Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

MAR19. TIVAL TERME, de Jesús Urbano Sojo

Si estás leyendo esto, necesito tu ayuda. Es difícil de creer, pero yo soy tú. Serás el descubridor de los viajes en el tiempo. Crearás un dispositivo, lo llamarás: TIVAL TERME. Curioso por cómo sería el futuro, decidirás viajar al 5 de marzo de 2084. No querías encontrarte contigo mismo, pues no sabías qué consecuencias tendría.
Al llegar, te desanimaste, pues esperabas un mundo futurista, sin embargo, aparecerás en un viejo granero. Un grupo de chinos estaba trabajando, cuando se sobresaltaron de la llegada. Pensarás que te equivocaste de tiempo.
Te detendrán, sin llegar a entender nada, pues hablaban en mandarín. Por desgracia, la máquina se estropeó durante la detención. Te llevarán ante un tribunal, que dictaminó el encarcelamiento.
Ahora, estoy encerrado en prisión, atrapado en un año sin saber qué ocurrió. Mientras espero mi sentencia, he intentado arreglar la máquina. No puedo volver a transportarme por falta de energía, pero sí puedo mandar este papel, esperando a que lo leas y seas capaz de cambiar el rumbo de los acontecimientos.

Leí la nota varias veces. ¿Sería una broma? Bajé a mi laboratorio y miré los bocetos de mi futuro aparato. TIVAL TERME, me gusta ese nombre.

MAR18. LA PROFECÍA, de Héctor Marcelo Romero

El 20 de Diciembre del 2012, víspera de la profecía Maya, fui elegido por mi país para viajar al espacio a un extraño y lejano planeta, descubierto recientemente. La misión sería, junto a dos compañeros, extraer muestras,sacar fotografías y filmar. Asi lo hicimos pero, al querer regresar la nave no respondió y perdimos contacto con la tierra, intentamos hacer funcionar la nave pero sin resultado, estábamos perdidos en el espacio, en casi un desconocido planeta. Después de un tiempo indefinido de tiempo, habíamos perdidos las esperanzas de volver, hasta que al regresar de una excursión, buscando vida, vimos el tablero exterior de la nave iluminado y por los parlantes oíamos una voz que repetía, -«Pueden regresar a la tierra si lo desean,…». Felices programamos el regreso. Amarizamos en el océano Atlántico y hombres » ranas» nos rescataron y nos llevaron a una ciudad sumergida, una vez allí, nos mostraron en una gigantesca pantalla la superficie terrestre,desolación,… no había vida humana,ni animal,ni árboles,ni aves, los edificios de las grandes ciudades, derrumbados o en ruinas. Ahora la vida, estaba bajo la superficie marina, corría el año 2084, la profecía para nosotros, …se había cumplido.

MAR17. MALA VISIÓN, de Mercedes Jiménez Rueda

Charlie se ríe de mis temores. Se ríe de mí y de todo. Se ríe cuando le hablo de mi miedo a morir, me revuelve el pelo con su mano gigantesca y suelta una carcajada. Dice que el miedo es cosa de ignorantes. Y él no es un ignorante. Luego vuelve a contarme, mientras va repartiendo la marihuana seca en tarritos de cristal, cómo en una de sus visiones se le apareció Jim Morrison con el número 2084 tatuado en el pecho.
“Dos mil ochenta y cuatro…aún me queda mucho tiempo, enano. Saber la fecha exacta es ponerle cara a la muerte. Es jugar con ventaja”.
Charlie sale de casa como cada noche. Me gusta observar a mi hermano desde la ventana, ver cómo se lo va tragando la oscuridad sin que le tiemble un solo músculo, cómo se dirige al final de la calle donde hoy le espera un tipo al que no he visto antes. El tipo que lo tumba en la acera de un disparo. El tipo que ahora se aleja a toda prisa en un coche, un descapotable con matrícula 2084.

MAR16. LA EXPLOSION, de Ricardo Ramón González Ramos

El 304º día de 2084 se desintegró Ladino Stafino a los 0,843 siglos de edad. El accidente se produjo por una fisura en el bloque de contención del motor termonuclear de su vehiculo que explosionó, según se deduce del programa informático que transmitía en el momento del desastre. Solo de produjeron 742 muertos y cerca de 54.800 heridos con distintos grados de quemaduras, gracias a que la mayoría de la población de esta parte del planeta se encontraba en el satélite Encélado de Saturno celebrando la popular fiesta del estropajo.
Pese a la juventud del finado, era muy conocido por ser el único encausado en el crimen de los chips falsos que permitían anticipar la jubilación de millones de individuos para que no trabajasen hasta los 1,68 siglos como se aprobó en el último consejo de gobierno de la galaxia de hace 0,008 siglos. Con ello consiguió una fortuna de más de 8×500 milicordios.
Se sabe que el accidente se produjo cuando intentaba regresar a 2072 para sustituir aquellos chips por otros de grafeno indetectables.
Que Godfromez le acoja en su seno y le castigue, claro.

