Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

MAMIHLAPINATAPAI

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. Comenzamos el año con MAMIHLAPINATAPAI, el entendimiento con la mirada. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de MARZO

Relatos

66637. UNA HISTORIA VULGAR, de Nieves Martínez

Árzur ya apuntaba maneras. Desde aquella mañana de domingo en la que el párroco dejó caer el crucifijo que se estampó a la vista de unos atemorizados feligreses, su vida no volvería a ser la misma. Tras sentir un leve cosquilleo en su piel erizada, sus ojos se rindieron fascinados ante lo que había sido la evidente obra del Maligno. El cura dijo que tentaba a las noches, estando uno en la cama, y decidió esperar a aquella sombra que provenía de alguna parte del pasillo. Pero él no iría a combatirlo con luces ni peluches y escondió la ballesta. Cuando la madre encendió la luz, el cuarto se tiñó de rojo y el termómetro saltó por los aires. Descanse en paz.

JUN19. EL CASO DE LA CIUDAD ESCAPARATE, de Mercedes Jiménez Rueda

En este lugar, los escaparates reflejan distintas zonas del mismo rostro. Al norte, la zona luminosa de la frente, llena de lujosas urbanizaciones. Al sur, la zona hundida del labio superior, formada por las barriadas grises de la periferia. En el centro emerge ostentosa la nariz, una colina donde se alza el viejo castillo de la ciudad. 

Una mañana de invierno aparecieron rotos los escaparates de la zona adinerada. Los ladrones, alertados por el pitido de las sirenas, huyeron sin llevarse el botín, de modo que, de las decenas de cráteres abiertos en la frente empezaron a chorrear joyas, perfumes caros y ropa de diseño. Una cadena de oro quedó colgando sobre la punta de la nariz, provocando tal estornudo que la frente se agachó de forma brusca. En ese instante, se desató sobre la periferia una tormenta de camisas, collares y corbatas de mil colores, que mujeres y niñas descalzas se apresuraron a guardar en sus chabolas. 
Y mientras al sur, se celebraba ese golpe de suerte inesperado, al norte, la policía seguía sin explicarse adónde habían ido a parar los artículos de lujo.

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JUN18. DESPUÉS DEL CREPUSCULO, de Jerónimo Hernández de Castro

Desde la lejana aventura de su niñez, Alicia vivía feliz en el mundo de la reina de corazones. Había alcanzado cierto estatus y su amistad era muy valorada por todos los habitantes del universo paralelo que ahora constituía su hogar. Algo le faltaba. Se percató aquella noche de insomnio cuando paseaba por la estancia, su puerta de entrada a aquel sorprendente lugar. El espejo mostraba desde este lado un marco liso sin barniz, muy distinto a las hermosas molduras de nogal de su antigua casa. Se quedó fascinada al ver la imagen de aquel joven en un espacio desconocido. Nada más descubrirlo, le cautivó de inmediato su porte altivo y majestuoso, la palidez de su rostro y esos ojos tan profundos. Él no podía verla. Paseaba irritado frente al espejo desde cuyo reverso nada tenebroso tan solo Alicia podía observarlo. De pronto, la joven extendió el brazo a través de su única ventana al mundo en que nació para tirar con todas sus fuerzas del borde de la elegante capa de su amado que, por primera vez, disfrutó del amanecer sin sobresalto alguno, preguntándose cómo sería la vida de un vampiro en el país de las maravillas.

66636. MARTA LA VOLUNTARIA, de Juan Mª Igarreta

A Marta, que pertenece al voluntariado parroquial, le encanta jugar al parchís. Esta tarde juega con Lucía, una anciana que vive sola. Ahora es Marta la que tiene el turno de jugada; ésta saca un seis con su dado, por lo que repite la tirada, volviendo a salir el seis; y al lanzar de nuevo el dado, un tercer seis surge sobre el tablero. De pronto, se escucha un ruido estrepitoso que hace estallar los cristales de la casa. Al mismo tiempo, la esbelta figura de la buena Marta toma forma de un horrendo pajarraco que, tras clavar sus enormes garras sobre el escuálido cuerpo de Lucía y dejarla tirada en un gran charco de sangre, sale huyendo por la ventana veloz.

