Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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56. Quizá el sheriff lloró

Podría decirse que murió por su amar peculiar. Por ignorar esa libido generalizada.

Y también por un tramposo, claro.

Nos vamos al lejano oeste, a un pueblo donde el sheriff intentaba mantener el orden obligando a dejar las armas en su oficina a cualquiera que entrara en sus dominios.

Lucy contoneaba las caderas ostensiblemente mientras bajaba las escaleras que, trazando una curva, acababan en el centro del saloon. Le gustaba exhibirse cuando hacía su aparición. Y, sin excepción alguna, las miradas de los presentes volaban hacia sus piernas y escote. Ese era el momento que Johnny aprovechaba para dar el cambiazo a sus cartas, por las escondidas en su manga. Aquella vez compartía partida con un recién llegado vaquero que no desvió sus ojos de la mesa, pues no se sentía atraído por ella, sino por el sheriff.

–¡Te pillé! –exclamó, y se avalazanzó sobre Johnny con el puño en alto. Pero, esquivando el golpe en la mandíbula, el tahúr echó mano al cajón oculto en el quinto peldaño de la escalera, que quedaba junto a su hombro, y un revolver contestó por él.

Bajo la puerta batiente se vio pasar un estepicursor en su camino infinito hacia ninguna parte.

1 Response

  1. Rosa Gomez Gómez

    Una historia del oeste americano. Muy acorde con la situación mundial actual. Con un tahúr llamado Trump y una pandilla de ingenuos o indefensos, que le bailan el agua.
    Bien trazado hasta el final cuando nos obligas a acudir a la wiki para saber qué narices es ese estepicursos. Atrapados en el relato!

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