MAR15. DESESPERANZA, de Inés Zapirain López

Marcela baja en la estación del centro y un fino chirimiri humedece su rostro. Lloviendo, la intención de llegar dando un paseo se desvanece; decide esperar un taxi.
Mientras aguarda, las luces de la ciudad le devuelven a la niñez: tío Ernesto vestido de mujer; su abuela ataviada con plumas como una estrella de Burlesque; tía Gilda y sus chicas…, hasta no entrar en la adolescencia no comprendió realmente a qué se dedicaba.
El taxi en el que monta recorre la ciudad hasta estacionar frente a una casa de color rosado. Tiene gracia, pues ella siempre deseó su vida en rosa.
Al situarse frente a la verja cerrada coge aire para llamar. Le abre Ernesto y, al abrazarla, la oprime fuertemente, como si intuyera algo.
La cálida bienvenida dibuja una sonrisa en Marcela. Ernesto recoloca sus pechos de mentira y la invita a entrar. Todo está como siempre, envuelto en colores imposibles; pero ella busca a Gilda, que se encuentra en una esquina del comedor, ajustándose el corpiño. Marcela respira. Medita. Va a pedírselo. Ya son 2084 días en paro. Sí. Allá va. Le tiemblan las piernas… ¿Qué dirá Gilda? ¿Qué pensará?
Y sobre todo, ¿qué se sentirá siendo puta?

MAR14. 2080 DÍAS Y ALGUNO MÁS, de Cristina González Prieto

Ya ha pasado otro día… Otro día que en nada se diferencia al ayer, ni al mañana… A paso lento nos dirigimos hacia el norte, huyendo de los otros clanes que en sus luchan encarnizadas por el dominio arrasan con todo aquel poblado que se encuentran a su paso.
Han pasado 2084 días desde que el mundo en el que nací murió de forma inesperada. Hace 2084 días en que la humanidad ha retrocedido miles de años para recuperar lo que un día fuimos, para así, poder sobrevivir.
Mi pueblo… Los otros supervivientes, piensan que en las frías tierras del norte encontraremos refugio. Creen que las nuevas tribus que están surgiendo se quedaran en las asoladas ciudades, dejándonos a nosotros los áridos campos. No lo sé. Es todo tan incierto, tan impredecible… Sólo tengo una cosa por cierta; la humanidad, el mundo tal y como lo conocíamos, se extinguió. Ahora un nuevo orden está llegando para quedarse. Espero que nos alejemos lo suficiente para no tener que verlo jamás.

MAR13. COMMODITY, de Beto Monte Ros

Al hombre le ha dado sed, va a la nevera, la abre, agarra una botella y se sienta a leer el periódico, una noticia llama su atención:
“El ministerio de salud ha determinado que hervir agua, para hacerla apta al consumo, no es un método eficaz, como popularmente se ha creído, es peligroso por las quemaduras que puedan ocurrir en el proceso. También ha dictado una normativa que prohíbe la utilización de la ósmosis inversa, la venta de cloro y de otros artilugios para purificarla”.
Interrumpe por un instante la lectura y mentalmente analiza el escrito: “¡otra pendejada del gobierno y de las corporaciones dueñas de los glaciares!”. Lee en otra página: “Las bolsas de valores alcanzan alzas record motivadas por la contaminación, en el hemisferio norte, del último rio con corriente limpia. Mientras, la organización “Acuífero Guaraní” amenaza con suspender el suministro si las grandes potencias persisten en sus aprestos bélicos para ocupar la región.”
Él, resignado, sabe que esto solo significa nuevos aumentos en el precio del escaso líquido. Bebe de la botella y recuerda, incrédulo, la historia contada por sus padres, decían que: hace muchos años, antes de 2084, el ártico estaba congelado.

unchindepalabras.blogspot.com

MAR11. QUÍMICA, de Paloma Casado Marco

-Operaria Casado, es la tercera vez que acude a la cabina de reposo. Vuelva rápidamente a su puesto.
La voz metálica del interfono interrumpe abruptamente mis ensoñaciones, así que trago una píldora para “entusiasmarse por el trabajo”, y regreso a mi tarea.
A la salida de la oficina, pienso acudir a un salón de máquinas de la felicidad para conectarme un rato, cuando mi marido me localiza con el “rastreador” del móvil.
-¿Qué haces en la calle 23, no sabes que hoy es el cumpleaños de mamá?
Rápidamente meto en mi boca la pastilla de “cumplir con las obligaciones” y acudo a la casa de mis suegros.
Allí, más de lo de siempre cuando critico la política del gobierno por subirle el IVA a las substancias químicas: “En nuestros tiempos, teníamos que soportar las frustraciones sin tener que acudir a esas pastillas que ahora usáis para todo y bla, bla, bla…
Voy al baño para, sin que nadie se entere, tragarme la pastilla de “tengamos la fiesta en paz”
Ya en la cama, añado a la leche unas gotas de “sueños felices” y siento como un cálido agradecimiento inflama mi corazón. Amo los laboratorios farmacéuticos.

