Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

JUN90. HUIDAS, de Miguelángel Flores

Lleva toda la tarde mirándose en un espejo de mano. Se lo ha acercado su hermana para que se entretenga y no la moleste. Porque la pequeña, que se ha de quedar a cuidarla, lo que querría es salir a la calle a jugar a la charranca con las demás. Y asomada al balcón busca escapar entera a través de la mirada. Mientras la grande, condenada a permanecer por siempre tumbada, aprende a hacerlo por el espejo, por donde no necesita piernas que la sostengan. Cuando la madre regresa de limpiar escaleras ajenas, encuentra a una, ciega, con los ojos fugados tras un tejo de rayuela; a la otra, escapando, con la cabeza a medio devorar por el espejo. Y ella, que jamás supo hacerlo, huye con tan mala fortuna, que en lugar de hacerlo para afuera por la puerta, sale corriendo hacia dentro. Llegando tan lejos en su pecho, que nadie nunca más la encuentra.

JUN89. MI CUERPO INVERSO, de Marta López Cuartero.

Todos los días la contemplo en la luna de metal, deseando que esa imagen que me mira repetida desde el lado silencioso e infinito sea irreal. Observo el detalle del paso del tiempo. Piernas y rodillas más gruesas, cintura sin curva y un cuello flácido de pliegues sumergidos. Las manos, de ambas, con las venas de relieve azul recolocan el vestido ajustado de vivos colores, que hoy le he prestado. Me arreglo la melena, que ella tímida también maneja. Y siendo sólo huésped de las cuatro paredes de mi habitación, cuando yo camino la observo como con mis tacones se mueve libre, sin dimensiones, ingrávida. Y siempre me espera. No sé si es a mí o a la sombra ya intuida de mi madre.

JUN88. SIEMPRE ME GUSTÓ DECIR LA VERDAD, SIN DOBLECES, de Mª del Rosario Val Gracia

La primera vez que me miraste, me hiciste sentir especial. Pero a los pocos días observé algo en tus ojos, ya no miraban igual, como si no me soportaran.

Querías alejarte, mi sinceridad te hacía daño, te deprimía. Pero pronto me echabas de menos, volvías a mí y de nuevo ocupaba tu mente. Necesitabas ayuda, salir, encontrar el camino, lo real, sin embargo lo negabas y me mentías, te engañabas.

Cada vez duraban menos tus ausencias, hasta ese fatídico instante en que fue imposible separarnos, discernir quién estaba dentro de cada cual. Me convertí en tu desesperante obsesión. Tantos años pendiente de mí, definitivamente te pasaban factura. Presentí que esta vez, no era como las demás. 
Esta mañana tu madre levantó tu debilitado cuerpo del suelo, en tu mano ensangrentada, uno de mis añicos. En el hospital nada pudieron hacer por ti. Esta vez era yo el que entraba en tu cuerpo, hiriéndote mortalmente.

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JUN87. 1000 VUELTAS, de Esperanza Tirado Jiménez

Parecía que la reunión había ido bien. Buena conversación, buena compañía,… Planes de futuro se abrían ante ella. 

Pero algo la martirizaba siempre por dentro. Le dio mil vueltas a la cabeza de camino a casa. 
¿Qué impresión habría causado? ¿Tal vez si hubiera sonreído más…? ¿Habría dicho algo inconveniente, o se había quedado corta? ¿Quizá no debería haber escogido ese vestido de estampado geométrico fluorescente y los taconazos de tiras de charol negro? ¿Un pantalón de pinzas y tacón bajo, algo más conservador, la próxima vez…?
 Pero… ¿Y si no hubiera próxima vez? ¿Y si hubieran tachado su nombre de una hipotética lista de promesas emergentes? 
Dudas y más dudas, indecisiones, y si sí y si no,…, analizando pros y contras,…, repasados mentalmente hasta la extenuación. 
Por más que se miraba en el espejo, no encontraba el reflejo que los demás veían de ella. Quizás debería cambiar su espejo interno… Quizás a nadie le importaba… 
Una baldosa rota la hizo tropezar, cayéndose de sus tacones. Se vio reflejada en un escaparate: despatarrada en el suelo, despeinada, manchada de barro… 
Se echó a reír. Lo que tenga que ser, será.

JUN86. LOS SUSPIROS EN EL ESPEJO, de Concha Asensio Albaladejo

El gorjeo del agua, el sabor a sal, sus manguitos de princesas. Cuando cierra los ojos puede oler hasta el rumor del mar. 

Está cansada, probablemente dormida. 
Lleva muchas horas delante de los apuntes, los mapas y la mochila que le recuerdan que, inexorablemente, el tiempo pasa y, esta vez, juega en su contra. 
No, no se ha equivocado, sólo ha sido un bache en el camino, ese camino que empezó hace diez minutos, hace un segundo quizá.
 Queda tanto por hacer, tantos abrazos que recibir, tantas sonrisas que gastar, tantas lagrimas que perder que esto no es más que un diminuto escollo. 
Es la primera vez que se enfrenta a una dificultad- si, es cierto, han habido otras y muy difíciles-, pero era tan pequeña, tan pequeña, que solo las recuerdo yo. 
– No pasa nada mi vida, esto te hará más fuerte, más valiente, más mayor… 
Y para sobrellevarlo mejor sonríe, píntate las uñas y sigue mirándote en el espejo.

