Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

BLANCO Y NEGRO

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en BLANCO Y NEGRO

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán relatos que desarrollen el concepto BLANCO Y NEGRO. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 DE DICIEMBRE

Relatos

JUL77. LOS DIENTES DEL HAMBRE, de Rosa Molina

“Malos tiempos nos han tocado vivir, hijo. Esta maldita guerra y la terrible sequía, nos han secado hasta las lágrimas. Mira las ovejas, parecen alambres lanudos. ¡Y gracias que nos quedan estas pocas! Las subiremos a los prados altos de Cazorla, a que engorden” me dijo.Salimos de madrugada, levantando polvo, subiendo caminos que bordeaban, como muelles, las empinadas laderas, con la boca seca, sin ganas de nada, solo de vivir y llegar. Al olor de los verdes prados las ovejas apretaron el paso y los perros las rodearon para juntarlas. Ayudé a mi padre en dos partos; aprendí, por el ladrido de los mastines, si merodeaban zorros o lobos; observé cómo vuelan las águilas cuando acechan a los corderos. Vino mi tío, que vivía escondido en la sierra.“¡Estás hecho un hombre!”, dijo abrazándome y me regaló mi primera navaja. Fue la única vez que vi llorar a mi padre.
Con las primeras lluvias iniciamos el descenso, nosotros por las trochas, las aguas por sus cauces. Al llegar vi a mis amigos en el río y, rápidamente, saqué mi navaja para afilar un palo. Se quedaron ojipláticos. Les saludé, pero seguí caminando, pues ahora tenía obligaciones que  cumplir.

JUL76. PERSPECTIVAS DEL TITANIC, de Miguelángel Flores

Yo la quería tanto que sólo un hundimiento así podía separarme de ella. Soñaba con que nuestra boda sería el principio de una vida nueva, y tan sólo sirvió como final de la anterior.
La miré por última vez tragándome todo el llanto. Intentando aferrarla con mi mano hasta el último momento. Luego, la fui viendo cada vez más lejos. La boca abierta, vacía de gritos invisibles, líquidos. Vi su contorno emborronarse. Su imagen la fue diluyendo el agua. Hasta perderla de vista. Primero a ella, luego, al bote entero.
El océano es otro cielo puesto del revés. Han pasado muchos años, y yo sé que ella ya está en aquél de arriba, mientras yo permanezco al fondo de éste, donde la orquesta sigue tocando en nuestra luna de miel.

 www.eternidadesypegos.blogspot.com
 

RELATO FUERA DE CONCURSO 
YA QUE SU AUTOR ES JURADO ESTE MES

JUL75. DE VIAJE CON MI MADRE, de Ana Osés Erdociain

Mi madre me decía que no era una buena idea hacer el viaje y al final, odio reconocerlo, tenía razón.
Quería reconciliarme con ella y, en parte, hacer las paces conmigo misma, porque hacía tiempo que no pasábamos tiempo juntas ni nos hablábamos apenas, tan sólo por teléfono y para comentar cuatro chascarrillos sobre algún familiar lejano o sobre su nuevo vecino, el que tenía mucha “pluma”, como decía ella.
Quería demostrarle que soy una buena hija, aunque no siempre le diga un “te quiero”, ni tampoco le dé un abrazo nada más verla. Quería pasar más tiempo con ella, pero sin entrar en discusiones inútiles sobre mi vestimenta, mis aficiones o los ahorros de mi cuenta corriente. La última vez que nos habíamos visto habíamos quedado para tomar café y acabé marchándome en mitad de la taza de té, con la cara roja de vergüenza. Empecé a subir la voz apenas sin darme cuenta. ¿Cómo se atrevió a decirme que tenía que buscarme un hombre para calentar la cama y mejor uno con dinero, para no preocuparme más del paro, que era mejor quedarse embarazada?
Sí, en el viaje discutimos mucho. Pensaba que podíamos llevarnos mejor… ¡Qué ilusa!

