Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

BLANCO Y NEGRO

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en BLANCO Y NEGRO

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán relatos que desarrollen el concepto BLANCO Y NEGRO. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 DE DICIEMBRE

Relatos

MAR77. EL SALMO, de Jone Miren

Estaba desesperado. Tenía una crisis de identidad aguda. De repente se vio inmerso en un mundo tan desconocido como solitario y entro a formar parte de esa comunidad tan desprestigiada llamada soledad. La vida ya no era la misma, la ciudad ya no era la misma. Todo había cambiado abruptamente. Es el daño colateral que conlleva el haberse olvidado del código pin. Sin ese código, ninguna puerta se abriría ante él. Sus amigos sólo existían detrás de esos cuatro dígitos que no podía recordar. Era imposible comunicarse con nadie, su campo estaba desierto, lo había perdido todo. Intentó recordar las palabras exactas que decía su madre cuando no encontraba las llaves de casa. Era algo así como una plegaria, una invocación. Se arrodillaba, juntaba sus manos, cerraba los ojos y musitaba palabras fervorosas. Él se reía al verla en ese estado reflexivo y místico. Le resultaba extraño y hasta casi tonto, pero la realidad es que las llaves siempre aparecían. Así que hizo lo mismo, se puso de rodillas, abrió el viejo misal de su madre y leyó el salmo 2084.

MAR76. (sin título), de Marcos Santander Llona

Estábamos a punto de celebrar cien años desde la Gran Inversión. A 1985 le quedaban pocas fechas en sus adentros, e íbamos a iniciar 1984, origen y previsible final del periodo conocido como Gran Hermandad que los bisabuelos de nuestros tatarabuelos habían desarrollado para bienestar, orden y mejor estructura de aquel caos que decían había reinado en la casi totalidad del siglo XX.1

En los primeros años de aquel periodo hubo de soportarse movimientos contrarios a la Fundación y luchas que, afortunadamente, fueron neutralizadas a pocos años del inicio. A partir de dicha acción se vivió un perfecto, agradable y próspero segundo periodo que constituyó el núcleo central de aquella era prodigiosa. La población prole no había conocido nada mejor desde hacía muchos años. Únicamente, desde apenas diez años, habían comenzado movimientos contrarios a la Gran Hermandad que reivindicaban particiones en las tres vastas zonas en las que se dividía la Tierra, propugnando entrada en otros diferentes periodos de organización social propios del primer paso, ascendente, del siglo XX.

En cuestión de pocos años más entraríamos en aquel periodo que, a decir de los intelectuales proletarios del mundo, habría sido el tiempo de mayor abundancia de ideas distintas y de caos.

MAR74. PESADILLA, de Andrés Rodríguez Gimeno

Ángela se sobresaltó. Abrió los ojos y rápidamente dirigió su mirada a su marido; observó cómo, ajeno a su desvelo, dormía plácidamente. Le dio un beso y lo abrazó. Se secó el sudor de la frente y suspiró : «Vaya bobada, cómo iba a acuchillarlo, con lo que le quiero«; tan sólo había sido un mal sueño…otra vez más. Ángela se relajó y se durmió

Al rato, de nuevo se despertó. Como las últimas noches, la pesadilla se le repetía. Agitada y con la boca seca, Ángela encendió la luz de la lamparilla y se tomó un vaso de agua, que habitualmente tenía sobre la mesilla. Fue entonces cuando, aterrada, vio un cuchillo en el pecho de su esposo y sus propias manos ensangrentadas. Se esforzó por poder despertarse de esa horrible y recurrente pesadilla , que no paraba de atormentarla. Pero esta vez le resultó imposible: Ya lo estaba.

