Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

ABR30. EL DOLOR DEL CABALLERO, de Gustavo Gareiz

En un lugar del mundo de cuyo nombre no quiero acordarme, el caballero hace dormir a su hijo, mientras juega a la muerte. «Aún nos necesitan, Alonso«, dice, y mantiene cerrados los ojos. Mientras se suceden las guerras y los desatinos del hombre, un pobre actor le susurra al oído «Infeliz el pueblo que necesita héroes«. El caballero y su hijo exhalan.

Blog = lagarza

ABR29. DE CABALLEROS Y OTROS DEMONIOS, de Mercedes Jiménez Rueda

El decimoséptimo día de lluvias el río Moire se desbordó. Furiosas lenguas de espuma invadieron el museo de armas medievales de Clichy-les-Bains. El viejo edificio no tardó en venirse abajo. En un instante, lanzas, alabardas y flechas quedaron a merced de la corriente.
No se sabe qué fuerza sobrenatural mantuvo a flote las pesadas corazas pero decenas de armaduras completas comenzaron a desfilar erguidas entre las olas como si los heroicos espíritus de los guerreros anidaran aún en su interior. Al divisar las crestas de los yelmos, las locas del vecino manicomio de las Hijas de la Caridad se lanzaron al río remangándose las faldas entre gritos alborotados creyendo que todo un ejército de caballeros andantes había venido a liberarlas del yugo de las monjas.
Pese a las incesantes búsquedas de los lugareños durante los meses que siguieron a la riada, jamás se halló rastro de las pobres mujeres. Sin embargo, desde aquel extraño día las monjas de la Caridad sufrieron terribles sueños en los que fornidos caballeros surgidos de las aguas trataban de arrastrarlas hasta orillas prohibidas mientras resonaban sin cesar a sus espaldas los lujuriosos mugidos de las locas.

RELATO FUERA DE CONCURSO POR SER JURADO ESTE MES

MEI HA TRIUNFADO CON SU … LAPSUS

… y si lees esta noticia no creas haber llegado a un deja vu o haberte saltado las páginas hasta el pasado mes de octubre es que 
MEI MORAN
(de nuevo) 
ha ganado el concurso semanal del WONDERLAND que RNE 4 convoca conla Escola d´Escriptura de l`Ateneu Barcelones.
Podéis leer su LAPSUS si clikas AQUÍ…
Enhorabuena, MEI

ABR28. LA ARMADURA, de Susana Revuelta

El combatiente atraviesa victorioso el umbral de su fortaleza y contempla con admiración en el espejo el porte del vencedor. Durante varios minutos se recrea ufano con la imagen. ¡Cuántas conquistas logradas con esa vestidura! El sabor del éxito le despierta el apetito y su cerebro se anticipa al olor de los huevos con chorizo que esta noche se va a zampar.
Al quitarse el yelmo aparta la vista de su rostro, no reconoce esa mirada de cobarde. Se desprende de la coraza y frunce el entrecejo al descubrir su barriga peluda. Tampoco se identifica con ese cuerpo fofo y rompe de un puñetazo el espejo. Se está poniendo de muy mal humor… y ese pestazo… Pero no tiene ningún sentido seguir fingiendo, aquí en casa no necesita el disfraz.
Entra en la cocina y se le envenena el ánimo del todo al ver a la foca friendo unos salmonetes. Nunca imaginó que el matrimonio pudiera deteriorar así a una mujer. Y además, hoy no le apetece cenar pescado. ¿Tanto cuesta complacerle? Enfurecido por la afrenta, se da media vuelta y regresa al vestíbulo para desenvainar su espada.
Otra vez provocándole, la muy zorra. Pues ella se lo ha buscado.

ABR27. CABALLEROS SIN PRINCESAS, de Blanca Castañeda

Antidepresivos, ansiolíticos, vodka… un día detrás de otro dejando que la vida pasase de largo, ante sus narices y sin poder cambiar el papel para el que había nacido. Su historia era conocida por todos. Hubo un tiempo en el que los niños la escuchaban recostados en sus cunitas, mientras los mayores narraban los mitos que construían ese mundo de creencias compartidas.
No entendía nada.
Por más que recorría el mundo no daba con una sola princesa a la que rescatar. Las mujeres estaban ocupadas en sus quehaceres, en sus creceres perdón, y no deseaban que nadie las salvase de ningún peligro.
Al parecer habían aprendido a vivir sin miedo y eso las había dado un grado de libertad realmente interesante en su búsqueda de la felicidad.
De repente, alguien se acercó a su mesa redonda en el bar de carretera donde se encontraba en ese momento.
“Me invitas a una copa?” oyó.
”Claro ¿cómo te llamas?”, preguntó feliz.
Desde lo alto de unas plataformas del 45 y con una larga melena rubia cayendo sobre el hombro izquierdo escuchó: “Manolo, pero puedes llamarme Lola”.
El luminoso “Casa Arturo” hacía guiños sobre el dos caballos plateado que esperaba en la puerta.

bersoblanco.blogspot.com

ABR26. NUNCA MÁS VOLVERÉ A CREER EN CABALLEROS, de Carmen Aguado

Esa imagen de caballero perfecto se desvanece delante de mis narices, los días de flores, arrumacos y bombones se han perdido y nunca van a regresar. Se ha ido, él había prometido que nunca iba a volver a engañarme, pero lo ha hecho, y yo como una tonta confié en él. Se ha ido con la muchacha de trenzas rubias y aire risueño, y no me ha dejado más que una nota entre la lista de la compra. Doy un grito ahogado ¿qué hay de todas esas promesas de enamorado? Los recuerdos sólo sirven para alimentar el odio. Salgo de la casa que hemos compartido durante más de treinta años, nunca más volveré a creer en caballeros.