JUN17. MÍRAME Y MÍRATE, de Mercedes Marín del Valle

De algún lugar de procedencia desconocida, llegó un objeto misterioso y de forma irregular, que taponó parcialmente el sumidero del lavabo.
Algunos quisieron asomarse atraídos por los destellos de tan mágico objeto. Otros, sedientos de agua y transparencia, quisieron nadar sobre su pulida superficie. Los más desconfiados decidieron por todos, y juntos, esperaron.
Después de muchos segundos de merodear a su alrededor sucumbieron irremediablemente a su poder.
Sintieron inquietud al observar elaboradas membranas rodeadas de finos pelos, moverse sin descanso. Cuanto más intentaban huir de los monstruos, más se le acercaban estos.
Adela se disponía a abrir el grifo del lavabo cuando vio que aún quedaba un pequeño trozo del espejo de su polvera rota y utilizando unas pinzas de depilar lo extrajo del orificio con cuidado.
En un examen minucioso de la pieza hubiera podido ver que un sinfín de microbios luchaban por aferrarse a su superficie para evitar el fatal destino, sus pequeños y numerosos cilios podían librar mil y una batallas sobre la piel de Adela, sin embargo, su ingeniosa arquitectura evolutiva no había contemplado la posibilidad de sobrevivir a espejismos.

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66635. ÁNGELES Y MUCHO MÁS, de Blanca Castañeda

A la bestia le gusta esconderse en ese espacio interior, debajo de las viejas alfombras de nuestras entretelas.

La contenemos, la domamos todo el tiempo que es posible pero de repente reaparece, porque nunca se va. 
Convive con ese ángel que casi siempre habla por nuestra boca y que se acurruca cuando las fuertes voces de sus antípodas emocionales hacen acto de presencia. 
Se viste de rojo, como el color de la sangre que inyecta los ojos cuando nos abduce y sin control, como la espuma del mar de fondo que rompe contra los acantilados, magulla sutil pero profundamente nuestro orgullo. 
La inevitable calma llega y el ángel calcula el daño y pide perdón a media luz.

JUN16. LA ESCLAVA, de Inés Zapirain López

Los espejos me atormentan desde hace años, pues cada vez que me miro veo a otra. Odio esa imagen. Me asquea su belleza. Sus cadenas me perturban. Deseo su espada. He intentado evitarla: en mi casa no hay espejos. Sin embargo ella se cuela en los charcos, los escaparates… ¡No la soporto! ¡No quiero que irrumpa en mi vida!
Esta mañana descargo mi rabia haciendo limpieza. Tirando lo que no uso apaciguo mi mente. Cuando mis dedos se topan con un pequeño espejo siento la extraña necesidad de abrirlo. Sé que si lo hago la veré. Mis rodillas tiemblan mientras me siento. Cansada cierro los ojos. No puedo más…
Mis manos me desafían abriendo el espejo. No puedo evitar mirarme; mirarla. Quiero abandonarme a esa imagen, fundirme con ella. Ahora me muevo y se mueve conmigo. Mis manos dan vida a sus manos. Ahora somos una y no puedo parar: juntas tomamos la espada y rompemos las cadenas; corremos en busca de un reflejo distinto. Sonreímos. Despertamos los sueños dormidos. Buscamos a ese amor rechazado mil veces. Vivimos… El ruido del espejo cayendo sobre el suelo me despierta. Mi pecho se agita. Lo recojo tímidamente y… lo abro.

JUN15B. CONCAVIDAD, CONVEXIDAD Y PUNTOS DE INFLEXIÓN, de Ricardo R Gonzalez Ramos

Era el primer año que mis padres no me llevaban a las festivas atracciones, ¡por fin iba solo!

