Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SERENDIPIA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en SERENDIPIA

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LA SERENDIPIA. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE NOVIEMBRE

Relatos

ABR17. ENCANTAMIENTO, de Maricarmen Brun Martí

La fama de sus hazañas se había extendido hasta los confines del mundo.
Desde el día en que fue nombrado caballero, había cumplido al pie de la letra con su juramento: servir a su señor, defender el honor, deshacer entuertos, proteger a los débiles, restablecer la justicia…
En los torneos, con su lanza de fresno, no se le resistía ningún adversario.
Había librado a la pequeña princesa del maleficio que la malvada bruja le hizo nada más nacer. El rey, agradecido, le regaló un hermoso castillo…
Mató al gigante “COME OVEJAS” que estaba acabando con los rebaños de la comarca, sin que los habitantes pudieran hacer nada. Los dueños de los rebaños le regalaron algunas de las ovejas que les quedaban.
Libró a miles de doncellas de las garras del “DRAGON DE LAS SIETE CABEZAS”. Con la ayuda de su bien templada espada y su habilidad ambidextra, le cortó las siete.
Había acumulado infinidad de riquezas, trofeos, velos de seda y oro de las damas que suspiraban por su amor…
Lo que no acababa de comprender es: qué hacía él, al borde de aquel lago, cubierto de una piel verde y viscosa cantando extrañas canciones a la luz de la luna.

ABR15. EL QUE TUVO, RETUVO, de Nuria Casado Marco

Era el típico niño redicho de modales refinados,pulido lenguaje,e impoluta indumentaria. Mi madre decía que sería todo un caballero como su padre,y él sabedor de su condición, nos miraba condescendiente desde la altura que le brindaba su superioridad. En su casa le llamaban Vicentín, asi que a mi hermana y a mí nos lo puso en bandeja para apodarle el repelente niño Vicente.
Pasó el tiempo.Un día que acudí al supermercado a hacer la compra, mientras esperaba en la caja a que llegara mi turno, se produjo un pequeño revuelo y con la curiosidad que me caracteriza,atisbé por encima del hombro de la señora que me precedía, para oir como la cajera le decía a un hombre tocado con un sombrero e impecablemente vestido:
-Caballero, saque lo que lleva dentro del abrigo.
A continuación ,el hombre empezó a sacar latas y latas de conserva, cual número de magia. Al finalizar,alzando la cabeza con gesto ofendido, quitándose el sombrero y haciendo una reverencia, habló con voz estertórea y un punto ofendida:
-No pienso volver a este establecimiento,¡Buenos días!.
Mientras se dirigía hacia la puerta rígido como un palo y acompañado de las risas del personal reconocí a Vicente. Genio y figura.

ABR14. EL PLAN, de Beto Monte Ros

Acordaron encontrarse en el bar Camelot, él llegó primero, y como todo un caballero, ha traído flores, se sienta a la mesa, pide un café, y espera. En su casa, de la calle Grial, Arturo bebe una cerveza y se entretiene leyendo “El Capitán Alatriste”. En el baño, la mujer observa las dos líneas rojas que, en el Predictor, indican que la prueba es positiva, sale y piensa en la cita, toma una bufanda, mira el cuello del marido, que se ha quedado dormido, con el libro sobre las piernas, y reza: “señor, tengo el valor, dame fuerza.”

ABR13. LOS ANTEULTIMOS, de Ricardo Ramón González Ramos

Chirriaron sus frenos y el retrovisor que le quedó pequeño.
Acabo de sacar el coche del chapista por otro siniestro similar.
¿Estás ciego? ¿Eres tonto?
Hacia tanto frío que no me apetecía estar fuera del coche oyendo eso.
-Creo no ser tonto, contesté con desgana. Hoy recibo mi titulación cum laude y tengo carnet de conducir, pero no si se tú lo tienes.
¡Oh! Con esto se enfadó. ¡¡Se quitó el guante y me abofeteó con el!!
-Mañana de madrugada en las campas tras la plaza de San Cipriano y elige arma-.
Yo no entendía nada.
Elegí arcabuz corto de avancarga. Saqué dos de la oploteca de mi suegro.
Ni en Yecla se oyó tal estruendo. Se me olvidó limpiarlos y reventaron.
Lo recordamos en la cena anual con nuestros padrinos.
Pedro, el suyo, fue mi compa de pupitre en Claretianos en nuestra infancia. En todas las cenas rememora cuando el 6 de agosto de 1952 en Chile, Raúl Rettig y Salvador Allende se batieran en duelo por una disputa en el senado. Probablemente el anteúltimo de la historia y que también resultó ser el comienzo de una gran amistad.
Todos fallamos en el momento crucial.
¡Aleluya!.