ABR24. ELOGIO DE LA LOCURA, de Ana de Urán

El gigante siente un hormigueo en la cicatriz de la mano izquierda, como cada vez que va a cambiar el tiempo. Le parece que la pequeña lanza de aquel hombre vuelve a abrirle la piel. ¡Aquel hombre!, el único que, por encima de las apariencias del mundo, fue capaz de verlo.

Cada vez que va a cambiar el tiempo y le hormiguea la cicatriz, el gigante cierra los ojos y vuelve a ver a su feridor, lanza en ristre y con el caballo al galope, rasgándole la mano al grito de: ¡Dulcinea!

ABR23. CABALLERO DE CLASE, de Miguel Ángel Cejudo López

Sé, tal y como he leído en los cómics, que debo defender a mi Señora de toda afrenta o ataque, y juro que aquel día lo intenté:
Ella, mi Señora, estaba en el rincón del patio donde suele ponerse con sus amigas a la hora del recreo cuando se acercó el malvado bravucón de la clase, junto a sus lacayos babosos. No se muy bien que es lo que pretendía pero estaba convencido de que algo malo tramaba, tratándose de la alimaña que es, pues a mí nunca se me acercó para nada bueno. Fiel a mi obligación y honor de Caballero acudí raudo para proteger a mi Señora e interceder por ella ante el bravucón. No llevo espada, todavía, pero se que mis palabras y mis razones son en exceso afiladas y pueden herir más que cualquier tizona. Poco más recuerdo, pues el trompazo del bravucón fue tremendo y debido a la caída me golpee la cabeza, perdiendo el conocimiento.
Me consta que mi Señora está orgullosa de mí, pues siempre que la veo junto a sus amigas y se percatan de mi presencia, se ríen y me señalan. Es evidente que mi hidalguía la hace feliz.

ABR22. HISTORIA DE MIL VIDAS, de Cristina González Prieto

Siempre amante de los relatos de cruzadas y aventuras, Morgan creció esperando que el destino cruzase su camino con la de un apuesto caballero de reluciente armadura que la protegiese y la amase por encima de todo. Más, destino cruel, hizo que se encontrara con un vil ser que fingiendo ser caballero le robó su corazón y huyó de aquellas tierras. Cada ciertos meses regresaba en las noches más oscuras para ver a Morgan, a la cual ilusionaba para después volver a dejar desolada con su partida. Morgan le odiaba y amaba a la par. Intentaba mantenerse fuerte en su ausencia, en pie por todo ese odio que sentía por haberse creído todas sus mentiras. Pero, cuando estaba ante su presencia el calor del retorno de su corazón le nublaban la razón y aun a sabiendas que el volvería a partir sin previo aviso llevándose consigo su bien más preciado, ella no podía evitar seguir enamorada.
Así fue durante años y años hasta que un día el cielo se cubrió de negro y comenzó a llover. Morgan sabía que no podía seguir esperando el retorno de su corazón por que el jamás lo permitiría. Tampoco podía esperar que un ladrón sin alma se convirtiera en un noble caballero. Así fue como decidida a no sufrir más se marchó para no volver, sin ilusión de lo que le depararía el destino ahora.

ABR21. EL CABALLERO DE DRAGÓN, de Paloma Casado Marco

Darik llegó desde las Tierras Ígneas, era un Caballero de Dragón. Cuando encontró a Runa vendiendo collares de lluvia en la Plaza Mayor de Alanda, supo que su destino estaba escrito en la pupila de esos ojos grises. Ella no pudo resistirse al magnetismo del pelirrojo extranjero que la observaba.
Fueron días de felicidad, pero pronto, las fiebres amarillas que asolaban el país, consumieron la alegre entereza de ella. El contempló impotente como su amor agonizaba en el lecho compartido.
Desesperado, quiso cambiar el orden del tiempo y a lomos de su dragón, emprendió un viaje alrededor del mundo en sentido inverso a su traslación.
Al regreso de la primera vuelta, encontró a Runa con los primeros síntomas de la enfermedad mortal. Fue en la segunda cuando se encontraron por primera vez en la Plaza Mayor de Alanda. Entonces emprendieron juntos un nuevo y definitivo viaje.
Algunas veces, en las noches de verano, se puede observar una luz que recorre lentamente el cielo. Es el fuego del dragón, sobre el que vuelan los amantes en su eterno tránsito entre las estrellas. Nunca se acercan a la tierra, para que la muerte no pueda alcanzarles.

ABR20. ESCAPADA, de Ginette Gilart

En la puerta de la librería Sancho Panza, dos caballeros esperaban pacientemente que abriera la tienda. Tenían un aspecto extraño, vestían ropas pasadas de moda, como de otra época. Cuando llegó la dueña, se quedó perpleja y un poco asustada.
-¡ No temáis noble dama! Sólo andamos buscando un tal Alonso Quijano. Nos dijeron que aquí nos darían amplia información.
Al entrar en el local, miraban sorprendidos las estanterías repletas de libros.
-¡Allí está!-exclamó uno de los caballeros- enseñando un libro expuesto en un atril, en la tapa el dibujo del Quijote y su escudero Sancho Panza.
-Bueno, sí- dijo la dueña, un poco temblorosa- en este libro conoceréis su vida y milagros.
Al decir eso vio, a través de la cristalera, acercarse dos hombres con bata blanca en ademán de entrar.
– ¡Hermanos Cervantes!, os tengo dicho que no podéis traspasar la verja del recinto. ¡Vámonos!, el carruaje nos espera a la vuelta de la esquina.

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