Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

FOBIAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en FOBIAS

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LAS FOBIAS. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 DE SEPTIEMBRE

Relatos

JUL70. EN CAÍDA LIBRE, de Mª Azucena San Pedro Martínez

Entra sin educación y sin permiso ni recato empieza a desplegar las inmensas alas de su ignorancia, pontificando acerca de todo lo humano y lo divino.
Su verborrea hemorrágica compite con su soberbia maleducada.
Es patético su afán por destacar ante superiores y por humillar entre subordinados.
Ninguna disciplina le oculta sus secretos, aunque nadie conoce sus titulaciones.
Es agudo para la trampa, llano en la intención y obtuso para el resto.
Ordena y manda, al son de su despótica voluntad, y en el mismo momento en que empieza a levitar, elevándose desde el suelo, convencido de que todo alcanza a su vista, descubro que ya padece una de las enfermedades que más aqueja a los de su calaña: ciego en su prepotencia, ha dejado de ver lo que le rodea –si alguna vez lo hizo-.
Cuando ya, cansado de escucharse, hace un descanso y reposa su mirada interrogativa sobre mi insignificante persona, le sonrío condescendientemente, en una muestra suprema de cinismo que interpreta de aquiescencia.
Preferiría no hacerlo.
Pero es quien firma mi nómina.

JUL69. MADUREZ, de Carmen Llombart

«Te acerco al aeropuerto», dices con un hilo de voz apoyado en la puerta de la habitación. Amordazada por las lágrimas, asiento sin mirarte mientras guardo en la maleta el vestido que me puse el día de la entrevista. Tú me lo recomendaste: «con ese te contratan aunque no sepas japonés, no sé si dejarte que vayas tan guapa». Y ahora pienso que debiste quitármelo en ese momento y que tendríamos que haber dedicado la tarde a derretir el tiempo, a enrojecernos el cuerpo hasta que nos sorprendiera la noche y nos sonasen las tripas. Libres como animales. Pero decidimos comportarnos como adultos; « se nos acaba el paro, es una buena oportunidad, no pierdes nada, ni siquiera es probable que salga… » Y ahora, que de repente soy adulta, tengo la boca salada y doblo la camisa que lucía cuando llegamos a esta casa; nuestra casa, donde íbamos a vivir para siempre porque es la mejor casa de todo el universo.
Cierro la maleta, pesada como un ataúd, y me ayudas a bajarla de la cama.
«No quiero llevarte», gimes mientras coges las llaves del coche.
«No quiero irme», lloro mientras salgo por la puerta.

JUL68. ESTALLÓ, de Eva Galindo

Los cielos de azules incombustibles se sucedían. No había nubes ni brisa y los ánimos igual de acalorados estallarían a mediodía al compás de las repetitivas ametralladoras. Aquel pueblo desde hacía meses se movía al ritmo de la guerra. Cerró los ojos y visualizó cada imagen y cada palabra disponible para lograr atrapar la atención en hogares de ese otro mundo tan alejado de la destrucción que vivía a diario. Esa misma noche los rebeldes habían convertido la oscuridad en refugio delirante para sembrar la muerte. La calma que ahora dominaba las carreteras polvorientas era una mala señal. Las calles normalmente bulliciosas y pasto de las brigadas de a pie, conformadas por niños y jóvenes que establecían controles en latas de gasolina atadas por una cuerda a modo de barrera, estaban desiertas. No podía dejar de pensar en las dos niñas asesinadas por su propio hermano convertido en rebelde. El calor sofocante le ahogaba. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía superado. El silencio se fundió con el sonido de la luz roja que indicaba su entrada en directo y los latidos de su corazón. Entre dientes, masculló: – “Preferiría no hacerlo”.

