Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

ABR154. DULCINEA, AMOR DE HIJO, de Laura Garrido Barrera

Alberto saludó a María, la enfermera del primer piso. Subió un tramo de escaleras y entró en la habitación. Saludó en voz alta esperando una respuesta. Desde el baño se escuchó una voz acatarrada que le dijo que esperara mientras se miraba en el espejo y se afanaba en recoger sus cabellos lacios, largos y encanecidos en un moño sin gracia. Se ajustó el corsé y la falda, y dio gracias por estar tan sumamente delgado. Después repasó con un pintalabios sus labios agrietados y entonó sus mejillas con algo de color. Por fin salió para abrazar a su hijo y preguntó:
—¿Aún no te has puesto la armadura?
Tras dos horas, Alberto, con el abrigo puesto, descendió las escaleras hasta la primera planta.
—¿Cómo ha encontrado a su padre? —preguntó María.
—Mucho mejor. Intercambiar los papeles le ha quitado un gran peso de encima.
—Dice que ya se sabe veinte capítulos de memoria.
—Sabe cuarenta y… por si acaso, ¿podrían retirarle todos los libros de caballerías? ¡temo por sus vidas!
—No se preocupe. El barbero y el cura han muerto, y al ama y a la sobrina les quitamos las cerillas.

http://demispalabrasylasvuestras.blogspot.com

ABR152. NOBLEZA, de Belén Molina Moreno

El hidalgo caballero Juan de Garay huía de las airadas tribus tucumanas, asediadas por sus huestes y las de Núñez de Prado durante largos meses. Respiraciones furiosas mezcladas con cantos de guerra le perseguían y le cegaban el entendimiento y la visión. Su pie tropezó con el vacío encerrado en el hueco de una roca. La piedra le dio un primer beso convulso, como un silbido. Su cuerpo se fundió con la dureza del fondo y su cabeza quedó envuelta en una explosión de luz.
El atleta caballero Juan Fernández corre un cross bajo el sol cegador del mes de julio. Sofocado pero manteniendo un buen ritmo, alcanza a su mejor contrincante que corre sin rumbo, perdido. Tropieza con su honor, la luz del sol explota en sus ojos, hablan y le cede su norte y su victoria.

ABR151. LOS TRECE DE LA MAGA, de Ignacio Feito

Bajo el torreón de la bella Azozaifa se han juntado decenas de pretendientes. Pedro de Fadrique traza con su espada una línea recta en el suelo.
-Esto es la tierra. Aquí y ahora, decidid si queréis ir en busca del cielo.
Un hombre avanza hasta la línea y con su arma dibuja otra, formando ángulo con aquella. Quebrados así los temores, más hombres se acercan y van trazando líneas que, pegadas a las anteriores, representan un primer cuadrado. Redobla el murmullo cuando otros caballeros deciden dar el paso de modo que van sumando líneas, formándose una fila de cuadrados y, como algunas veces llegan varios señores al mismo tiempo y son todos caballeros, por no molestarse dibujan dos cuadrados uno al lado el otro siguiendo luego la fila de a uno hasta que queda sobre la arena una especie de cruz de cuadrados con dos transeptos.
Fadrique toma entonces un guijarro del suelo y lo arroja con levedad sobre el dibujo sagrado. Después comienza saltar con una sola pierna sobre los cuadrados, rito que es inmediatamente imitado por el resto de los caballeros.
Trece subieron al final donde Azozaifa. Y Boabdil, su padre, viéndolo todo y lloriqueando como una niña.

