Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

NOV20. LA NOCHE CAMBIÓ MI VIDA, de Jesús Urbano Sojo

La conocí entre whiskys y vodkas. Le presenté a mi sonrisa y me guiñó un ojo. Ella estaba sola en la ciudad esa noche. Yo estaba estresado por mi futura boda. Recuerdo vagamente una banal conversación. Las risas se intercambiaban sutilmente con coqueteos. Cambiamos el oscuro bar de copas por una luminosa suite, en un hotel. El ascensor fue el primer testigo de nuestra pasión. Pecaminosos besos se intercambiaban con obscenos cariños. Me costó abrir la puerta de la habitación, aunque ella no pareció tener el mismo problema con mis pantalones. Me vienen a la mente sus jadeos, mi sudor, los olores de nuestros cuerpos, los arañazos en mi espalda, sus dientes mordiendo mi piel. No puedo explicar con palabras la enorme satisfacción que alcancé aquella noche, con un clímax tras otro, hasta acabar exhaustos. Desperté solo, en una habitación desastrada, confuso, cansado, dolorido y con resaca. Tenía varias llamadas perdidas de mi chica, a la que nunca podría
 volver a mirar y amar de la misma manera. Cancelé la boda, pues estaba obsesionado con la imagen de mi fugaz amante. Entró en mi vida y, en unas pocas horas, arrasó mis cimientos… como el fuego. 

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NOV19. ANATOMÍA DE UNA VENGANZA, de Carlos Alberto Torres Gómez

Se propagó entre los matorrales como un reguero de pólvora; pisoteó la hierba de los prados y, mofándose de todo cuanto abrasaba a su camino, se dirigió hacia las casas. Al llegar, se encaramó a una de las paredes lechadas, ascendió sigiloso por la escaleras y acarició con sus manos la madera de las puertas. Desde allí, bajó al salón, donde bailó de seguidas con una mujer hasta que la depositó extenuada sobre el lecho más cercano. Cuando el cuerpo exhaló su último aliento, se adentró en el patio y rompió cual tenaza el alambre del corral, segando las vidas de los animales que yacían en su interior. Acto seguido, continuó su danza por las veredas de la noche, riendo a carcajadas y buscando entre los tejados de las viviendas un sitio donde descansar. Su memoria ardió ruidosamente y en la combustión de sus entrañas solo quedaron cenizas de odio y rencor.

CAYÓ LA PLATA DE REC…

Ha sido un placer escuchar Relatos en Cadena de la Escuela de Escritores y la Cadena Ser y disfrutar con unos cuantos amigos de ENTC por allí. 
Encontramos a MIGUEL ÁNGEL FLORES
con su brillante relato La explicación que ha conseguido el envidiable (envidia de la sana) resultado de ser el ganador del mes de octubre de Relatos en Cadena.
Disfrutamos también de escuchar de nuevo
 el Opuestos Complementarios de NIEVES TORRES (que nos acompaña en ENTC desde el pasado mes de octubre), que ha sido otra de los tres finalistas del mes.
Y de manera absolutamente inesperada encontramos en el jurado de este mes a otra gran amiga de este espacio, LAURA GARRIDO, invitada por el programa de la Cadena Ser por convertirse con su blog De mis palabras y las vuestras en cronista de aquel concurso.
Ha sido todo un placer escucharos… 
Felicidades, de nuevo, a Miguelángel; 
y nuestra más sincera enhorabuena para Nieves y Laura.

NOV17. LA MATANZA DE SAN BARTOLOMÉ, de Javier Palanca

La noche del 23 de Agosto de 1572 el odio hacia los hugonotes se extendió como el fuego lo hace en un pinar sediento.
Catalina de Médicis y su hijo Carlos IX de Francia decidieron exterminar a los cabecillas protestantes, pero la matanza no tuvo límites. Corrió la sangre por las calles como los ríos discurren por su cauce.
Matar resultaba sencillo para los católicos amparados en el dios verdadero y en lo que creían la cruzada perfecta: Limpiar su propia ciudad, París, de cucarachas. Unas 2000.
Catalina no pretendía que las cosas discurrieran así, pero no sentía que todo estuviera en su mano y en la de su hijo. Además, ella había sufrido dolores mayores que los que ahora sufrían los hugonotes.
Ella, Catalina de Médicis, había visto a su marido, Enrique II, sentado sobre el regazo de Diana de Poitiers haciendo sonar la guitarra, e incluso en alguna ocasión tocándole las tetas, esas que ella percibía como más tersas.

