Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SERENDIPIA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en SERENDIPIA

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LA SERENDIPIA. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE NOVIEMBRE

Relatos

JUL01. LA HERENCIA, de Juan Morán

Fue un viaje en el espacio y  en el tiempo. En ese momento me encontraba apoyado en las piedras caídas del vallado, mirando una fachada que había sido castigada por el abandono.  Un vecino que paseaba hacia la ribera se detuvo.

Murieron todos, me dijo; la casa es de una familia de Bilbao que cayó en desgracia por la muerte en extrañas circunstancias de una niña de 12 años. Tuvieron que dejarlo todo y regresar a la ciudad. Dicen que a la niña la mató un primo suyo, un tal Bartolomé, y que a su torturado espíritu se le puede escuchar alguna noche en el pozo, donde la encontraron muerta.
El paisano siguió su camino, y yo, Bartolomé Trías, me quedé pensando en la necesidad que tenemos de contar historias, mientras recordaba mis últimas vacaciones allí, la muerte en el hospital de mi prima Celia por una fiebre amarilla que se trajo de Brasil, y la huida a Barcelona del resto de la familia ante el empeoramiento coronario de mi tío tras el suceso.
Tendría que valorar que si aceptaba esta parte de la herencia, las reformas tendrían que incluir derribar la parte más delicada del lugar, su leyenda.

http://senderodelagua.blogspot.com.es/

Y EN JULIO NOS TOCA… VIAJAR

el destino no es lo que cuenta, lo importante es el viaje
ese recorrido cuya experiencia nos pone en contacto
 con el mundo que aún no conocíamos
durante este mes, «esta noche te cuento» quiere ser el 
cuderno de bitácora colectivo de un viaje definitivo
comienza el trayecto

SE ACABÓ ESTE GENEROSO VIENTO DE JUNIO…

Hace unos minutos que ha terminado el plazo para presentar los relatos de junio con el viento como protagonista. Ya hay algún relato viajero esperando que llegue julio …
De nuevo es necesario manifestaros agradecimiento por la generosidad de vuestra participación y felicitaciones por vuestras preciosas propuestas. Todas ellas nos son valiosas, porque cada una aborda un matiz único a ese viento literario, que trasciende mucho más allá de la ciencia física, y del conjunto sale un concepto reforzado de la vida misma, con sus ires y venires, sus cambios de dirección, su poder para transformar sin esfuerzo, su capacidad invisible y perseverante…
Este mes de blog ha sido impresionante: hemos llegado a las 24000 visitas en junio, volvemos a superar nuestro número mensual de relatos participantes hasta llegar a 115, 24 de ellos han recibido más de 100 visitas y 3 de estos han superado las 300; ha habido alrededor de 1500 comentarios… y mucho ánimo entre los participantes, y alguna cuestión también, que son sanas y necesarias para seguir aprendiendo que la verdad no es una, y hemos celebrado el cuento 1000 y las 100 000 visitas…
Los primeros comentarios del jurado son de desesperación ante su obligación a elegir unos pocos. Un comentario de Vidal hablaba de ausencia de “aire de amiguismo” en la decisión del jurado… os puedo asegurar que lo intentamos cada mes, creo que los participantes que han sido jurado podrían confirmarlo. Pero siempre iniciamos esta fase con el convenciminto de que la decisión no dejará de ser “imperfecta”…  es irremediable. 
Gracias. Un saludo. Me voy de viaje…

JUN115. DESTINO SOBRE RAÍLES, de Antonio Ortuño Casas

Mi destino como el viento es libre, abierto, atravesando caminos, desviando por atajos. Sólo parando cuando la pausa es necesaria, receso merecido para el descanso del guerrero. Marchando rápido para llegar con anticipación y aventajar a lo inesperado.

Hoy mi viaje acompañando mi destino se libró sobre dos raíles que atravesaron el camino hacia donde estás, para unirme a ti para siempre. No hubo atajos, ni anticipación; el pequeño vaivén fue como sentir el viento, libre, abierto, condiciéndome casi sin pausa y en completa armonía, hasta cuando al bajar me esperabas en la estación y nuestros labios se fundieron en uno.

JUN114. LADRÓN DE HISTORIAS, de Laura Garrido Barrera

Abrí la contraventana de mi buhardilla y miré la línea perfilada sobre el horizonte. Cielo azul intenso, mar en calma, trinos madrugadores, montaña solitaria. Siempre  idéntica estampa. Mi editor apremiaba con urgencia: misterio, miedo, algo terrorífico. Amor, ternura, y sueños es todo cuanto yo era capaz.

