Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

QUIJOTERÍAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en QUIJOTERÍAS

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el tercero serán QUIJOTERÍAS Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE MAYO

Relatos

AGO63. LA CARACOLA, de Maricarmen Brun Martín

Amaba el mar. Disfrutaba contemplando sus aguas azules y plácidas, en las hermosas mañanas del mes de Julio e inspiraba profundamente el intenso olor marino que desprendían las algas, depositadas en la playa durante la bajamar.
Un día, paseando por la playa, encontró una preciosa caracola, cuyo nácar de tonos irisados, resplandecía bajo los rayos del sol. –Me la quedaré, así podré tener el mar siempre conmigo- se dijo.
Pasado algún tiempo, en las profundidades del océano, los reyes del mar celebraron una gran fiesta. Todos los invitados debían acudir con sus mejores galas.
 Cuando llegó el día señalado, la reina del mar apareció espléndida. Pero el rey notó que le faltaba algo y le preguntó:-¿No luces la preciosa caracola que te regalé?
-La perdí en la playa- contestó apenada.
Inmediatamente, el rey del mar, convocó a todas sus vasallas las olas y les ordenó que buscaran por mares y océanos aquella preciosa joya.
Desde aquel día, las olas rastrean incansables todas las playas, los mas abruptos rincones y acantilados del planeta, sin haberla encontrado, mientras que ella la guarda en su escritorio como su mas preciado tesoro.

AGO62. AZUL OSCURO, CASI NEGRO, de Josema P. Carpintero

Mamá se acaricia la barriga. Papá sonríe. Cogen mi mano y la colocan sobre el abultado vientre de ella. Algo se ha movido dentro. Mamá me explica que es mi hermanito que está flotando tranquilo en el interior de esa enorme parte de su cuerpo. Estamos en su futura habitación, es muy diferente a la mía, la han pintado en tonos celestes y han decorado las paredes con un mar con olas y peces. Sobre la alfombra hay unos peluches que nunca había visto: una gran ballena, un pulpo y  una réplica muy bonita de Nemo. El techo es azul oscuro, casi negro, y han colocado en él unas estrellas luminosas que cuando apagas la luz siguen brillando.
Mamá me acerca a la cuna de madera, tiene forma de barco y la cabecera simula un timón muy gracioso. Siento que ese pedazo de mar cercano a mi cuarto pondrá mi mundo patas arriba; en la suave tranquilad de mi cama-palacio color rosa palo abrazo muy fuerte a mi muñeca Lea, le pido que se quede conmigo y le prometo que cuando nazca mi hermano-pez, los tres navegaremos en su cuna-velero y ella llevará el timón; un miedo que no conocía me hace temer que prefiera irse con él a su mundo líquido y azul. Lea es una sirena.

AGO61. AZUL…MARINO, de Teresa Oteo

El azul marino guio mi vida.
Nací niño, en aquella época no se hacían ecografías y mi madre no lo supo hasta el momento del parto; pero ya tenía un cuco esperándome de color azul…marino.
Mi primer uniforme del colegio: pantalón gris y jersey azul…marino.
Aquel abrigo de los domingos con el que me llevaban a misa era también azul…marino.
En mi primera comunión fui de almirante: pantalón blanco y chaqueta azul…marino; el libro de escolaridad del instituto, la rebeca de aquella chica que conocí un verano en Fuengirola y la toga que llevé el día de mi graduación en la universidad, todo azul…marino.
El vestido que llevaba mi suegra el día de mi boda: azul…marino y el traje con el que enterramos a mi padre, el mejor que tenía era azul, azul…marino.
Aquel coche adelantando en prohibido que me sacó de la carretera y acabó con mi vida; apenas alcancé a distinguir el color pero era también azul, azul…marino.
Por fin… un fundido en negro. O quizá sea… azul, azul…marino.

AGO60. ILUSIONES TRUNCADAS, de Amparo Hoyos Sanchis

  Todos los días, al atardecer, Beth y Christian salen a pasear por  la playa acompañados de su perro. A esas horas el calor cede y el agua  muestra su tono azul   brindándoles calma y serenidad. Caminan silenciosos mientras las olas lamen  sus pies desnudos con ritmo constante. Miran hacia el  horizonte donde  reposan sus sueños bajo la profundidad de las gélidas corrientes.
Sus manos no se sueltan mientras los recuerdos viajan en el tiempo hasta situarse en la cubierta de aquel enorme barco: “La noche era agradable y la música de una pequeña orquesta custodiaba su reciente noviazgo. Las cálidas luces se reflejaban en el escaso oleaje causando una especie de hechizo. Nadie escuchó el golpe, los músicos no dejaron su tarea y la confusión tardó en llegar hasta ellos. No pudieron alcanzar ningún bote salvavidas. El helado fondo marino se convirtió en la sepultura de miles de ilusiones truncadas”.
– “Mamá ese perro parece perdido…, sin embargo, mira hacia arriba como si alguien le estuviese hablando. Ahora corre como si buscara alguna piedra para devolverla a sus dueños. Mamá…, en la arena hay huellas de pies, pero no hay nadie caminando …”

