88 Volaban y volaban (María Rojas)
Cuando mi abuelo miraba el cielo veía ovnis. Le decían que era un viejo loco, que imaginaba majaderías. Él, confundido, renunciaba a la luz de sus ojos y se sentaba en un banco del parque a oír volar pajaritos.
Ahora los que ven ovnis son los resabidos pilotos del Pentágono.
El abuelo hace años que está chupando gladiolos, y no puede defenderse.
A veces, lo que parece una simple intuición, considerada con frecuencia una ocurrencia de la que no hay que hacer caso, es mucho más acertada que la organización más puntera, que solo se basa en evidencias.
Hay que escuchar siempre a todo el mundo, más aún a la gente mayor, sin olvidar que su ciclo vital es corto y merecen, por ello, aún mayor atención a cuanto tengan que decirnos y enseñarnos, aunque para instructivo tu relato, que contagia un halo de respeto a quien más lo merece.
Un abrazo y suerte, María
Gracias a los dos maravillosos
comentaristas de ENTC.
Un visionario el abuelo, no como esos cerrados de mente que le decían que estaba loco y que «imaginaba majaderías»… Es una suerte que tenga esa nieta o nieto, que pese al tiempo transcurrido, cuenta su historia y lo defiende porque, como bien dice, él «está chupando gladiolos y no puede defenderse»…
Un relato tierno que, aunque algunos les digan «pajaritos», nos hace volar con los ovnis.
Un beso grande,
Mariángeles