Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

JUN64. NUNCA MÁS, de Nicolas Jarque Alegre

Su relación estaba condenada al fracaso. Él no la trataba bien, siempre se reía de ella sin motivo aparente y disfrutaba menospreciándola, por las mañanas sobre todo, y al acostarse, sin proporcionarle una tregua, su único propósito era mofarse de las pintas con las que se enfilaba a la cama. Ella, tan susceptible, sucumbió a sus artimañas y empezó a evitarlo. Dejó de vestirse para él: abandonó sus alegres prendas floreadas que la distinguían como la hija de la primavera y se instaló en la oscuridad del invierno; rehuyó su desnudez y la escondió para sí, avergonzada por esos kilos de más que se adquieren por la buena vida y los efectos naturales del paso del tiempo. ¡Qué tonta con lo hermosa que tú eres!, le replicaba cuando se desahogaba y compartía conmigo su pesar. Y como la quiero tanto y sus lágrimas son mi cruz, decidí poner el punto final a su tormento. Me presenté ante él, me lo cargué al hombro y lo bajé a la calle para que el primer camión de recogidas de escombros hiciese mi trabajo. Desde entonces, no más espejos que se interpongan en nuestra felicidad.

UNA INSPIRACIÓN… PROPIA

Muchas de vosotras y de vosotros ya sabéis bien lo que es escribir desde el otro lado del espejo, porque ya aparecéis en el recopiltaorio que la Internacional Microcuentista hizo sobre el tema. 
Para los que no lo conocéis, podéis echar un vistazo a este enlace, donde, además, encontraréis todos los relatos seleccionados. 
¡¡¡Hala, a inspirarse!!!

JUN63. MAL TRAGO, de Blanca Oteiza

Como una reina de corazones se sabe bella y presume como una duquesa en sus fiestas de anfitriona. Acaricia al gato, compañero en sus largas noches de soledad, donde triste añora las que tuvo de pasión desbordando el río del amor. Un conejo blanco aparece por detrás invitándola a seguirle. Duda, no sabe qué hacer. Va tras él. Se pierde en túneles de asfalto donde suena la música de algún garito sórdido. Una puerta se abre y sale un sombrerero quien con un guiño levanta su chistera y una explosión de color a modo de confites inunda el escenario como si de un mago se tratase. Edificios grises adornan las calles vacías donde la naturaleza asoma en forma de desnudas ramas de famélicos árboles que danzan abrazados con el viento. El rey de la noche sale a su paso ofreciéndola un vaso de aguardiente que le quema la garganta. Se queda muda, un grito se ahoga en su interior. Quiere gritar más fuerte, no puede. El gato salta de sus brazos en busca de un mejor refugio. Se mira al espejo y comprueba que todo sueño ha sido.

66659. MAL LADRÓN, GRAN CABRÓN, de Ignacio Feito

A saber qué lío se traen las plañideras con el niñato imberbe, que si esta es tu madre, que si este es tu hijo, si lo sabrá él.
…uff, lo peor es lo del cuello.
…el tolosabe me llama ladrón, pero él es un fiasco, mírenlo ahora.
…jamás bebí sangre de niños.
…el soldadito ha ganado la túnica, tres seises en los teserae.
…debe de ser la hora sexta, veo perfectamente mi sombra, han debido de ponerme algo en la cabeza, como una cornamenta, beee.
…vaya tormenta que ha caído.
Cuando todos se han ido, vienen unos muchachos invertidos y me bajan. Dicen que me darán instrucciones. ADios. Recojo los dados medio derretidos por el sol, se me quedan grabados en la mano. Qué cruz.