MAR73. MEDICACION PARA LA VEJEZ, de Claudia Elcira Díaz

Tengo en mis manos una carpeta que era de mi padre, el fue medico. Cuando fallecio yo guarde todos sus papeles. Pero con el tiempo yo tambien me recibi de medico. Entonces mi curiosidad fue mirar sus papeles de medicina que a lo mejor habia algo interesante que me podria ayudar a mi.
¡Asi fue!…en uno de ellos dice del ser humano 2084 que pudiera valerse por si solo en su vejez, me parecio hasta gracioso, pero… en una parte de este escrito me emocione y mis lagrimas corrian por mi rostro como si tuviera un rio que parecia inundar hasta mi cuerpo. Esta emocion se debe porque en este escrito queria inventar una medicacion que pudiera resolverse este problema. Segui leyendo…y que habia muchos que no tenian paciencia para atender a los ancianos y otros si, y salvarlos de esto. Pero esto quedo asi, inconcluso, porque el fallecio. ¡Pero ahora!…¡estoy yo!.. para resolverlo.Espero tener un resultado satisfactorio,y si no se logra,les voy a pedir a todos que tengamos paciencia y coloquemos nuestro amor porque todos vamos a llegar a ser ancianos, si la vida no se termina antes de lo pensado.

MAR72. PUNTO ROSA TRES-DÉ, de Nieves Martinez Menaya

El vapor de la prisa se expande como una nube incierta que penetra en un desierto de miradas. Tokyo. 2084. Avenida 714 con la 62. Procesiones ingentes de silencios deambulando sin destino aparente transitan como hormigas perdidas con párpados cansados que apenas se sostienen. Sólo el tren que vomita los despierta con su canto marchito anunciando paradas. El neón, exultante, te invita desde el cielo con gestos y promesas. Y tú accedes.

He olvidado mi nombre y ya no sé del olor de la carne. Hoy necesito recordarme en mi cuerpo y llevo unas monedas. Busco una de esas cabinas rosas y voy al Menú Opciones : “Sudor I , sudor II , sudor III…. satén, seda, algodón….” En las Sex- Point hay más gente esperando, pero hoy no tengo tiempo.
Vuelvo a casa algo más relajado. Ese abrazo virtual “ Algodón, lavanda, nuca, 3 minutos…”,
me ha hecho recordar esa boca almendrada que se cruza conmigo en la oficina.
Esta noche , los “Reponedores de Fluidos” tienen mucho trabajo; mañana es sábado y habrá mayor demanda, aseguran. Volveré. Con más tiempo, sin duda

MAR71. LÁGRIMAS VERDES, de Yolanda Nava

“A las once de las noche en el Planetario, disfrazados con atuendos futuristas”. Me inquietó el modo en el que íbamos a celebrar el encuentro de antiguos alumnos, pero viendo quien firmaba la invitación lo entendí todo: Rufino, el número uno de nuestra promoción que al parecer sigue con su pasión por el espacio. Llego puntual, visto un traje plateado con antenas y todo, al que he colocado un dispositivo digital a la altura del pecho que escanea imágenes: insuperable. Concentrado en la imposible tarea de reconocer a mis colegas, no veo acercarse al ser que palmea mi espalda y me alarga una mano verdosa de tres dedos, sus ojos alargados me miran inquisitivos, mientras su voz metálica me anuncia que es Rufino. Me comenta que ha estado escribiendo un libro, que hoy ha puesto “fin” en la página 2084. Inicia un apasionado discurso sobre la fusión humano-espacial que me aburre. Estoy concentrado en la autenticidad de su disfraz. Harto de que siempre me supere en todo me lanzo sobre su cara, tiro fuerte para quitar esa careta tan perfecta, él grita diciendo que le deje en paz, que le hago daño. Y lágrimas verdes ruedan por sus escamosas mejillas.