UN MICRO DE… UN CONOCIDO CABALLERO

EL TESORO

Don Quijote arreó a Rocinante con tanto ímpetu que éste, de un brinco, ganó la vertical e hizo caer al suelo a tan ilustre hidalgo. Justo detrás, su escudero Sancho Panza, se vio sorprendido por tamaña reacción.
– ¿Qué pasa don Quijote?- ¿No ves allá delante?, el enemigo se eleva tan alto que roza el cielo
– Yo sólo veo molinos mi señor
– ¿Estás ciego? ¡Nos rodean para arrebatarnos nuestro tesoro!
– ¿Nuestro tesoro?
– No alces la voz y acércate que te cuento: anoche en la bodega, mientras nos explicaban las delicias del vino de la Mancha, no pude resistir la tentación y metí en el zurrón cuatro botellas. Y doy fe que este vino es espectacular, su color tiñe la vida de pasión, su aroma enamora locamente, su sabor afrutado es gloria para los sentidos y su frescura al entrar en contacto con el paladar te eleva al Paraíso…
– ¡Don Quijote! ¡Ahí veo una botella casi vacía! ¿Y el resto?
– Calla Rocinante, digo Sancho Panza, si hay que morir será sedados con esta maravilla…

DAVID MORENO http://microseñalesdehumo.blogspot.com

ABR150. A SUS PIES, de David Moreno

Al llegar la noche, en la soledad de su dormitorio, por fin se quita la pesada armadura que oculta su alma. Ha sido otra agotadora jornada y tan solo dispone de unas horas para recuperar el aliento. Sabe que le esperan nuevos demonios en el camino, fantasmas que deberá combatir con valentía, gigantes que derribar. Viuda, en paro y con dos hijos a su cargo.

ABR149. EL ADVERSARIO, de Rubén Rojas Yedra

A lomos de su caballo Danceny cruzaba el puente. Una niebla sólida ocultaba el otro lado del río. De repente el caballo relinchó ante un enorme áspid.
—No os asustéis —un siseo atroz rechinó entre la bruma—. ¿Veis estos colmillos curvos? Os ofrezco satisfacer cualquier venganza a cambio de vuestro caballo.
Danceny, sabedor de la mutabilidad del diablo, sopesó las ventajas del trueque. De un lado, no arriesgaría su vida a duelo con Valmont. Por contra, perdería a su fiel equino. Danceny saltó de su caballo, que temblaba adivinando su destino, y exigió una prueba escrita tras la muerte de Valmont. Así pactaron y la sierpe se hundió en el fosco paraje. Días después se rumoreó que el carruaje de Valmont había sufrido un accidente. De madrugada Danceny volvió al puente funesto para encontrarse con el maligno. Esta vez se presentó encarnado en bella dama. Tan hermosa que Danceny sucumbió a sus encantos y quedó prendado sin advertir su verdadera identidad. Tan enamorado, que olvidó pedir la prueba material. No fue difícil para el diablo —la joven Cécile— envenenar a Danceny con las salivas de la traición. Valmont, que había salido ileso, entregó gustosamente su caballo a Lucifer.

ABR148. LA PROMESA, de Asun Gárate Iguarán

Cuando mis ocho hermanos y yo éramos pequeños nuestra madre falleció de repente, quizás de cansancio. En el entierro, mientras el ataúd desaparecía bajo las paladas del sepulturero, nosotros nos sentíamos muy huérfanos y llorábamos escandalosamente. Para consolarnos, papá hizo una promesa: él estaría siempre a nuestro lado, nunca nos abandonaría.
Fiel a su palabra, ha cumplido cien años y aún sigue aquí. A veces coge una pulmonía, sufre de ciática o lo atropella un tranvía. Nada grave. Pasa una temporadita en la cama y se levanta como nuevo. Un poco resignado tal vez, algo más encorvado.
Mis hermanos y yo hace mucho que no le necesitamos, pero qué orgullosos estamos de él. Un hombre capaz de mantener lo que prometió, un caballero.
Mamá no piensa igual. Vino a casa el domingo por la tarde, tan guapa como la recordábamos. Nos preparó la cena y charlamos hasta que anocheció. Se lamentaba de llevar demasiado tiempo sola en el cielo. Antes de irse le agarró del brazo a papá, le acarició las arrugas del rostro y le dijo que todo tiene un límite, que se muriera de una vez.
Él nos contó con los dedos de la mano: todavía quedan cinco…

EL LIBRO VIAJERO.. ENTRE PALMERAS

Esta era otra de las imágenes que nos hacía ilusión recibir… y tengo poco que decir… que la imagen no simboliza para nada la ambientación del cuento del autor, pero que no hay mejor símbolo que lo qu véis para saber desde donde nos llega… No sé si con eso vale…

ABR147. ÚLTIMAS NOTICIAS, de Nicoleta Ionescu

“Pasados tres años desde su extraña desaparición, en un accidente de avión ocurrido en Rumanía, durante la caza de jabalíes organizada por el millonario Ion T., el académico español José Luís Morales Diaz, historiador de la cultura indoeuropea, discípulo de Mircea Eliade, fue declarado oficialmente muerto.”