JUN62. EL NIDITO, de Susana Revuelta

El «estudio diáfano, céntrico» del anuncio resultó ser una antigua carbonera rehabilitada con una ventanita encima del fregadero; eso sí, orientada al sur. Para dividir espacios hice instalar un tabique hasta el techo, con espejos por ambos lados. Daba tal sensación de amplitud que decidí colgar otro detrás del cabecero. El viernes, para la inauguración, descorché unas botellas de sidra con los amigos. Cuando ya nos despedíamos, Diego insistió en que no podía conducir, que veía doble, y se quedó en casa. En mi cama. No me dejó dormir en todo el fin de semana. Insaciable, practicaba todo tipo de posturas, excitado con nuestras imágenes reflejadas. El lunes ni nos levantamos; el martes se acabaron las provisiones de la nevera; así que el miércoles, en el despacho…

—Oye, Clarita, reina —me despertó mi socia. Tenía la cabeza apoyada en el teclado y percibí cierto tono de reproche en su voz—. Ya te vale, ¿eh? Este expediente era para ayer. Venga, mueve… ¿Llevas betún o son ojeras? —Ahora la noté envidiosa. 
Esa tarde le comuniqué a Diego que lo nuestro no podía ser. Por supuesto, los espejos se quedaron donde estaban, con el dineral que me habían costado…

estelasdetinta.blogspot.com

JUN61. LA VERDAD INVERTIDA, de Esther Gómez

Allí estaba yo, vacía de mi misma, mirándome en el espejo, escudriñado cada palmo de mi fisonomía. No quería quedarme en lo superficial, necesitaba traspasarme ver si desde mi interior existía alguna posibilidad de volver a inventarme. Estaba perdida en esa profundidad, sintiendo la levedad de mi ser. 

Noté que me faltaba el aire, me estaba ahogando. Poco a poco mi imagen se fue desvaneciendo para instantes después componerse como en un calidoscopio. Giraron diferentes momentos, pude ver la dulzura de mi infancia, la rebeldía de mi adolescencia, la ilusión de mi juventud, la responsabilidad de mi madurez…Me había convertido por un momento en testigo de mi vida. Era mi verdad la que estaba reflejada, aunque invertida, no dejaba de ser mi verdad.
 Al cerrar y volver abrir los ojos, nada había cambiado, mi tristeza sin fondo permanecía allí, delante de mí. Cerré mi puño con crispación y golpeé en el centro del espejo con toda mi rabia. Se partió en mil pedazos. Cogí uno de esos trozos y corté mis venas. 
Desde el otro lado, en todas aquellas lágrimas de cristal, corría la sangre.

66658. LA RENDICIÓN, de Miguelángel Flores

Al verla lo vi claro, era el diablo. Labios rojos, vestido marcando sus lunares y un perfume que enseguida te enmorcillonaba. Me acerqué y le dije, mire usted, quisiera venderle mi alma. No, no estoy loco, pero no tengo novia, ni creo que ya la tenga. Así que, lo mejor es que usted me lleve, y que haga conmigo lo que quiera. No quiero morir sin más. Sí, esto que ve es lo que parece. Es cosa de su colonia. Por lo visto es muy buena. Ahí sonrió. Cogiéndome de la pechera, me sacó por la puerta de atrás. Entonces, descubrí su rabo. Me lo arrancó todo. Todo. Feliz, quise darle las gracias. Pero no pude; por donde me vació de alma, me había sorbido también la voz.

JUN60. CAMINARÉ SOBRE LAS NUBES, de Pedro del Río

Nunca alcancé el lago en mitad del desierto. Cuanto más caminaba aquella senda polvorienta y más quemaba el sol, más se alejaban aquellas acacias reflejadas en la orilla, espejo vibrante en el horizonte. Inalcanzable horizonte. Añoré las nubes, añoré la lluvia y el barro. Soñé soltar los plomos que atenazaban mis tobillos y poder volar, ligero, volar hasta el mar. Caminar más allá de la realidad.

Hoy se ha ido el sol. Se ha ido el azul. Algodones grises parecen cubrirlo todo. No hay reflejo, no hay luz, no hay camino. Añoro la lluvia, el agua cubriendo el sendero, un brillo… No sé volar, no sé nadar, pero si ponen un espejo en el suelo… yo bajaré hasta el cielo y caminaré sobre las nubes.