JUL67. K.O. , de Nicolas Jarque Alegre

Disponer de un prestigioso médico de familia no te salva de recibir golpes, como el derechazo que le ha hecho añicos el futuro con tan solo unas palabras. Las explicaciones sobre las pruebas realizadas, los ánimos de que el mundo no se detiene y las esperanzas en los avances farmacéuticos que han venido después ya no los ha escuchado. En su mente solo cabía la idea de contárselo a su esposa y el drama que eso supondría. Así, que tras armarse de valor después de media botella de ginebra, llega a su casa, se desviste de hombre y la busca cabizbajo en el jardín. Prefería no decirle, pero el tiempo le acabaría descubriendo y su impotencia sería más patente, es lo que piensa con lágrimas en los ojos. Cuando la tiene delante, su sonrisa de niña buena le impacta en el corazón, el abrazo que le dedica le hace tambalear y el susurro de que está embarazada lo lanza a la lona como un pingajo.

RAÚL… EN ANTENA

No siempre es así, pero suele ocurrir que el buen trabajo termina abriendo puertas con las que alguna vez soñaste cruzar… una entrevista en Radio Nacional, en un programa cultural…?
En la madrugada del jueves/viernes, en la 
revista cultural EN LA NUBE de Radio 3 
podremos escuchar una entrevista con
RAÚL ARIZA
Ya que no sabemos cuánto le leeremos por ENTC porque ha copado sus seleccionados de todo el 2013 en solo 4 meses, habrá que escuchar a ver si nos da la receta de cómo lo hace…
Disfruta esa entrevista, Raúl, y disfrutaremos con ella…

JUL66. AYUNO, de Rubén Gozalo

He demandado a mi esposa porque ha extendido su vigilia de los viernes de Cuaresma a toda la semana y desde hace meses me está haciendo la pascua. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que intimamos. Quizá debí poner una cláusula en nuestro contrato matrimonial. Tenía que haberla exigido que los sábados fuesen sagrados y nada de excusas baratas: que si jaquecas, que si cansancio o que si se encuentra en ese período del mes. Está claro que en todos los caminos hay un desvío para encontrar la felicidad. Aún así, a mí siempre me ha gustado jugar en equipo y, además, mi brazo está cansado de tanta individualidad.

JUL65. EL RECHAZO, de Francesc Barberá Pascual

Todo empezó cuando me trasplantaron las dos manos. En tan solo dos semanas ya era capaz de escribir y manipular objetos casi con normalidad. Sin embargo, aquello no era lo más asombroso. Al poco tiempo descubrí que podía tocar el piano, a pesar de no haberlo hecho en mi vida. Luego me pasó lo mismo con los malabares y la papiroflexia. Incluso llegué a hacer algún truco de magia. Mi mujer y mis hijos están encantados con el cambio. Es más, ella se ha vuelto a enamorar de mí. Bueno, mejor dicho, de mis manos. Tanto es así que ahora ya no quiere besos, solo caricias. Además me exige a todas horas que le haga masajes. Qué manos tienes, me dice. Ella lo ignora, pero sueño con que todo vuelva a ser como antes. Hoy me ha pedido que recorte los setos del jardín. Al coger las tijeras de podar y comprobar lo afiladas que estaban, he sentido un cosquilleo por todo el cuerpo.

JUL64. LA NOVIA CADÁVER, de Arantza Portabales Santomé

Asomaba al mundo de los vivos para pasearme por cementerios y lúgubres alamedas. Creía perseguir el amor, pero mis conquistas tan sólo acertaban a despertar mi ira y mi sed de venganza.

Resultaba químicamente irresistible para aquellos que navegaban por submundos de fetidez. Basureros, forenses, enterradores. Todos ellos caían, irremediablemente, bajo el hechizo de mi fétido hálito, fascinados por mi nauseabunda trampa mortal. Culminaba el cortejo con un beso letal que me devolvía a mi mundo de ultratumba sola, insatisfecha. Profundamente infeliz.

Hasta que llegó él. El taxidermista. Lo descubrí una noche de luna en un bulevar olvidado. Subyugado por mi podredumbre, no pudo reprimir el deseo de reconstruirme. Me ofreció la inmortalidad. Su rostro pálido me suplicaba y supe que mi búsqueda había terminado. Decidí seguirlo.

El resplandor de la luna dibujó mi imagen en sus pupilas. Y me vi como él me veía. Ajada. Descompuesta. Necrótica. Me retiré sobresaltada, inundada por la abrumadora realidad de mi putrefacción. Estiró su mano, rozando mis huesudas falanges, atrayéndome hacia él.