ABR12. DE GIGANTES, INCRÉDULOS, LOCOS, CUERDOS Y EL GRANDE DAÑO DEL CIERRE DE LAS LIBRERÍAS, de Javier Ximens

«Cuando moraban los gigantes, el dios de turno, celoso de que adoraran al Viento, le dijo a Montiel: «Si quedan diez gigantes justos…«». Las palabras de don Pedro, consagrado en Sigüenza y hombre de un solo libro, eran escuchadas con atención por los niños de la catequesis, que aprovechando la tarde primaveral se impartía a la sombra del molino. «Como no los encontró, le mandó huir con su familia», continuó el cura con su particular historia de Lot. «Fue tal la destrucción que no pudieron dejar de mirar atrás y los convirtió en molinos de cal. Ninguno sobrevivió y esta tierra quedó manchada». Estando en estas se oyó una voz atronadora y hueca que procedía del molino:
—¡Ay! ¡Frestón, Frestón!, que únicamente Don Quijote descubrió tu embrujo. Devuélvenos nuestra gigantesca apariencia para que esos incrédulos dejen de considerar loco al único cuerdo que por estos Campos ha pasado.
No se sabe si fue por el no respirar de los niños, pero levantose un aflato que hizo mover los brazos de Briareo que asieron la sotana del clérigo y lo aventaron.
—Y no te olvides, Frestón, de desmurar los aposentos de los libros para que la gente lea —resonó.

http://ximens-montesdetoledo.blogspot.com.es/

ABR11. APARIENCIA, de Sergi Cambrils

‒Al fondo a la derecha ‒le dijo el encargado del tablao flamenco al señor misterioso.
Aproveché para contarles que lo había visto algunas tardes pavoneándose por el parque vestido con gabardina negra, sombrero de copa y moviendo enfurecido un paraguas cerrado a modo de lanza. Parecía librar batallas invisibles con su afilado paraguas y bramaba frases sin sentido mientras creía cabalgar sobre un corcel. Agotado se sentaba en un banco y sacaba de sus bolsillos unas bolas de pan que debía preparar en casa para hundirlas en las punzantes uñas de su mano derecha. Así es como daba de comer a las hambrientas palomas.
‒Un pincho al estilo Lobezno ‒dijo Pepe advirtiendo que estaba loco de remate.
En poco salió del de caballeros y se dirigió tranquilo hacía el escenario donde una cálida luz iluminaba una silla de mimbre. Cogió la guitarra que le ofreció uno de los cantaores y se sentó cabizbajo. Cuando el silencio inundó la sala la hizo sonar con brío y nos quedamos boquiabiertos al contemplar, en aquel recóndito local, como la maestría de un chalado desconocido superaba con creces a la de los famosos consagrados.

ABR10. AMANECE, de Nieves Martínez Menaya

Eres nueva, pregunta. Sí, hoy no puedes pedir “lo de siempre”, supongo. Ella aparta a un lado la fregona y se acerca a la barra. De reojo, él observa cómo deja en la esquina los guantes de limpiar.<< Y tú cómo vienes tan fresco: hace frío a estas horas.>> <>. Y sobre su hombro desnudo le muestra un tatuaje de cuya selva emerge un nombre de mujer. Sus miradas se cruzan hilvanadas al humo que asciende del cigarro.Aquellos rizos díscolos de un cobre entreverado se le clavan de pronto en la retina . Ella vierte despacio la leche en una taza y de un gesto retira la trenza que descubre su nuca. La cafetera silba y sobran las palabras. De espaldas a la barra,le parece una diosa. En el preciso instante que recuerda el olor en la piel de la sangre y la tinta, sus ojos colisionan en el aire. Necesita su nombre. Es hora del reparto y aún pueden entrar al paraíso: en el de “Señoras” o en el de “Caballeros”. En el de “Señoras”; el otro aún está mojado.

La fregona, cruzada, es “Prohibido pasar”. Amanece.

ABR09. TEMPLARIOS Y CALATRAVOS, de Jesús Alfonso Redondo Lavín

Nunca sabremos si aquellas maldiciones fueron realmente pronunciadas, o fueron apócrifas leyendas. Tampoco sabremos si sus fatales resultados fueron casuales o causados.
Martos, Jaén, Agosto 7 en 1312; dos caballeros de la Orden de Calatrava, los hermanos Carvajal, encerrados en sendas jaulas de hierro con puntiagudos punzones hacia su interior, son arrojados peña “ayuso”, desde el lugar llamado Malvecino, acusados, con “tuerto”, del asesinato, en Palencia, de Antonio Benavides, secretario del Rey Fernando-IV. En su agónica caída, “emplazan” al Rey a juicio ante Dios en el plazo de treinta días. Sus cuerpos manaron su última sangre en la Cruz del Lloro.
París, Sena, isla de los Judíos, Marzo 18 de 1314; cuarenta caballeros templarios se consumen en suplicio de hoguera, condenados por “relapsos”. Jackes Molay, el septuagenario maestre, en plenas llamas, “emplaza” a juico de Dios, antes de que terminase el año, al Rey francés Felipe-IV, al Papa aviñonés Clemente-V, y al vesánico vengador de albigenses y abofeteador de pontífices, Guillaume de Nogaret.
Todas las profecías se cumplieron.
Sospecho que fueron escritas años después de consumados los suplicios y los “emplazamientos”. Así quedaron para la historia épica del naciente siglo XIV, y para redención de los injustamente torturados y ejecutados.