NOV16. AÚN ARDE EL FUEGO, de Teresita Bovio

En las cambiantes luces del espejo se esfumó, la traviesa niña rubia  y su hermano que trepaban a los árboles o escalaban el tapial a la hora de la siesta.
Maduró la grácil e idealista jovencita enamorada.
Envejeció la madre que ambicionaba un porvenir venturoso para sus pequeñuelos.
Cambió mi figura, me delatan la redondez de mi cara y mis caderas, se ensanchó mi sonrisa suavizando mis rasgos europeos, las arrugas dibujan el largo camino recorrido y mis fuertes manos amparan a todos los que quiero.
Ya no tengo la belleza de la juventud, si las ansias  y proyectos.
Celebro cada amanecer y agradezco cada día. Fueron muchas las dichas concedidas, también tristezas y lágrimas por duelos.
En el balance de mi vida, feliz compruebo que el haber supera al debe.
Soy audaz, independiente, inquieta, escribo cuentos y poemas.
El otoño trajo nuevas alegrías, nietos,  familia y amigos.
Pedir más no puedo.
Mis ansias y deseos  aun arden como el fuego y entibian mi corazón lleno de anhelos.

NOV14. FUEGO EN LA PIEL, de Eva Galindo Esteban

Y él la miraba como quien ha encontrado un tesoro y necesita desenterrarlo y a ella ese brillo llevaría su cuerpo y su alma donde quisiera. Es cuestión de piel.
Comienza la combustión y se besan y se acarician rápido, sin algo de la ropa que últimamente siempre sobra.
Se mueven al unísono durante un rato aunque sin armonía. Él se abandona.
Ella lo siente y le busca por segunda vez. Nota que ya no está allí pero quiere traerle a su lado. Necesita de su cuerpo, de sus caricias que ahora pueden ser directas y sin pausas.
Después solo queda su olor y la lluvia que golpea los cristales.
Poco a poco el celeste de él se torna gris, lleno de nubarrones de remordimientos que ella trata de evitar y el camino de vuelta se vuelve abrupto y frío.
Ella solo quiere saber por qué entonces llegaron tan lejos y desaparecería para no seguir notando el bajón de él que retumba desde su corazón. Bum. Bum. Bum.
Y él, de pronto, no quiere saber nada y las llamas se apagan dejando un laberinto de dolorosas cenizas”.

 www.miltyflinn.blogspot.com

NOV13. NOCHE DE SEXO, de Miriam García León

Como el fuego, tus manos moldean mi cuerpo llevándolo a la perfección. Dibujando en él  los matices escondidos de la pasión que nos envuelve. Como el fuego, arde mi sangre que llega a mis entrañas con idilios jadeantes de deseo. Te miro y en tus ojos puedo ver a la bestia que nace en ti, me despoja de todas mis fuerzas y me hace tuya, una vez y otra más, hasta que el fuego que nos envuelve se apaga, dejando paso a las  frías y grises cenizas.

 http://galileaventrue.blogspot.com.es/

NOV12. LA JUGUETERÍA SIN NOMBRE, de Alberto Quiles

Sin saber por qué, son atacados y callados. Se les arroja por un precipicio de desesperación eterna y se les reducen a cenizas.
De sus propias cenizas resurgen como ave fénix. Son moldeados y maquetados. Se les introduce el chip mártir de la obediencia y son programados para servir y acatar.
Primero, les llenan las mentes con promesas envenenadas para más tarde empaquetarlos como hermanos gemelos en una caja que les separa de la realidad. Esos son los ingredientes del (humano) juguete perfecto.