JUL74. ACADEMIA DE VIAJEROS, de Fran Rubio

Gulliver, Elcano, Livingstone, Marco Polo, Colón, Tintín, Jack Kerouac, Magallanes, Willy Fog… estaban todos. Discutían entre sí y no se ponían de acuerdo; cada cual trataba de imponer su criterio, su concepto del Viaje. Al final me harté y, dando un puñetazo sobre la mesa, grité:
–YO NO QUIERO APRENDER A VIAJAR. YO QUIERO IR A PUNTA CANA.
Se quedaron mirándome en silencio, durante treinta eternos segundos, hasta que uno de ellos (no recuerdo quién, pero tenía acento gallego) dijo:
–Pues vete de aquí, chaval. Te equivocaste de sueño.
Y me llamaron un taxi.

  http://pequenastretas.blogspot.com.es/

JUL73. MAR MUERTO, de Begoña Heredia Ortiz

Nos encantaba viajar  en nuestro  barco velero, entre espuma y brisas de mar. La música se escuchaba desde  una punta  a otra de nuestro navío. Encendíamos velas y su  luz aclaraba la noche,  se propagaban aromas a vainilla y limón. Nuestros ojos, nuestras manos, se posaban  en los paisajes más hermosos y soñamos sin querer despertar. Pero un día  nos sorprendió la tormenta, zarandeó nuestra nave y aquellos viajes nuestros se volvieron  grises y turbios. La tormenta dejó culpa y reproches.  Dejamos de viajar juntos. Una noche, yo quise volver a intentarlo y te propuse  salir en el barco por  nuestro mar particular.  Me vi sola,  soñando  sola, no había ni aromas, ni espuma, ni velas, y el viaje fue corto: decidí quitar el tapón de la bañera, y mis sueños y tu amor se fueron por el desagüe.  No he vuelto a verte más.

 http://unmundoporescribir.blogspot.com.es/

JUL71. EL ÚLTIMO DÍA, de Òscar Pareja Bañón

Cierro el taller y, pensativo, me dirijo a casa. Es mi último día y la tristeza envuelve mi mirada. Recuerdo cuando pasaba horas y horas en él. Ahora sólo me restará ver el paso del tiempo y cómo crecen mis hijos. Mi padre me enseñó este oficio, carpintero, y he intentado lo propio con los míos, pero me ha sido imposible. Ya no habrán más en la familia. Mis hijos nacieron de mis entrañas y no de mis manos, como siempre me contaba su abuelo. \»Sólo te falta un corazón…\» decía. Y ese corazón, lo conseguí, tras un largo y extraño viaje. En aquel periplo en el que conocí el interior de una ballena, la diversión del país de los juguetes o el trabajo esclavo de un circo ambulante, aprendí la falta de honestidad del hombre, incluida la de mi propio padre. Pero sin él, no estaría pensando ésto, ni tendría dos preciosos hijos que miran con admiración a su progenitor, cuando les cuento las aventuras y desventuras de Gepetto, su abuelo.
        Sin aquel viaje, yo seguiría siendo una marioneta más y no un hombre que regresa a su hogar, después de haber cerrado, definitivamente, el negocio familiar.

JUL70. VIAJE POR UNA TAZA DE TÉ (Fantasía de un navegante), de Nicoleta Ionescu

 Por la taza de té viajé, hacia la lejana costa de porcelana rosada, posada en la redonda bahía; sin guía, sin brújula alguna, sino el farol de la luna.  Mi barca esculpida con infinita minuciosidad en un grano de arroz dibuja a sovoz escamas  caligramas en las espaldas de dos dragones azulados, entrelazados.
        En este hondo mar de té transparente, un negro leviatán cayente gira en torno de tu sonrisa pendiente de la reflexión de tu retrato pintado en el fondo de la taza de té perfumado, verde-dorado.
        De pronto, tus labios se acercan a mí, el mar se estremece y siento las olas derrumbándose… Ya no sé…  qué será de mí…  de ti…
        Vamos a quedarnos así, inmortalizados en esta estampa de seda, esperando la noche en la vereda, tú descansando en un columpio de bambú y yo… preguntándome si me amas o no, esperando, en mi barca de arroz, oír de tu voz la nunca pronunciada respuesta… Enciérrela en tu cesta, junto al azúcar y al limón, hasta la próxima, incierta ocasión de tomar los dos una taza de té, – como lo soñé – en un retirado rincón, de un pabellón, en algún remoto jardín de Japón…

 http://cesariarey.wordpress.com/

JUL69. REOS DE LA EXTINCIÓN, de Mar García Rojo

El sistema audiovisual se puso en funcionamiento, una voz en “of” narraba las imágenes a un grupo de chicos y chicas a punto de cumplir dieciocho años.
Después de siglos de manipulación genética, la humanidad había cambiado, cayó en la mayor laxitud, nadie tenía ya la capacidad de mejorar las cosas. Tuvimos que empezar de nuevo, fue un largo viaje de aprendizaje y lo logramos. Creamos una nueva sociedad responsable, solidaria, feliz… salvo por la mutación. Hombres y mujeres perdimos el deseo carnal. Estaba en peligro la pervivencia de la especie.
Las imágenes pasaban lentamente, jóvenes de ambos sexos caminaban de la mano en parejas, las cabezas gachas, la mirada huida, no había alegría en sus corazones.
-A dónde van- pregunté.
-A reproducirse.
Tan alejado de la elección el sexo seguía siendo una imposición. Sentía lástima por aquellos jóvenes. Sentía lastima por mí.