 www.ficcionesdeamparo.blogspot.com

AGO59. UNO, de Mei Morán

Añil hizo llegar los azulejos por el valle, camuflados en las alforjas de las mulas. Cuando llegaban al pie del edificio obligaba a los hombres a salir del pueblo con los ojos vendados, diseminados y en múltiples direcciones, para que no pudieran recordar el lugar. Los albañiles trabajaban de noche, a la tímida luz de la luna y después de dos días de labor, eran sustituidos por otros, que también venían de lejos. Pasaron algunos meses y la obra quedó terminada. Añil cerró por dentro la modesta casa, a cal y canto. Y tiró la llave en el pozo que se encontraba en el centro del patio. Al lado, se elevaba el complicado laberinto vertical de baldosas índigo. Subió los peldaños empinados de la fantástica construcción. En una última inclinación alargó las manos. Introdujo sus dedos huesudos en lo denso de la bóveda celeste y acabó fundiéndose con el azul, tan profundo como el del mar.

 meimoran.blogspot.com

AGO58. SONIDOS INTERIORES, de Mar Horno García

En el tejado vive un grillo. Por las noches baja a casa y se mete en mi cabeza para amenizar mis sueños con chirridos de estrellas y cricrís azul marino. Su canto es un bálsamo fresco y escandaloso que cauteriza las heridas. Muy temprano, antes de irme a trabajar, lo saco de mi oreja y lo dejo en la mesita de noche. A veces, olvida subir a su azotea y se queda junto al tictac del despertador, mirando las burbujas del vaso de agua. Sabe que volveré al anochecer, derrotado por un desesperado miedo a estar a solas conmigo mismo y me lo meteré en la boca acompañado de un largo trago de ginebra, como si fuese una píldora negra contra el brutal insomnio. Cri-cri, sintiendo sus estridentes sonidos en mis extrañas aguanto los envites de la culpa. Cri-cri, y alcanzo a silenciar el ruido oxidado de rejas que se cierran. Cri-cri, y consigo acallar  los gritos mudos de los ejecutados.

 http://marhorno.blogspot.com.es/

AGO57. CUESTIÓN DE TONOS, de Inmaculada Rodríguez Flores

Llegó a casa bien entrada la tarde.  Era verano,  llevaba los pies levemente hinchados, y con tanto calor lo único que deseaba era tumbarse en el sofá.
Su esposa corrió a su lado, besó su mejilla e intentó abrazarle..
—       Estoy cansado — contestó Benji con frialdad.
—       Está bien, prepararé un té helado, sé que te encanta — contestó Grace con cariño.
Mientras el marido se duchaba, ella preparó un té con limón frío y algo ligero para cenar. Sabía que había tenido un día horrible. Además, con tanta crisis no había conseguido cobrar las facturas  pendientes. Eso era lo que le tenía de tan mal humor.
—       ¡Prepárame una de esas pastillas azul marino que lo curan todo…! Me duele mucho la cabeza… — gritó Benji desde el cuarto de baño.
—       Por supuesto, amor. — contestó Grace.
Ni corta ni perezosa le sirvió, junto al té frío, lo que el marido había solicitado.
Al rato, Benji tenía un enorme “calentón”. No lo comprendía, había llegado con una enorme jaqueca y al  tomar su “antalgín”, no sólo había mejorado su salud, sino su energía.
Desde el dormitorio Grace sonríe. Nunca le ha gustado desobedecer a su marido…sólo que confundió el tono del azul, a su favor.

UNA INSPIRACIÓN CLÁSICA DE… MAR AZUL

Marché directamente hacia la costa oriental de la isla, porque había resuelto descender a la restinga por el lado del mar, con lo que evitaba todo riesgo de ser descubierto desde el fondeadero. La tarde había caído, aunque aún lucía el sol y el calor era penetrante. Y a medida que seguía mi camino por entre los árboles, podía oír en la lejanía, frente a mí, no sólo el sonido del mar en las rompientes, sino el balanceo de las copas de los árboles que me indicaba que la brisa marina se levantaba con más fuerza que de ordinario. Pronto me llegaron las primeras bocanadas de aire fresco, y en unos pasos salí del bosque y pude contemplar el mar, azulísimo y resplandeciente de sol hasta el horizonte, y el oleaje que batía las playas y las cubría de espuma.
Nunca pude ver aquella mar en calma en torno a la Isla del Tesoro. Aún cuando el sol incendiara los aires sobre nuestras cabezas, aunque el cielo estuviera como suspenso, o aunque la mar fuera una limpia y tersa seda azul, grandes olas seguían batiendo noche y día a lo largo de la costa con formidable estruendo, y no creo que hubiera ni un solo lugar en la isla donde ese ruido no penetrara.