 http://escribirynoparar.blogspot.fi/

NOV11. ROJO COMO EL FUEGO, de Gloria Arcos Lado

    Rojo cálido como el fuego, así era el color de su pelo, un sorprendente  color que  coronaba su hermosa cabeza, altiva  y a la vez cercana, bella, y siempre extraña.
     Aquella cara, tierna y llena de misterio, era capaz de hacerme sentir el ser más feliz de la tierra o el más desgraciado del Universo, con tan solo dirigirme  un gesto.
     Por eso, en cuánto veía que se acercaba a mí, trataba de desentrañar en cada uno de sus gestos,  cuál sería su veredicto.
     Cada  tres  meses, pobre infeliz, yo trataba de intuir en su mirada cual sería el destino que me esperaba. Intentaba  ver  en sus ojos  la  mínima muestra de aprecio u  aprobación, o el mínimo rastro  de  enfado y  desdén.
       Siempre  temía enfrentarme cara a cara con ella.  Era tanto el poder que ejercía sobre mí, que no era capaz de mirarle de frente, y decirle lo que  esperaba de ella, de mi querida profesora de historia,  que  ese  trimestre, me pusiera  un sobresaliente.

NOV10. SOTIRIOS Y LA DUQUESA DE LALBA, de Sotirios Moutsanas

Entré en la majestuosa mansión y esperé a la duquesa de Lalba. Mi insolvencia y la necesidad de encontrar empleo me producían estrés durante la espera. Mi ventaja, mis conocimientos  culinarios y mi experiencia en lo equino; mi desventaja, mí avanzada edad. Apareció la duquesa,  se acercó hacia mí y profirió:
—Don Sotirios, vuestras referencias son inmejorables. Está usted contratado, pero primero tiene que escuchar sus deberes y si está  de acuerdo puede empezar a trabajar.
—Soy todo oídos duquesa.
—A las 6:30 se levantará para preparar el desayuno a mis nietos, después vestirles, y llevarles al colegio. A las 9:30 tiene que limpiar las veinte  habitaciones, los ocho baños, quitar el polvo, y después descansaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

aa. A las 11:30 tiene que dar a comer a los caballos, lavarlos, barrer el establo, y después descansaraaaaaaaaaaaaaaaa. A las 12:50 tiene que preparar la comida y…
 De pronto aparecieron dos hombres del Samur con una camilla y un hombre en ella que tenía la cara más roja que el fuego.
—¡Este es el que descansaaaaaaaaaaba duquesa!
—Don Sotirios, veo que además de competente es también sagaz.
Lo único que tendría que hacer era aguantar seis meses, comprar mi nicho, y por fin. Descansaaaaaaaaaaaaarrrrr.
 

NOV09. PROMETEO, de Pablo Fidel Moncayo

Urbin, sentado en su silla giratoria, chasqueó sus nudillos y sonrió.
-Está decidido. De seguir así, en un año verá la luz.
-¿¡Qué!? ¡Jamás hablamos de mostrarlo! No, no nos lo permitirá. Él jamás nos dejara hacerlo.
-Eres un paranoico, James. La gente tiene que saberlo. Debe saberlo.
-¿Y qué si debe? ¿Necesitas que te recuerde una historia?
James sacó de su bolsillo derecho un mechero  Zippo dorado y lo encendió con habilidad. La llama brillaba con un vaivén hipnótico, casi mágico, y James la puso a pocos centímetros de la cara de Urbin.
-Esta maldita llama fue los que nos dio el Titán Prometeo. Robó el fuego a los Dioses para entregárnoslo. ¿Crees que le dieron una palmadita en la espalda? No, le ataron en una roca para que un cuervo le picoteara el hígado noche tras noche, pues éste le volvía a crecer. ¿Qué crees que nos pasará a nosotros? Yo solo sé que mi hígado no volverá a crecer.
-Lo ves a través del cristal incorrecto, amigo.
-¿Y cual es el cristal correcto?
-Cuando mostremos el  cubo al mundo, no seremos el Titán Prometeo.
-¿Y quién seremos? –Contestó James con desgana.
-Nosotros seremos los Dioses.

NOV08. INFIERNO, de Aurora Royo Cañadas

Soy Sagitario y mi cumpleaños es en noviembre. Sagitario es un signo de fuego. No es el único. También Leo lo es.
Como Sagitario, soy idealista y como joven, era tonta. Por eso, cuando era joven leía el horóscopo. Y me lo creía. A pies juntillas.
Un año mi horóscopo me anunció que en noviembre tendría una aventura amorosa que me calentaría como el fuego. Y en noviembre me lié con un Leo.

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