La viuda no llora. Piensa en sus últimas palabras:

“…los magnates, que pagaron un montón de dinero para satisfacer su sed de sangre, volvieron a sus casas. Nos quedamos los tres invitados especiales de Ion, los del Orden de los Caballeros Danubianos… Había encontrado a Ion T. en 2000, como sponsor principal del Congreso de traciología de Bucarest, cuando me había entregado aquella medalla representando al Jinete Tracio, Héron Invictus, el Inmortal… Desde entonces… me puso en contacto con…. una permanente correspondencia… descubrimiento epocal…. el Orden… tabú… misión secreta…

Mañana por la noche… la caza mágica… cada año… a los… de febrero… solamente los iniciados … El Jinete reincorporado saldrá de su grieta para matar la Fiera… Persiguiéndole, descubriremos la entrada en la Montaña Sagrada. Los misterios de Zamolxis… la inmortalidad…

Entre tanto, “nuestro avión” caerá al suelo. No habrá sobreviventes. No llores, María. Perdóname. Destruye esta carta. Te amo mucho…”

ABR146.GUERRERO DE LUZ, de Miguel Ángel Page

Desde el día que el caballero se percató de la supremacía que podía ejercer con la Espada de la Verdad, no dejó de servirse de ella en ninguna de las contiendas. La fuerza de esta era tal, que podía partir en dos a muchos de sus enemigos con un único impacto. Blandía el arma con tal destreza que el desconcierto entre sus rivales iba en aumento, y su leyenda no tardó en extenderse lejos de su tierra.
Los combates empezaron a resultarle demasiado desiguales, y cada vez se enfrentaba a más adversarios él solo. A pesar de ello, siempre habría pueblos que conquistar y órdenes que restaurar.
Mas llegó una jornada funesta en la que tuvo que librar batalla contra lo que consideraba como carne de su carne.
Su mano, aún convulsa, contrastaba con la firmeza del acero que, inflexible ante la traición, se hundió en el pecho de su hermano.
El ocaso fue testigo mudo de cómo el caballero enterró para siempre la Espada, junto con aquel que tanto había venerado.
Entonces se halló tan triste que no supo siquiera qué hacer

ABR145. LA SECRETARIA DE DON QUIJOTE, de Purificación Menaya Moreno

Alonso, inquieto, despelucha su triste figura por las paredes de la oficina. Se sienta en la mesa con la mirada perdida en las nubes de la ventana. Dulce le ha servido el café en el bar de la esquina, hoy se ha atrevido a mirarla de reojo, y, embelesado, le sonríe a su recuerdo.
—Claudia —pregunta a su secretaria—, ¿y Sánchez?
—Bajó al café.
—¡Maldito Sánchez! —pero enseguida se disculpa: —Perdone, Claudia…
Ella sabe que necesita un empujón:
—Reaccione, don Alonso. Mire que Sánchez la invitará a pasear en la vespa, le enseñará el atardecer desde la Rosaleda y se la llevará al huerto. Si lo sabré yo….
—¡Por favor, que mi Dulce es una dama…!
—Una dama, sí… ¡Pero no de piedra! Usted, don Alonso, con su seiscientos, es mucho mejor partido; si le lee unos versos de Neruda, la conquistará. Y si la tutea…
Don Alonso ya no la escucha, se vuelve a la ventana, coge el abrecartas y arremete contra las nubes, las pincha: ¡a la cargaaaaa…! La moto de Sanchez pedorretea hacia el bar. Dulce pasa la bayeta por la barra; enseguida termina su turno, se ha dejado el paraguas y está empezando a llover.

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