MAR70. LA COLECCIÓN, de Blanca Oteiza Corujo

Una tarde más, Prudencio se sentó en la mesa con su caja, esa de cartón desgastado que cuidaba como un tesoro. Tras acomodarse y mirar un rato por la ventana abrió la tapa y comenzó a sacar uno a uno los posavasos que guardaba en su interior. Los había coleccionado durante años, traídos de las más variopintas discotecas y locales de moda pasajera. En ellos podían leerse los nombres más horteras que uno puede imaginar, en fondo de vivos colores y sugerentes decoraciones como palmeras, dioses e incluso mujeres bailando ligeras de ropa. Los fue acumulando poco a poco sin darse cuenta que había formado una larga colección. Ahora no sabía muy bien qué hacer con ellos, pero le daba pena desprenderse de su mayor tesoro entre aquellas paredes impersonales de la residencia. Así cada tarde sin mucho más que hacer los sacaba y los colocaba encima de la mesa mientras recordaba tiempos mejores. Uno, dos, tres, y así los iba contando uno a uno hasta el último, el 2084.

MAR69. TIEMPO FUTURO (HOMENAJE A ORWELL), de Raúl Ariza

Justo en el instante en el que cerró la nota con un adiós lacónico y aislado comenzó a temblar. Fue al darse cuenta de que tras el punto final ya no quedaba pretexto que le atase al presente, ni excusa que le sirviera para dilatar su marcha. Aún así, en un gesto reticente, se asomó a la única ventana del escaso apartamento; un inmueble espartano, apenas un cubículo ralo y feo; y vio como la noche se abalanzaba sobre unas calles asustadas. Al tiempo que las sirenas enmudecían, el humo espeso y algo turquesa que exhalaban las chimeneas de las mil fábricas lo emborronaba todo hasta hacerlo espectral. Él pegó la cara al cristal, frunció la vista y miró atento por entre medias de la bruma. No consiguió verla. Luego se subió a la silla y se anudó la soga.
Cinco minutos más tarde Julia llegó turbada por la prisa y con el latido en un brinco. El toque de queda le había pillado en plena travesía y había tenido que esconderse entre las ruinas hasta que las patrullas cesaran su inspección. Ese y no otro fue el motivo de su retraso.

http://elalmadifusa.blogspot.com

RELATO FUERA DE CONCURSO, YA QUE SU AUTOR 
FORMA PARTE DEL JURADO EN ESTE MES

MAR68. PULSO, de María Isabel Martínez Díaz

40, 41,42. Todo ha sucedido demasiado rápido, vi la pelota ¿cruzó el niño tras ella? No sé, todo está borroso.

217. ¿Cuántas vueltas fueron? El coche parece destrozado. Amasijo de hierros afilados. Dicen que no hay que perder la consciencia, mantenerse despierta. La cabeza fría, números, necesito números, contar. 218

523. Extraño, no me duele nada, sin embargo, no puedo moverme. Ruidos. Creo que vienen a rescatarme. Resistiré un poco más.

1002. Lástima, llegaré tarde al aniversario. Estarán esperando impacientes, iba a ser una sorpresa para mis padres. Bueno, lo entenderán… ¡Tengo tanta sed! Siento la boca seca. Voces extrañas se mueven alrededor. Creo que alguien llora ¿tal vez sea yo? Todo es tan confuso. Alerta, 1003…

1375, 1376. Contando, sigo despierta. Suenan sirenas, las escucho demasiado lejos. Todo está lejos. Me tiemblan las manos, no puedo pararlas. Más números, continuo, aguanto…1377

1935. Tengo frío ¿Habrán llegado todos a la fiesta? Mis hijos estarán allí, ¡son tan pequeños! ¡Qué será de ellos! ¿Hoy los recogían los abuelos, o debía ir yo? ¿Venían conmigo? La memoria me falla…no, no. Debo dominarme, seguir contando. Despejada, mi mente despejada, por ellos, mi mente…por ellos. Algo tibio resbala por mi cuerpo helado.1936…

2084.