UN ENCUENTRO INTENSO Y FUGAZ

JAMS, Sotirios Moutsanas, Jesús Redondo Lavín, Susana Revuelta, Saly, Nuria Casado y Javier Ximens

Sólo pudimos estar un momento, lo justo para ver recoger a Susana Revuelta su premio como Segunda Clasificada en el V CONCURSO DE ESCRITURA «MICRORRELATOS CASEROS» convocado por la Red de Bibliotecas Públicas del Ayuntamiento de Madrid, y hacernos esta foto para la gente de ENTC.
También escuchamos nombrar entre los finalistas a una veintena de autores entre los que se encontraban Mel Elejoste, Rubén Rojas y Jerónimo Hernández que no pudieron asistir.
Enhorabuena a tod@s

JUN59. CARA A CARA, de Miguel Pereira

No hace mucho tiempo La Verdad y la Mentira discutían airadamente sobre las deidades de su carácter. La primera con un discurso coherente, lustroso y bien vertebrado se apoyaba en la honestidad como sublime muestra de bondad; mientras que la Mentira, frente a la anterior, recurría a las clásicas tretas, que la habían encumbrado entre los más hábiles trileros de la oratoria, para conseguir llevarse el gato al agua. 

Poco a poco, por la vehemencia de las contrincantes y lo arraigado de su pensamiento, el enfrentamiento fue adquiriendo tintes violentos. La Verdad, cauta y un poco asustadiza, decidió dar por concluido el soliloquio a dos voces, dejando aturdido al espejo que, como único testigo del lance, me contó (con las mismas palabras que acabo de utilizar) esta anécdota.

JUN58. ¿QUIERES JUGAR CONMIGO?, de Begoña Heredia

-Tienes que hacer tu maleta, mañana nos vamos de vacaciones

-¿Y el espejo? ¿Me le puedo llevar? 
– Claro que puedes. 
-Elena, esta manía del niño con ese espejo no es sana. ¿Por qué no se lleva los patines? 
-Al niño le gusta jugar con el espejo. 
-¿Pero sería más natural, que le gustara salir a pasear en bicicleta con el primo? 
-El primo es muy diferente a él, no se parecen en nada. 
-Pero Elena, no es normal que hable con el espejo. 
-Él no habla con el espejo. 
– Por esta vez voy a dejar que lleve el espejo, pero en cuanto regresemos, irá directamente al trastero. 
-¿Vas a abandonarle en un cuarto oscuro? ¿Vas a volver a hacerlo? 
-¿Abandonarle? me refiero al espejo. Elena no empieces, no tuvimos la culpa. 
-Yo no soy culpable, fuiste tú quien lo castigo. 
-Fue un accidente Elena. 
– Le encerraste en el garaje. 
– Le dije que se fuera a pensar lo que había hecho, no sabía que el freno no estaba puesto, te lo he explicado mil veces. Fue un accidente. 
-Deja que juegue con el espejo, su reflejo es lo único que le queda de su hermano gemelo.

JUN57. EL ESPEJO DE LOS RELATOS, de Juan de Bering

Pedían un relato con tema espejo, estupendo Me dirigí al baño y me puse delante del pequeño óvalo de la pared, en busca de inspiración. Sonreí, me sonrió. 

Veamos, comencé: un espejo mágico… no no chaval, me dijo el espejo, no vayas por ahí que ese camino ya lo anduvo una madrastra. Cierto, concedí; pues podría ser que el protagonista no envejeciera pero su reflejo sí… ¿como el retrato de aquél?, me interrumpió socarrón. Ah, claro; pues quizá entonces el relato de alguien que se enamora de sí mismo al verse; igualito igualito que un tal Narciso, rió el espejo, mal vamos. Hummm, dije algo amoscado ya, pues uno en el que se ve el futuro y a veces el pasado y… jaja, como el de Galadriel, ¿verdad?. Maldición. 
¿Qué?, preguntó burlón el espejo, ¿te rindes o se te ocurre por fin algo original? 
No es muy original, le dije mientras me envolvía el puño con la toalla, pero por lo menos tengo el título: ¡siete años de mala suerte! Inútil, plagiario, siguió gritando desde los mil trocitos esparcidos por el suelo. Ahora tendré que barrerlo, pero podré escribir tranquilo el relato de una niña que pasa a través del espejo.

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