Preferiría no hacerlo”, mentí antes de huir.

Aquella noche, los gusanos y larvas que descansaban en mis cuencas orbitales perecieron ahogados por un torrente de lágrimas.

Ignoraba que aún pudiera llorar.

MEDIA DOCENA DE REC/AMPEONES

No hay duda de que el concurso más emblemático y prestigioso del panorama actual en el genero micro es el RELATOS EN CADENA de la Cadena y Ser y la Escuela de Escritores
Si consideramos que su larga trayectoria y el nivel de preparación y formación de sus jurados les otorga un importante papel de referencia, no podemos si no estar orgullosos de que en la final del próximo jueves, 6 de los 10 clasificados hayan sido autores y autoras que participan y han sido seleccionados en alguna de las convocatorias de ENTC. 
Esto, sólo confirma el buen nivel de participación que concurre cada mes en este espacio.
Hoy solo queremos convocar a los amigos de ENTC a seguir POR LA RADIO la final del próximo jueves en la que nuestro corazoncito va a parecer una ficha del trivial… 6 cachos iguales.
Sois magnificos creadores de historias tod@s, sea cual sea el resultado. 
Ya no hay que desearos suerte, sólo … que lo paseis bien…
Miguelángel Flores, Mar Horno, Mónica Sempere, 
Yolanda Nava, Arantza Portabales, Ignacio Rubio
sois «nuestros campeones»

JURADO AL COMPLETO

Este mes no hemos tenido empates y por tanto se han clasificado tres relatos. 
Eso supone que nos queda un plaza libre en el jurado y cuando eso ocurre siempre recurrimos al azar para invitar a algún participante a unirse. A través de una fórmula con los números que dieron las autoras que ya son jurado, el azar ha señalado a un participante que no ha tenido la mínima duda de unirse a esta aventura. 
Muchas gracias, Jero, por aceptar la parte menos agradable de este juego sin haber gozado de las alegrías de ser premiado, es muy generoso por tu parte.
Por tanto nuestro jurado para el mes de julio lo componen
  Paz Monserrat Revillo, Miriam Márquez, María Elejoste, Jerónimo Hernández de Castro y JAMS
Ya estamos en marcha… 

JUL63. SENTIMIENTOS, de Ricardo León

Espontaneidad enfermó de Monotonía; Nostalgia le llevaba caramelos.
Olvido se acordó que las relaciones no se llevan bien con Celos.
Duda se la pasaba espiando; Confianza no podía creerlo.
Amor es siempre el más patán aunque prefiera ya no serlo.

JUL62. ATRAPAD@S, de Esperanza Tirado Jiménez

Le toca vigilarlas hasta que les llega su hora. ‘Probar la mercancía’, como dice su ‘boss’.
Les echa miradas amenazantes a través de los barrotes. Pero es una pose. En el fondo, está muerto de miedo. Por ellas, por todas las que llegan y llegarán. Asustadas, engañadas, atrapadas… Y por él. Si alguien sospechara que, en el fondo, lo que desea es ayudarlas… Y denunciar a la organización. Unos mafiosos, traficantes sin escrúpulos.
Teme, sobre todo, el momento en que su ‘boss’ le diga: ‘Aprieta el gatillo’. Se estremece de pensar en esa posibilidad. Aún no entiende cómo ha acabado juntándose con esa gente. Está atrapado. Por malas decisiones, encadenadas una tras otra. Por confiado. Por cobarde…
Voces airadas le sacan de su ensimismamiento. Otra ‘carga’ nueva llega.
— ¡Carne fresca!, anuncia su ‘boss’ a gritos.
Risas y comentarios obscenos celebran sus palabras.
— Venga, chaval. Te toca estrenarte. Ya va siendo hora.
Le tiende una brillante y pesada semiautomática y una bolsa de plástico.
Traga saliva, se pone pálido. Mira a unos y otras. Mira a su ‘boss’, y, sosteniéndole la mirada, contesta:
—Preferiría no hacerlo…
Y se desmaya, cayendo al suelo con los pantalones mojados.

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