MAR10. LA ESCALERA PARA SUBIR AL CIELO, de Ginette Gilart

Bin-Ying se paró un momento a recobrar fuerzas. Sacó de su mochila una fruta y se sentó en uno de los peldaños de la escalera que estaba subiendo. Miró a su alrededor y sintió una profunda paz;su maestro Chen-Lang le decía que era necesario subir 2084 peldaños para rozar el cielo. No sabría decir cuantos había subido, si 1984, 2084 o 2184; lo cierto es que llevaba tres horas caminando y le faltaba unas siete hasta llegar a la cima del monte Hua Shan (monte del esplendor) donde se encontraba un templo taoísta; lugar de peregrinación de tantos chinos. Desde el pueblo hasta la cumbre 10.000 peldaños y algunos tramos, duros y peligrosos, esperan al peregrino. Alcanzar la cumbre supone un esfuerzo terrible, pero el espectáculo merece la pena; según desde que angulo se mira las cinco montañas sagradas, aparece el dibujo de una flor inmensa y, su contemplación provoca serenidad y sabiduría. Bin-Ying lo sabía , tal vez por eso no quería dejar pasar esa fecha, para él, mágica y ese año 2084, a sus 84 años, decidió firmemente cumplir su promesa y dirigirse hacia lo alto, aunque fuera su último viaje.

MAR09. EVOLUCIÓN, de Aurora Royo Cañadas

¡Feliz Año Nuevo, queridos conciudadanos!. A continuación, su Amado y Supremo Presidente, a través de las ondas de Radio Difusión Interestatal Universal, procederá a pronunciar su tradicional discurso de entrada de año:

“¡Felicitaciones, conciudadanos! Por fin hemos alcanzado el año 2084, a pesar de las voces agoreras que, en diferentes ocasiones, pronosticaron el fin del mundo. Hemos superado crisis, guerras y bancarrotas. Hemos tenido que caer y levantarnos nuevamente. Reconstruir ciudades y edificios. Reformar leyes y reglamentos. Derruir y construir barreras y fronteras. Pero todos los escenarios recorridos nos han hecho ver que la verdadera esencia de la Paz Social se encuentra en la Igualdad entre congéneres.

Por eso podemos decir, queridos y apreciados conciudadanos, sin miedo a errar, que por fin, en el año 2084, hemos conseguido la Igualdad. Hoy podemos decir, sin miedo a errar, que \»todos los ciudadanos son iguales, pero algunos ciudadanos son más iguales que otros\». ¡Feliz año nuevo!”

MAR08. 2084: EL ÚLTIMO LIBRO, de Marta Trutxuelo

Situado en perfecta posición paralela a la parada del autobús, el largo ciempiés que dibuja una treintena de pares de pequeñas piernas comienza a desplazarse de manera ordenada al acercarse el vehículo escolar. Uno, dos; uno dos… los niños se dejan engullir por las fauces del gigante de metal y se van colocando en su asiento… niño, niño; niña, niña… El autobús despega con sus pequeños pasajeros a bordo y en menos de lo que se tarda en enviar un whatsApp, la nave llega a su destino, un lugar llamado “Museo”. Los niños abren sus focos interrogantes examinando el edificio, tocan el rugoso material de su fachada: “Es piedra”, explica el profesor. Traspasan, asombrados, una puerta de apertura manual. En una sala varios niños se arremolinan ante unos cuadros: “Es como el fondo de escritorio de mi ordenador”, reconoce uno. La última sala está presidida por un atril. “Es un libro”, aclara el guía del museo. “Es como pasar de una pantalla a otra”, añade, moviendo aquel extraño y fino material llamado papel, plagado de letras y números. El guía pregunta por qué se extinguieron: “Porque tiene más de 140 caracteres… y eso está prohibido”, responden al unísono los niños.

MAR07. 34 MINUTOS Y UN POCO MÁS, de Yesica Primea Higuera

   Miró su reloj, casi desgastado por la vista, había tardado 9 horas en cruzar el atlántico; cuando llego a tierra firme eran las 12.35 , recorrió el pasillo interminable, contando los pasos, unos 2084, mostró los papelitos que acreditan un sueño, se fue a la correa, sumando las reales y las imaginarias, contaría unas 2084, pero se aseguró que la suya cargara más paroxismo que indumentaria, a la 1: 09, lo vio, con su camisa marrón, con el número 5 en el lado derecho, 2084 segundos en tierra firme habían transcurrido, 2084 segundos, para encontrarse con: 20 lunares repartidos en su espalda, 8 puntos de una antigua cicatriz en su rodilla derecha y 4 cojines en el sofá de aquel salón, que ya esbozaba una mueca.

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