No recuerdo si eran 5 o 10 pesetas. 
Era caro disfrutarlas. La mejor música se escuchaba en los autos de choque y a las chicas guapas les gustaban las buenas canciones. A mi me gustaba “Borracho” de Los Brincos. A ella no. Empezábamos mal. 
¿Cómo continuó? 
Un mareo impresionante. El látigo me descolocó. La noria era pequeña. Viéndolo hoy agradezco que aún no hubiera martillo y esos extraños artefactos actuales. 
El algodón se pegaba a los labios y me parecían besos. Ella no quería algodón. 
Pero ¿tenia que ser la hija de mi profesor de física? 
Me encontré desorientado ya en la entrada. 
Me golpeé en tres de los espejos. ¡Mira los marcos! Decía riendo.
No me gustó vernos deformes. 
¡Este es el cóncavo y ese convexo! 
Al menos me ayudó a aprobar, pero en el último de los espejos supe que no era mi tipo. 
Acabó gustándome más “Sola”. 
Fue mi venganza.

66634. ¡ME VOY!, de Jesús Coronado

Ana cerró la puerta con un ¡Me voy! Dos palabras que lo resumían todo. Se acabaron los insultos, los maltratos, el miedo. Subió al ascensor, al fín sería libre. Pero la expresión de su cara,la de la bestia que llevaba dentro, le hizo saber al abrir la puerta que no iba a ser tan fácil. Juan bajó la escalera como el mismo diablo pistola en mano y esperó. Esta vez no la insultó, simplemente le puso el cañón en la frente y disparó a bocajarro. Y mientras la veía caer como una muñeca rota envuelta en rojo carmesí cínicamente le dijo «por fín eres libre pero no te hagas ilusiones no será por mucho tiempo» puso el revolver en su boca y disparó por segunda vez.

JUN15A. AUSENCIA , de Nuria Casado

La mesa está preparada y el menú promete ser tan insípido como de costumbre. Por el rostro de mis padres y hermano , sé que algo no marcha bien. Sus rostros graves de miradas huidizas intentan un inicio de conversación, basada en las noticias que el locutor va desgranando con voz monocorde en el televisor. Me parece verlo todo con distancia, como espectadora de un teatrillo de malos actores que intentan dar naturalidad a la escena que se desarrolla. En un momento de ésta, mi hermano hace un comentario aparentemente banal con voz crispada y mi madre se echa a llorar desconsolada, mientras mi padre aprieta los dientes y agarra la servilleta con tal fuerza que veo sus nudillos blancos. Voy detrás de mi madre que se ha refugiado en el baño,y la descubro mirándose en el espejo en el que veo reflejado su rostro macilento y ojeroso. Conmovida, la abrazo muy fuerte, pero ella parece que no puede sentirme ni verme desde hace unos días, yo tampoco veo mi imagen reflejada en el espejo…

UN PREMIO… CALENTITO

Entenderéis todas, todos, que haya algunos premios que a uno le da una especial ilusión anunciar…
… y es que ha sido una pequeña incursión con un comentario en ENTC y enseguida ha llegado el chivatazo… 
Efectivamente, hace tan sólo unos poquitos días que 
ALEJANDRO POZO (Epífisis)

ha ganado el primer premio del Certamen de Relato Erótico Cinco Sentidos de Cáceres
(…y es que ya sabemos de sobra las habilidades de Alejandro en el género…)
Pues AQUÍ podéis ver la noticia y en SU BLOG podéis leer el relato.
¡¡Felicidades Alejandro!! 

JUN14. EL PATINADOR, de Ginette Gilart

En un gran lago helado, más allá del verano, un hombre de negro se deslizaba. Llevaba puesta una especie de levita antigua, que debía de haber conocido épocas de gloria en los grandes salones de baile de San Petersburgo.
Era el espectáculo preferido por los niños del lugar: como una extraña ave zancuda, sobre una pierna y hasta el anochecer, Nikolai Ivanovich patinaba sobre el inmenso espejo.

http://ginettegilart.blogspot.com.es/


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