www.tenemosmuchocuento.es

MAR67. INCRÉDULO, de Isabelle Lebais

Todo comenzó la noche anterior y la situación se volvía a repetir por la mañana, el reloj corría en su contra y no les permitía moverse de allí hasta que no terminase con su ardua tarea y ya se estaba haciendo muy tarde.
Los tres, desde el quicio la puerta le miraban con diferentes actitudes, su hija mayor con lástima, su hijo esperando a la respuesta definitiva y su mujer con resignación.
Antonio seguía en su tarea sin levantar siquiera su mirada de la mesa, con total concentración y con un cuidado extremo para no confundirse.
Ya casi llegaba al final y una sombra de decepción recorría su rostro. Levantó la mirada para enfrentarse a los testigos que esperaban el resultado.
-2083, 2084, uff…
– ¿Y?
Le increpó su mujer con un tono de desesperación que no pudo ni quiso disimular.
– Teníais razón.
– ¡No!, ¡Dilo en alto!, ¡para que se te quede grabado en esa estúpida cabeza!
Le gritó su mujer completamente exasperada a punto de decir alguna que otra barbaridad más.
– Está bien… Hay la misma cantidad de lentejas, que antes de ponerlas a remojo.

CONVOCATORIA DEFINITIVA PARA LA PRESENTACIÓN DE ESTA NOCHE TE SUEÑO

EL SÁBADO PRÓXIMO, 16 DE MARZO…

Os proponemos 2 lugares y 2 horas distintas para reunirnos.

14,00 hs. COMIDA (hay cambio de lugar)
Restaurante de la Posada Cabrojo. En la salida 244 de la A8 (Salida Casar de Periedo y Virgen de la Peña) junto a la gasolinera, al otro lado de la vía del tren.
CONFIRMAD ASISTENCIA. Tenemos reserva cerrada para 20 personas.

18,00 LIBRERÍA SANCHO PANZA. En Cabezón de la Sal, a la espalda del Ayuntamiento. También estaría bien que confirmárais asistencia, pero no es necesario.

Para confirmar podéis usar este enlace

Os he puesto enlaces a google maps en ambos sitios. En caso de alguna duda o imprevisto en el último momento podéis consultar los teléfonos de cualquiera de los dos alojamientos, que están en la sección CONVOCAN de las pestañas de la cabecera o en sus respectivas webs.

¡¡¡LAS MALAS LENGUAS DICEN QUE NO VAMOS A CABER EN LA LIBRERÍA!!! 
¿¿HAY ALGUNA NOTICIA MEJOR QUE ESA??
 ¿¿ABARROTAR UNA LIBRERÍA??

UN GRAN "GRAN HERMANO"

ELOGIO DE LA INICIATIVA PRIVADA

«Jesús te mira.Vayas dobnde vayas, sus ojos te siguen. La tecnología moderna ayuda al hijo de Dios a cumplir sus funciones de vigilancia universal. Tres capas de plástico plarizado, que bloquean sucesivamente el paso de la luz, le facilitan la tarea.
Allá por 1961, una de estas imágenes de ojos corredizos llamó la atención de un periodista. Julio Tacovilla iba caminando por una calle cualquiera de Buenos Aires, cuando se sintió observado. Desde una vidriera, Jesús le había clavado los ojos. Retrocedió y la mirada de Jesús retrocedió con él. Se detuvo y la mirada se detuvo. Avanzó y la mirada avanzó.
Esta señal divina le cambió la vida y lo sacó de pobre.
Poco después Tacovilla voló a Port-au-Prince, y por medio de la embajada de su país en Haití consiguió una auddiencia con el presidente vitalicio Papá Doc Duvalier.
Llevaba un gran cuadro bajo el brazo:
-Tengo algo para mostrarle, Excelencia-dijo.
Era un retrato del dictador. Los ojos se movían.
-Papá Doc te mira- explicó Tacovilla.
Papá Doc asintió con la cabeza.
-No está mal- dijo, yendo y viniendo ante su propia imagen- ¿Cuántos puedes hacer?
-¿Cuánto puede pagar?
-Le pago lo que sea.
Y así Haití se llenó de miradas vigilantes y el inquieto periodista se llenó de dinero.

EDUARDO GALEANO. El libro de los abrazos
Propuesta-homenaje al 1984 de Orwell de Rafa Heredero.

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