Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

MAMIHLAPINATAPAI

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. Comenzamos el año con MAMIHLAPINATAPAI, el entendimiento con la mirada. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
días
0
2
horas
0
8
minutos
4
0
Segundos
1
5
Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de MARZO

Relatos

OCT76. LA GLORIA, de José Antonio Tejeda Cárdenas

Con el pecho de revés y el corazón sin aliento va el poeta balbuceando lo que le susurra el viento:
« A mala estrella has confiado todos tus sentimientos. La estrella que has elegido huida está del firmamento.  Bajar le vieron ayer con una estela de versos. Llevaba un deseo tuyo entre tinieblas muy envuelto. No le volverás a ver. Tu poesía se ha muerto»

INSPIRACIÓN… DESDE LAS ESTRELLAS

Lo mismo que Adán la primera noche,  igual que los poetas la soledad primera o el primero sueño, yo descubrí mi constelación primera.

Fue Orion, un gigante cazador, guerrero o lo que fuera… En sus hombros lucían Rigel y Betelgeuse, que lo mismo podían ser nombres de estrellas que de caballos; en la cintura los tres Reyes Magos, que no supo decirme si lo atan como un cinturón o solo le señalan el camino.
¿Quién era Orion? Podía ser un gigante, como el Ursus de Quo vadis?, provisto de una maza y un escudo para defenderse del Toro. (El Toro era la constelación que estaba enfrente de él, cuya estrella Aldebarán, mira por dónde, tenía el mismo nombre que el cuarto rey mago que se inventó mi abuelo). (…)
Cerró la ventana, como se cierra una cartilla, y dijo:
—Míralas bien, porque ya dijo otro poeta que «una noche es la edad de las estrellas».
—¿Qué quiere decir eso, abuelo?
—Que al alba todas se mueren.
—No es verdad. Están todas las noches.
—Pero no son las mismas.
—¿Que no son las mismas?
—No. Nadie se baña dos veces en el mismo río n i ve dos veces la misma estrella. Aunque siempre podremos preguntarnos si es porque se apagan y se encienden cada noche o porque nuestros ojos son incapaces de verlas.
EMILIO PASCUAL. El fantasma anidó bajo el alero. Edit. Anaya

OCT75. CABALLO DE TROYA, de Ignacio Rubio Arese

Los fantasmas pusieron cerco a nuestra casa, hostigándonos cada noche con su ulular de laúd quejumbroso. Mamá calafateó las ventanas para cerrarles cualquier resquicio. Padre impregnó el tejado con resinas y alquitrán.
El desconcierto se apoderó de ellos. Vagaban entre las sombras con gesto confuso, lamiendo los muros en busca de alguna rendija. Terminaron por desistir. Sin más, desaparecieron de la comarca tras meses de acoso. Las estrellas regresaron de su exilio.
Pasado un tiempo encontramos en el patio un arcón de madera, una suerte de cofre semienterrado que contenía un televisor. Nadie en la aldea podía permitirse tamaña suntuosidad. ¿Qué demonios hacía ahí? Lo introdujimos sin demora en el cuarto de la lumbre, lo colocamos sobre una repisa y, con aires ceremoniosos, Padre lo puso en marcha. Imágenes en blanco y negro desfilaron ante nuestra mirada perpleja.
– ¡Hay que deshacerse de ese engendro! – gruñía la abuela Casandra desde su   poltrona –. ¡Solo traerá disgustos!
Esa tarde contemplé por primera vez la efigie del Caudillo, el rostro de sus acólitos. Estaban ahí, sin previo aviso, junto a la chimenea. Entonces comprendí la sutil celada que nos habían tendido. Finalmente, los fantasmas habían tomado nuestro hogar.