JUN85. EN EL ESPEJO, de José Manuel Molina Monclova

Ahí estaba el reflejo de aquel desconocido, puntual como cada mañana, con su mirada vacía y su rostro cansado. De repente apareció el otro misterioso reflejo igual de puntual, los dos se agacharon hacia el lavabo y abrieron el grifo, el agua resbalo por ambos rostros se secaron con las toallas y sus rostros reflejaron su humanidad.

-¡Hola cariño! 
-¡Buenos días amor¡ Un sonoro beso inundo el espacio de aseo. 
Los dos alzaron la voz. 
-¡Niñas, arriba!

JUN83. DE DÓNDE SALEN LAS PALABRAS, de Raquel Ferrero Puchades

¿De dónde salen las palabras? ¿Lo sabes tú? Sí, te lo pregunto a ti, no me mires así. Pero tú qué vas a saber, a ti sólo te gustan las imágenes, eres un burdo imitador de la vida, reflejas, copias, muestras, no eres nada original. Tan altivo, tan desafiante. Te crees brillante pero eres un opaco y nadie adivina lo que escondes tras de ti. 

Sé que tú acabaste con Narciso porque te preguntó y no le contestaste, ¡arrogante! Y que ayudaste a Perseo a matar a Medusa y liberaste con ello a las serpientes. Pero lo peor fue cuando engatusaste a Alicia y se volvió loca, la chiquilla, con su mundo del revés. 
Todo lo muestras al contrario, a todo le das la vuelta. Piensas que eres alguien porque coquetean contigo, te muestran su mejor cara, su perfil bueno, esconden su tripa y estiran la espalda cuando pasan frente a ti. 
Supones que eres muy importante porque hasta los fantasmas te temen. Pues yo no te temo. ¿Quieres que te diga por qué? Porque no sabes leer. Ni tan siquiera tu nombre sabes: OJEPSE

JUN82. NUNCA MÁS, de Javier Palanca

 Creo que fue el niño de los Maldonado el que descubrió, jugando, que pulsando tres veces el seis, el espejo del ascensor se licuaba y podía ser traspasado. Al principio nadie se atrevió a pasar más que la punta de los dedos, pero poco a poco la curiosidad fue yendo a más.

 En una reunión de vecinos, Julio, el de la octava, contó que había estado en la multiplicación de los panes y peces, y que si bien había bastante pan, solo habían tres bacalaos salados que, dados los más de cuarenta grados y la poco agua, dieron de sobra. 
Las reuniones, que eran continuas, se convirtieron en clases de historia espectaculares. 
Pero un día todo fue trastorno. Héctor, el jubilado del sexto, encontró a los hermanos Gutiérrez totalmente deshechos. Con su mantenida lucidez nos llamó a todos los que pudo antes que a la policía. 
Estaban repletos de dentelladas y trazos de garras. Se especuló sobre que algún depredador abría traspasado el espejo antes que ellos, pero yo mismo fui el que les hizo ver que, en la esquina inferior derecha del espejo, el mayor de los hermanos había escrito con su propia sangre un triple seis. 
RELATO FUERA DE CONCURSO POR SER JURADO ESTE MES

JUN81. ÉSE, de Fernando Andrés Puga

Tengo un imitador. Un sosías. Un otro que soy yo y no, al mismo tiempo. Un alguien que replica mis movimientos, que repite en simultáneo mis gestos. A ése me lo encuentro a cada rato. En los baños, en el hall de casa, en las vidrieras, en los charcos que quedan en las calles después de las tormentas, en los lagos cristalinos que aparecen tras los cerros cuando pretendo eludirlo por un rato. 

 Desde el momento en que tomé conciencia plena de su presencia me he esmerado en la búsqueda de pequeños detalles que lo diferencien de mí. Por ahora sólo he descubierto uno, él es zurdo, pero es poco y no me resigno. Ha de haber algo que demuestre con creces y sin dejar lugar a ninguna duda que soy yo el original, el que decide, y él no más que un imperfecto reflejo. 
 No pienso bajar los brazos hasta que quede bien claro, aunque sé que en este instante vos, el del espejo, estás pensando exactamente lo mismo y con la misma determinación. ¿O acaso me equivoco, eh?

JUN80. HELADO DE MARISCO, de María Rojas

Le gustaba travesear por calles con fama de ser transitadas por diversos malandrines. Una noche iba sin prisa, mirando complacida espejear su silueta en los charcos de agua. De repente de un abollado sombrero negro saltó un hombre, apodado el Gato, quien bufando improperios, se le tiró encima y le estampó un apasionado beso con su hocico frío. Alicia se quedó tambaleante y con un inacabable sabor de helado de mariscos en la boca.

NOS LEEMOS EN RUTA 6

Blanca Castañeda lleva unos meses por ENTC regalándonos historias, pero gran parte de su tiempo lo dedica a tirar de un proyecto cuyo fin último es repartir becas de estudio entre los alumnos de un orfanato en Bal Mandir, Nepal. 
Eso es Ruta 6.
Acaba de poner en marcha una nueva iniciativa para difundir el proyecto a través de un concurso de microrrelatos. Hay varias categorías, pero el premio es poder participar en un proyecto así. 
Aquí os dejo el ENLACE a las bases del concurso.
¡¡¡¡Váaaaaamonos de ruta!!!!

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