25. Retrato de familia (Ezequiel Barranco)
Mis padres quisieron tener un recuerdo del día de mi bautizo y encargaron una fotografía en la que estaban sentados ellos conmigo en brazos en el primer peldaño de una escalera y, detrás nuestra, mis hermanos mayores, mis tíos y mis primos, mis abuelos con sus hermanos y hermanas y sus parejas y arriba mi bisabuela otros parientes y algunos amigos de la familia y parientes lejanos.
Desde ese día, cada año, nos reuníamos para repetir la foto siempre en el mismo sitio, y nos juntábamos para comentar —cómo ha crecido, que gorda se ha puesto, que mayor— o, años más tarde, evocar —que lástima, en ese hueco estaba la abuelita, o el tito Luis ¿te acuerdas?—. Y así fueron quedando espacios vacíos y escalones al aire, en la foto y en la memoria— ¿ese quién era?, no recuerdo el nombre del tercero de la izquierda, se parece al abuelo—, y una velada añoranza.
Y así pasó el tiempo, con dudas y olvidos, cada vez con menos recuerdos y con más preguntas, hasta que en la última foto, la de este año, solo estaba junto a mí una nonagenaria anciana que me preguntaba confusa qué dónde era esa escalera.
Somos efímeros, y es algo natural, pero siempre nos cuesta aceptarlo, la imagen que dibujas de esa escalera menguante lo muestra muy bien.
Un abrazo y suerte, Ezequiel
Gracias, Ángel.
Llevaba prácticamente un año sin escribir y vuelvo con cierto esfuerzo, por tres motivos: Recuperar mi afición algo abandonada, el cariño que le tengo a ENTC, y leer tus comentarios (y los otros que escriban).
Un abrazo y reitero mi agradecimiento a todos.
Jo, Ezequiel, qué penita dan esos huecos que van quedando. Habría que rellenarlo con los niñas y niños que van llegando. Algunos dirían que a sufrir en este valle de lágrimas, pero a quienes vamos envejeciendo en esa escalera nos alegran la vida.
Un abrazo y suerte.
Efectivamente. La escalera tiene dos tramos y ambos caminos por los wue hemos de pasar.
Gracias por tu positivo comentario.