OCT74. ANHELO, de Virginia González Dorta

Por si alcanzaba alguna, para saber de su tacto y de su aroma, subió a la colina más alta.  Al llegar a la cima, seguían lejanas, inaccesibles.
Trepó  a una montaña mayor, luego a otra y a otra.
Incansable, se ganó todos los ochomiles, sin poder atisbar siquiera de dónde salía el titilar que lo cautivaba.
Desde el balcón contempla ahora el triángulo del verano.
Y en el cuerpo, tatuadas para siempre, fulgurantes, con su polvillo en la sangre, siente un rumor: el de los tres astros girando alrededor del corazón.

 phoeticblog.blogspot.com

OCT73. PESCADOR, de Fernando Andrés Puga

Temprano, antes del alba, suelta amarras. A veces sale acompañado; hoy no. Con sus redes, se hunde en la negrura del poniente y las arroja donde sabe que se encuentran los mejores cardúmenes. Espera y mientras, se tiende en la cubierta a contemplar el cielo que imperceptiblemente dará a luz un nuevo día.
Hoy está calmo. Sin nubes, sin vientos que hamaquen con violencia su reposo, aún sin ese frío de los amaneceres invernales. Hoy puede ser.
¡Son tantas las estrellas que pueblan la bóveda celeste! No es fácil dar con esas tres; las que se alinean en el último instante de la noche y señalan hacia el lugar donde van a parar las almas de los muertos.
Quiere saber. El día en que te fuiste recordó la leyenda que cuentan los nativos y decidió creer. Viene entonces a la negrura antes que el sol la borre y mira al firmamento. Irá hacia allá cuando sepa el camino; irá por fin hacia los peces.
Hoy puede ser. Sí, algo pasa. Una, dos, tres… ¡Sí! Son tres luceros señalando hacia el sol. ¡Allá…! ¡A toda máquina, compañera! Y ahí va la barcaza a perderse en la nada.
Amanece.

OCT71. TRES AMIGAS, de Marga González Acinas

Era una noche cálida.
En ese tiempo un verano era el inmenso espacio que se extendía desde el día que te daban las vacaciones hasta la vuelta al colegio.
Recuerdo que estábamos tumbadas en el jardín mirando el cielo y soñando con el mañana; vimos tres estrellas que brillaban como chinchetas clavadas en el universo y nos las repartimos,  me sentía feliz.
Pero llegó la vida y sus aguas nos arrastraron sin remedio;  teníamos una tarea que cumplir y lo hicimos; había que vivir.
Hubo  momentos felices y otros de frustración. Hemos cantado, reído, sufrido y dudado; como ustedes, como todos.
Pero nosotras hemos logrado permanecer como inseparables aún estando separadas y esa ha sido nuestra suerte: tenernos, conservarnos, disfrutarnos.
Esta noche he salido a la terraza y el cielo me ha recordado al de aquella lejana noche, pero hoy, solo he podido encontrar dos estrellas… una extraña congoja se ha apoderado de mí y he sabido que a partir de ahora el futuro será  un poco más triste y tendré que afrontarlo un poco más sola.

 http://280ypunto.blogspot.com.es/

OCT70. TRES ESTRELLAS, de Òscar Pareja Bañón

Observo al cielo y reflejo su oscuridad, mientras mi corazón se apaga, «poquito a poco» como dice la canción.
Muero.

 Tumbada en la terraza de casa, me  arropa la noche con su manto estrellado. Escucho los pasos de la muerte pero me asustaría más la posibilidad de no poder localizarlos en el firmamento por última vez. Tiembla mi mirada al esforzarse por encontrarlos. El dolor me provoca unos segundos de ceguera. Al abrir mis ojos, veo el triángulo de fantasía que siempre han formado, aunque desaparecieran en fechas distintas. Me sacan una última sonrisa, mientras los recuerdo uno a uno:  A la izquierda, el Italiano de los porqués, de las fábulas imposibles, de las canciones y de los cuentos por teléfono, el genio capaz de crear una gramática de la fantasía. En lo más alto, el Alemán interminable, el inventor de los hombres grises que nos roban el tiempo, el de los 13 salvajes, Lucas el Maquinista y Jim Botón. A la derecha, el Británico que hizo de su vida una serie de relatos inesperados y oscuros, capaz de imaginar una tableta de chocolate única, un melocotón gigante y una niña eternamente recordada como Matilda. Y…
desaparezco
en ellos.

