se amontonaban como naipes, y él se envolvía en la indiferencia; un escudo para no caer más hondo. Alcé la voz y, el monólogo, quedó interrumpido cuando él colgó. 
Agotada, los sueños me atraparon en aquel espejo y aquella boca desfigurada por esa risa malévola. 
El sonido del teléfono me despertó. 
Accidente de coche. Julián muy grave en el hospital, leí en mi móvil. 
«¡Julián ingresado en el hospital con la cara destrozada. ¡Maldita sea!». 
Traté de entender qué vida nos esperaba. El espejo me devolvió la imagen de una mujer desorientada, hundida y profundamente triste y, al fondo, al espeluznante espectro, retorciéndose de risa en el suelo.

NI ANÓNIMOS NI FULANITOS

…No volverá a ser lo mismo, lo sé (siempre fui un defensor de la máxima apertura), y siento mucho las consecuencias; pero no encuentro ninguna solución al comportamiento infantil y ofensivo de las últimas semanas, y a la lluvia de spam que nos caen diariamente.
Quiero comunicaros que
  a partir del próximo día 23 de junio (solsticio de verano) en ENTC sólo se admitirán comentarios de usuarios registrados.
Gracias por tanta paciencia.
Un saludo.

TODA UNA CIUDAD EN EL ESPEJO… DE LA INSPIRACIÓN

Los antiguos construyeron Valdrada a orillas de un lago con casas todas de galerías una sobre otra y calles altas que asoman al agua los parapetos de balaustres.

Así el viajero ve al llegar dos ciudades. una directa sobre el lago y una de reflejo invertida. No existe o sucede algo en una Valdrada que la otra Valdrada no repita, porque la ciudad fue construida de manera que cada uno de sus puntos se reflejara en su espejo, y la Valdrada del agua, abajo, contiene no sólo todas las canaladuras y relieves de las fachadas que se elevan sobre el lago, sino también el interior de las habitaciones con sus cielos rasos y sus pavimentos, las perspectivas de sus corredores, los espejos de sus armarios.
Los habitantes de Valdrada saben que todos sus actos son a la vez ese acto y su imagen especular que posee la especial dignidad de las imágenes, y esta conciencia les veda abandonarse por un solo instante al azar y al olvido. Cuando los amantes mudan de posición los cuerpos desnudos piel contra piel buscando como ponerse para sacar más placer el uno del otro, cuando los asesinos empujan el cuchillo en las venas negras del cuello y cuanta más sangre coagulada sale a borbotones más hunden el filo que resbala entre los tendones, incluso entonces no es tanto el acoplarse o matarse lo que importa como el acoplarse o matarse de las imágenes límpidas y frías en el espejo.
El espejo ya acrecienta el valor de las cosas, ya lo niega No todo lo que parece valer fuera del espejo resiste cuando se refleja. Las dos ciudades gemelas no son iguales, porque nada de lo que existe o sucede en Valdrada es simétrico: a cada rostro y gesto responden desde el espejo un rostro o gesto invertidos punto por punto. Las dos Valdradas viven una para la otra, mirándose a los ojos de continuo, pero no se aman.
Italo Calvino. LAS CIUDADES INVISIBLES. Col. Millenium

66667. RITOS, de Antonia García Lago

Al abrirse la puerta de la oscura garganta, la bestia irrumpió en el infierno. El círculo nefasto se partía en tonos y el número con tres seises clareó en el rectángulo negro.
Estridentes trompetas rompieron el cielo y hubo un diluvio de hierros, pinchos y sangre. Rojo sobre negro excitaban el vocerío. La fiera comunitaria aullaba al unísono con una cadencia musical y mecánica. El eterno juego se repetía entre la arena y el sol. Todos los ojos puestos en el sacrificio. Después un bulto inerte y negro arrastrado como marcaba el rito hacia un altar de sacrificio. La ceremonia había llegado a su epílogo. Era negro zaino. Nadie recordaría su nombre: Arcabuz.

JUN98. RELIQUIAS, de Montse Aguilera Vives

De los cientos de trozos en que quedó dividido el espejo sólo fue posible salvar cuatro. El resto cayó al foso en el que hervía el aceite derramado por los guardias que resistían el asedio al castillo y allí se convirtió en lágrimas de plata ardiente. 

Blancanieves, con un cabello que por fin honraba su nombre y un sobrio vestido de seda granate y plata, escuchó con una calma espectral las terribles noticias. Las cuatro esquirlas fueron colocadas ante ella sobre un cojín de satén, a la espera de su decisión. 
Bien sabía ella cuán peligroso había sido el espejo de su madrastra de una sola pieza. La pequeñez de los trozos que le presentaban ahora no engañaba a la anciana. Si caían en malas manos… 
Aún así fue incapaz de resistirse al embrujo embriagador de su promesa. Una de sus manos, de piel arrugada y llena de manchas, encarceló el trozo más grande, de unos ocho centímetros de largo, entre sus dedos retorcidos. 
—Lanzad el resto al foso, por favor —murmuró. 
Cuando los guardias marcharon a cumplir su ruego, su mano, temblorosa, la enfrentó con el más temido de sus deseos: el reflejo de una realidad alternativa e imposible.

JUN97. AMOR RUTILANTE, de Mei Morán

Un día nos repartimos los dos trocitos de la luna rota de un armario. En las tardes de canícula aburrida, el sol se resbalaba en los añicos y nos enviábamos, ella desde el alféizar y yo desde el camino, los fogonazos de un amor primerizo, cándido. A ella no la dejaban salir y a mí me gustaba aquel juego sin malicia.
En el otoño, empezó la escuela. La esperé con ansiedad para compartir los recreos, y hablar de lo nuestro. Pero su pupitre permaneció vacío. Supe que enfermó. Deambulaba cada día, hasta llegar a su calle apartada. A veces, después de largos minutos de angustia, se corrían los visillos y un chispazo se posaba como una mariposa en mi cara. Lloraba de alegría, al final me sacaba el pañuelo y me secaba los lagrimones, para que los muchachos no se rieran de mí.
Se presentó un invierno castigador. De las clases volvíamos mis hermanos y yo con la noche en los tobillos. Nos encerrábamos para no dejar entrar los cuchillos del frío. La primavera más tarde puso las cartas sobre la mesa. Me plnaté debajo de su ventana, aguardando unos destellos que nunca llegaron. Tampoco la volví a ver.

TODA UNA CARRERA METEÓRICA EN CASTELLÓN

… Y van 7 semanas seguidas en las que algún participante de ENTC es el ganador semanal del concurso de microrrelatos de Radio Castellón de la Cadena Ser …
Nuestro champion de esta semana es 
JOSE ÁNGEL GOZALO
Desde este enlace podéis leer el relato ganador… vaya «carrera meteórica»

JUN96. ECOS SOBRE EL ASFALTO, de Érika González Leandro

Después de interminables pruebas han descubierto lo que tengo. Por lo visto he sido víctima de una fuga de cerebros en la que todas mis neuronas espejo se han ido a otro cuerpo. Como ella. Sin esas neuronas no podemos ponernos en el lugar de los demás o aprender buenos comportamientos. Tampoco amar. De ahí, mi potente agresividad y escasa habilidad para mantener relaciones. Y su abandono.

La solución fue someterme a una vacuna experimental de cinco dosis donde me prometieron que me dejarían como nuevo. 
Ahora no solo lloro por todo, sino que cuando llueve mi piel refleja aquellos viejos ecos de silencio que ella lanzó sobre el asfalto tras su portazo final.

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