 http://ramledairam.wordpress.com/

JUL68. EL VIAJE, de Mei Morán

Era la última en bajar. La montaron en el burro a la fuerza porque por ella no se hubiera ido. Le dolía abandonar a Arsenio en el camposanto. Atrás dejaba su casa, los enseres heredados de sus padres y una vida ya trenzada.
Hasta el valle les esperaba un viaje de seis horas entre grandes pedruscos rugosos que hacían del trayecto una tortura. Huían de la lengua de lava que se venía relamiendo y que en pocas horas arrasaría la aldea. Narcisa miró una última vez el corrillo de casas y llorando por dentro se dejó hacer, sin oponer ya resistencia.

  meimoran.blogspot.com

JUL67. VIAJAR ES UN PLACER, de Rafa Heredero García

El viaje estaba a punto de comenzar. Los nervios y la tensión que percibía en el ambiente le hicieron buscar entre empujones el lugar idóneo desde el que partir, como comprendió que debía hacer, y casi sin previo aviso se lanzó impelido, al igual que los demás, a la gran batalla. Fue un largo camino que se le hizo cuesta arriba al principio pero que acabó resultando muy agradable sobre todo cuando se adentró en territorio desconocido sin encontrar resistencia en la frontera. Una vez allí siguió adelante sin detenerse ni un momento, sorteando todas las dificultades contra las que estaba avisado, hasta que pudo llegar por fin a su destino, y además lo hizo el primero. Siempre supo que sería el elegido, y teniendo presente que el final de cada viaje significaba a su vez un renacer, algo que nunca debía olvidar en el futuro, no dudó en lanzarse de cabeza contra la pared que veía enfrente con un último y frenético movimiento de la cola, quedando la única pregunta por la que aún sentía cierta curiosidad ahogada con un “zuup” casi inaudible cuando consiguió atravesarla: “¿seré niño o niña?”.

JUL66. AQUELLA LIMUSINA BLANCA, de Elena Casero Viana

Todas las noches mis sueños regresan a aquella limusina blanca. Sobre una mesita hay un par de copas y una botella de cava frío. Música sinuosa y el vertiginoso tobogán de unos pechos. La ciudad al fondo, la bahía a mis pies, las luces titilantes de la felicidad. En un viraje brusco de escena, me encuentro de frente con unos ojos oxidados por el llanto. Ante mí aparece un mocoso, medio desnudo, descalzo. A su lado otro mocoso, y otro y otro y otro sonriendo con inocencia. Oscuras pupilas penetrantes,  manitas que se extienden hacia mí. Me tocan, yo retrocedo angustiado, encogido como un gusano dentro de mi traje.
Al llegar a este punto, siempre me despierto. Me incorporo. Está amaneciendo en la bahía. Sobre mi cabeza un techo cuarteado. Afuera hay un bullicio de voces. En cuestión de minutos la algarabía de las risas infantiles me rodeará como un abanico y mocosos como los del sueño se abrazarán a mis piernas desnudas.
Ellos y el sueño recurrente me recuerdan cada día que la vida es un viaje de ida y que mi felicidad ya no se encuentra entre las heladas burbujas del pasado.

 http://escriptorum54-adlibitum.blogspot.com.es/

JUL65. LO QUE EL VIAJE ME ENSEÑÓ, de Anais Moutsanas Carela

Las colinas agujereadas como donuts, los puentes con boquetes, las carreteras saltadas… todo sucumbía ante Invictus. Sus cuerdas eran punteadas por Ed con la rapidez del fuego. Él apuntaba con ella a lo que quisiera con un deleite doloroso y enseguida aquello volaba por los aires. Yo aplaudía. Nos la había regalado un demonio, junto con nuestras melenas y lentejuelas.
        Estábamos terminando “El viaje del horror” haciendo explotar bocas de incendio cuando Ed dirigió la guitarra hacia la casa de Rosa Méndez: mi madre. Mis manos giraron el mástil en dirección contraria. Ed jamás me lo perdonó.
        Últimamente recorro “El viaje del horror” dando saltitos por las grietas que provocamos. Ed levita, enfadado, a mi izquierda. También percibo a un diablillo a mis espaldas. Se frota las manos. ¿Querrá que le devuelva a Invictus?

 http://diariodemadridnymphicus.blogspot.com.es/

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