OCT69. LAS SEÑALES DEL CIELO, de Esperanza Temprano

No quiere irse a la cama, esta noche no, se ha sentado en la puerta de casa para contemplar el cielo. Le tiemblan las comisuras de los labios  que no se sostienen  por el peso de las penas. Sus ojos vidriosos  están clavados en  esas tres estrellas que brillan por encima de las otras. Han vuelto.
 La primera vez se llevaron a Andresillo, el más pequeño, que se ahogó en el pozo.
 La segunda, no quiso mirarlas para ver si así pasaban de largo sin cobrar ningún tributo, pero Adela las vio, cogió la maleta y voló tras ellas. Aún, cada mañana, sale a otear el horizonte para ver si algún día la ve regresar entre las brumas y la niebla.
 Sabe a qué han venido esta vez y está preparado. Se acurruca en su primer beso; en el olor de los prados recién segados; en los pajares, cómplices de tanta pasión furtiva; en la lumbre solitaria del hogar… Las mira un último instante y cierra los ojos. El cárabo entona un réquiem, las luciérnagas apagan sus luces y el viejo  bastón descansa a los pies de su memoria.

 http://elrastrodelapalabra.blogspot.com.es

OCT68. "EL CELOFÁN DEL SUEÑO\" poema en un bolsillo (Homenaje a F.Gª.L), de Nieves Martinez Menaya

        Tres distancias descubro escritas en la noche. La primera se esconde oculta entre las nubes. Como tu boca, escapa. Ella es altiva y frágil y sabe que la espero. Mis sábanas la cubren y cantan una nana hasta que cae dormida, enamorada. Embarazada de mis besos, se entrega al fin y pide que la envuelva el celofán del sueño.
         La segunda tus ojos, cosidos a la noche, se adhieren a la piel y la desangran. Como un ave dormida le roban a la aurora la luz de una guirnalda en el jardín del cielo.
         Son tus manos la otra, que me rozan y trepan con la avidez del  trueno. Puedo verlas. Las miro. Las miro y las aprendo: sus firmes geometrías, la callada liturgia que en sus dedos se enreda. He de rozar los bordes de su cara secreta y sus nudillos suaves y…..(……)…….Presiento que me llevan y que será esta noche. Te dejo mis palabras colgadas de este verso. Tal vez hoy sea yo quien clave en este cielo tres luces con mi nombre donde puedas mirarme, cada noche. Y entonces viviremos (Agosto,1936 )

RELATO FUERA DE CONCURSO 
YA QUE SU AUTORA  ES JURADO ESTE MES

MÁS PLATA… EN EL REC

Hoy volvemos a confirmar el buen nivel de la familia ENTC con la noticia de que mañana, en la final semanal de RELATO EN CADENA (REC) convocado por la Cadena Ser y la Escuela de Escritores contaremos con… ¡doble representación!:
 Xavier Blanco y Miguelángel Flores estarán en la final semanal.
Os recuerdo que el programa en directo será mañana jueves a las 17, 30 en horario peninsular español… estaremos atentos y apoyando. Creo que todos los conocéis, porque llevan participando desde el comienzo en ENTC, pero si no es así, sólo tenéis que ir a los resultados del mes de septiembre recientemente publicados, porque ambos han tenido relato seleccionado.
Enhorabuena a los dos.

OCT67. LA NOTA, de Verónica Martín

Señorita Maricarme, no pude estudiar para este examen de cono. Ayer mi madre estaba triste y cuando ella está triste se le escapan las fuerzas, se queda sin palabras y sus ojos sólo miran al suelo. Entonces yo la cuido. Por eso, ayer nos pasamos la tarde viendo fotos, porque ella dice que es como acariciar a los que ya no están. Por eso no me sé los nombres de los planetas, pero como se trata del espacio, si sirve, yo le puedo decir el nombre de las tres estrellas que veo cada noche desde mi balcón: una es mi abuela y se llama Matilde, la otra es mi tía y se llama Carmela y la más grande, la que billa más, es mi papá y se llama Tomás.
No se preocupe si me suspende. Cuando tenga tiempo yo me aprendo los nombres de todos los planetas.

Nuestras publicaciones