ABR08. ASAMBLEA EQUINA, de Jerónimo Hernández de Castro

El potro bayo, en su calidad de líder electo, abrió la reunión.
– Los humanos siempre han usurpado nuestro buen nombre para arrogarse una nobleza de la que carecen por sí mismos. Durante siglos nos cabalgaron en sus guerras, nos emplearon en duras faenas, o en deportes donde el esfuerzo principal era nuestro. Hasta para la cortesía de sus varones pretendían llamarse “caballeros”. Así pues, cuando las máquinas nos han librado de buena parte de esas penurias y la ignorante ralea humana parece al fin comprender nuestro lenguaje, propongo la rebelión total frente a sus órdenes y caprichos, la agrupación montaraz o, si no hay más remedio, la fuga al galope.
Rotundos relinchos corroboraron la propuesta. Una voz débil muy próxima al grupo de las cebras intentaba en vano hacerse oír: ¿qué vamos a hacer los centauros?

ABR07. ÉRASE UNA VEZ, de Jesús Urbano Sojo

…dos caballeros que odiaban luchar y eran más que amigos, una princesa que no sentía nada por los hombres y buscaba a su alma gemela, un monstruoso cíclope que adoraba la poesía y odiaba que lo llamaran engendro. Cansados de interpretar sus tópicos una y otra vez, juntos decidieron abandonar el cuento al que pertenecían y marchar hasta el desconocido país de los microrrelatos.
Allí, libres, finalmente la princesa pudo encontrar el amor en una chica de boca de fresa.
El cíclope se hizo famoso por escribir la épica epopeya de sus desaventuras, desde entonces nadie más se asustó por su presencia, pues observaban que no había vileza tras ese aspecto terrorífico.
Y los caballeros al fin pudieron soltar la espada, quitarse la armadura y, desnudos, observarse su lastimado y cicatrizado cuerpo curtido en mil batallas, para terminar fundiéndose en un apasionado beso.
Mantuvieron la amistad y se reunían para tomar café. Allí, leían sus microrrelatos de felicidad, mientras que el cuento que les dio la vida se estaría llenando de polvo en algún estante.

Moraleja: no importa de donde vengas
ni el destino que tengas,
sino qué quieres hacer
y cómo te gustaría ser.

ABR06. CABALLEROS DE ALMADURA, de Yesica Primera Higuera

Una niña feliz, inteligente,educada, obediente siempre…; era la retahíla de un padre orgulloso, la madre, contenta con la hija que le tocó; la pequeña, en su cuarto rosa, muñequitas bien vestidas, con las caras transformadas por la libre expresión artística, _ ¡niña artista!, decía la madre; quien que se vanagloriaba de la suerte de haber conseguido un hombre bueno, el mejor padre…
La pequeña , siempre curiosa por saber si sus padres fueron niños alguna vez, si no podía tener otro hermano, en sus pensamientos más imprecisos, sino sería adoptada, _qué preguntas haces nena, decía la madre, _¿los papás querrán igual a la niñas que a los niños? preguntaba con insistencia , _porque papá me quiere como demasiado, _ eres nuestro tesoro, por eso papá anda siempre pendiente de ti, _mami ,cuando vayas a casa de la abuela a tomar el café llevame contigo, también quiero que por las noches seas tu quien me cuente historias, papá me ha contado muchas y las de él no me gustan, me dan miedo, el dice que lo abrace, que lo apriete fuerte, pero el miedo no se me pasa; cuando tenga hijos , nunca les contaré esas historias, ni les diré que me abracen así de fuerte.

Blog = yecoluna

ABR05. JUAN DESOREJADO, de Inés Zapirain López

Su defecto no le restaba atractivo, una mata de pelo negro tapaba su falta de oreja, cuando su hermano se la cortó, él, harto de continuas vejaciones, terminó matándole.
La historia de Juan cambia a partir de ese momento, su leyenda como bandido protector de los más débiles llegó muy lejos. Llegó hasta mis oídos. Juan comenzó a fascinarme.
Cada vez que observaba mi ajuar pensaba en él, en las mujeres a las que haría el amor. Ellas vibrarían desnudas, no vestirían un absurdo camisón de abertura vertical bajo el ombligo; pero las anticuadas costumbres de mi familia me obligaron a prometerme con un caballero igualmente rancio, y una vez casados viajamos juntos.
Jamás imaginé que el destino nos acercaría al Desorejado y sus hombres, mostrándome a un esposo sin escrúpulos: para mi sorpresa, el caballero me ofreció al bandido. Juan, furioso por semejante propuesta, se lo quitó todo y me tendió la mano, asegurando mi completa libertad.
Juan siempre me respetó. Fui yo la que me deslicé junto a él una noche, la que acoplé mi cuerpo desnudo al suyo, lleno de cicatrices.
Soy yo la que me pregunto a diario qué diferencia a un caballero de un bandido.

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