LA ISLA DEL TESORO, 1888. Robert Louis Stevenson

AGO56. AMANTE, de Nedelin Báez

Vestida de azul estás hermosa, justo como te recordaba. Una chica tierna, misteriosa pero tan mujer y niña a la vez. Tuve miedo de hablarte, decirte que te extrañé todo este tiempo, que seguía siendo el mismo que una vez se sentía atraido por ti. Aunque después de verte ya no me sentía igual. Te vi más mujer, con más cuerpo, más decidida pero aún más misteriosa.
Ya no me gustabas ahora también te deseaba, me sentía como un loco, estaba asustado. ?¿Porqué sentía esto por ti?
Te deseaba con locura que estaba dispuesto a hacer lo que me pidieras,sin miedo, sin penas. Quería ser tuyo nada más.
Pero nunca me perdonaste que te haya dejado todo este tiempo y peor aún es que lo volveré a hacer aunque todavía no lo sepas.
Si ! soy una mala persona ya lo se, porque te deseo y quiero que seas mia, aunque se que eso nunca pasará porque esperas a alguien especial para entregarle lo que consideras tan preciado y que solo una persona que ames y te ame lo apreciará.
Pero por un demonio ! Porqué me sigues provocando? y haciendo que mi deseo se note por encima de la ropa ahí, comprendí que eres tan mala como yo.

AGO55. MISMOS ERRORES, de Nicolás Jarque Alegre

Me enviaron para reconstruir aquel lugar donde los vientos del norte y del sur convergen, las cigüeñas no se atrevían a volar, las flores no crecían y el cielo mantenía un perpetuo azul marino. La tarea no era sencilla porque no encontré ninguna casa en el que el viento no hubiese hecho mella, las ratas campaban a sus anchas y los seres humanos yacían demacrados por la peste. Inicié mi trabajo: el primer día prendí fuego a todo el pueblo; el segundo día, barrí las cenizas y desempolvé el cielo para diferenciar el día y la noche; el tercer día, labré la tierra yerma y planté hortalizas, arboles y flores; el cuarto día, suministré agua creando una red de cañerías; el quinto día, construí casas, adosados, oficinas y hasta estatuas en honor a mis hermanos; el sexto día, compré una pareja de cada especie animal y los solté para que se reprodujesen; y el séptimo día, yo no descansé y me lancé a publicitar la nueva promoción por inmobiliarias, medios de comunicación e Internet. Ya en mi nube, mientras reposaba, observé como los primeros moradores ocupaban mi creación. Para mi desgracia la bautizaron como Seseña II.

 escribenicolasjarque.blogspot.com

AGO54. A LA DERIVA, de Joaquín Valls Arnau

Eran sus primeras vacaciones en aquella hermosa bahía, en cuyo extremo se erigía un pueblo que antaño había sido de pescadores. Una tarde alquilaron una barca a motor de cuatro plazas, con un toldo de lona. Al entregársela les indicaron que podían desplazarse libremente por el interior de la bahía pero sin salir a mar abierto, donde había bastante más oleaje y el color azul del mar presentaba una tonalidad más oscura.
Al cabo de un rato pararon el motor, con el propósito de comer unos bocadillos. Sin que se dieran cuenta, la barca se fue acercando peligrosamente a la costa. En cuanto fueron conscientes de la situación, intentaron a la desesperada poner de nuevo en marcha el motor, pero fue en vano. Para entonces, se hallaban ya a escasos metros de las rocas.
De súbito, vieron que una motora se aproximaba a gran velocidad. Al llegar a su altura, se detuvo. El hombre que la conducía, con gorra de marinero y gafas oscuras, alargó un brazo hacia el interior de la barca y, sin ninguna dificultad, consiguió poner en funcionamiento el motor, sacándolos del apuro. Acto seguido se marchó, tan rápido como había venido, sin mediar palabra.  

(Concursa CAN)

RELATO FUERA DE CONCURSO YA QUE
 EL AUTOR ES JURADO DE ESTE MES

AGO53. REENCUENTRO, de Raúl Gómez Lozano

Los días que el anciano pescador pasaba en el asilo lo erosionaban como olas a una vieja roca. Sentado al lado del ventanal, escudriñaba durante horas enormes trozos de infinito mientras abrazaba con firmeza su cuaderno.
Cuando el viento le trajo al fin aquella melodía, un brillo apareció en sus ojos. Abrió el cuaderno, pintó de azul hasta el último centímetro del folio y se zambulló en él. Apareció al otro lado del mundo, robusto como Poseidón. Volvió a disfrutar de su barco, volvió a luchar con titánicos peces, volvió a naufragar, y volvió a creer enloquecer cuando ella lo rescató.
Era hermosa como el reflejo de la luna y su canto nacía del mismo Paraíso. Su mitad animal no impidió que se amaran con pasión y, pese a separarse obligados por la diferencia de sus mundos, prometieron reencontrarse allá donde no existe el tiempo. Cuando llegase el momento, ella le avisaría.
Fue tal la fuerza con la que se introdujo su voz en él, que los gritos de las enfermeras se perdieron en el vacío, incapaces de evitar que aquel viejo pescador abandonase la vida con una sonrisa en la boca y un cuaderno extrañamente húmedo entre los dedos.

 http://lacallejueladelaspalabras.blogspot.com.es/

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