El vigésimo día, observé unas cordilleras de nubes cabalgando sobre el horizonte.  Las más negras eran arrastradas con violencia por rachas de viento huracanadas, las más grises flotaban errantes cambiando sus formas. Giraron su rumbo bruscamente aproximándose hacia mi caserío, y descubrí  en sus masas  evanescentes: rostros de pupilas huecas y bocas deformes, guadañas y patéticos cuerpos. La inspiración me sobrevino al tiempo que la errante nube negra cernía su oscuridad sobre la montaña. Cerré la ventana y tomé mi cuaderno para  escribir durante tres días seguidos sin pausa. Escuchaba el viento mojado arrasando los pétalos de mis rosas. Tras cien páginas y un agotamiento interior que apenas sentía, abrí triunfante las contraventanas. Un aire endiablado penetró por una de ellas y mis cuartillas volaron por los aires dejándose arrastrar por el viento. Gaviotas de hojas blancas de las que sólo conseguí atrapar el título : “Ladrón de historias”.

 http://demispalabrasylasvuestras.blogspot.com.es

JUN113. INSTANTÁNEAS DE RECUERDOS, de Clivia Alejandra Noemi Ricle.

El gélido invierno asechaba a Junio, soplaba y soplaba anunciando su llegada.
Los árboles temblaban y los animales trinaban, grises mantos esponjosos cubrían Junio.
Su rostro se ponía a tono con el clima, sentada bajo la pobre copa de un Liquidámbar
Ella se disponía a enterrar sus recuerdos, bajo las hojas rojas que luchaban por permanecer en el árbol ella es cavilaba entre esperar u ocultar esos momentos en ese otoño, en un tiempo paralelo.
Guardar instantáneas de recuerdos en un otoño que no volverá.
Fue entonces cuando el viento de Junio cambio y soplo revolviendo su cabeza y llenándola de color.
Su expresión y su decisión cambio como el viento, una sonrisa se esculpió en su rostro y corazón.
Se levanto y abandono el parque llevando consigo todos sus recuerdos para no olvidar.

JUN112. TEMPESTADES MATEMÁTICAS, de Carolina García.

Nos conocimos en la bisectriz de 1991, y la atracción que sentimos fue directamente proporcional a la intensidad de las miradas.
Al principio nos inundaron las dudas, pero logramos despejar y resolver la incógnita.
Vimos pasar años en conjunto, perteneciendo al mismo destino y existiendo por el otro.
Pero algo cambió.
Un día me dijo que la raíz de su amor se había secado, que necesitaba restar monotonía y dividir los caminos, fraccionándome con un denominador de incontables cifras.
Todo cambió.
Hoy cargo trece julios de recuerdos en la nuca y en los hombros, siete primaveras invernales, cientos de madrugadas de oídos desconcertados, sin solución, por la falta de latidos bajo la fría piel de la almohada, e impares navidades que no encuentran circunferencias de burbujas en mi copa vacía.
Vivo entre una constante y el valle profundo de una parábola, garabateando el dolor con ochos tendidos y multiplicando oraciones para que vuelvan esa sonrisa simétrica, las pestañas paralelas y su corazón obtuso.
Y mientras busco un límite para esta desesperación, deseo fervientemente que me extrañe con igual intensidad de cálculo o, aunque sea, con un pequeño segmento de su recta solitaria.

JUN111. FICCIONES, de Fernando Martínez

En esto descubrieron treinta o cuarenta gigantes que había en aquel campo sembrándolo de caos, y así como Don Quijote los vio dijo a su escudero: Ves amigo Sancho, que en verdad estoy curado, que ya no veo gigantes donde solo se descubren acobardados molinos de viento. ¿Qué molinos? Dijo Sancho Panza, tirando tan fuerte de las riendas del rucio que a punto estuvo de arrancarle la quijada. Aquellos que allí ves, respondió su amo, observa bien sus aspas volteadas por el viento para hacer andar la piedra de molino ¿Acaso no los oyes? Y diciendo esto se adelantó al aterrorizado Sancho. En el estudio de la CBS, Orson Wells relataba la caída de las naves marcianas invasoras de la que habían surgido unos gigantes de brazos largos, de casi dos leguas, que todo lo arrasaban a su paso, cuando vio, a través de la ventana, cómo se desintegraba el Empire State Building. En el limbo, Cervantes discutía con H.G.Wells, ante la atenta mirada de Carver, sobre la coherencia de las ideas y su relación con el mundo real.

 http://espiralesdetinta.blogspot.com.es/

JUN110. EL ABUELO, de Ana Rosa de Artíñano Comin

– Abuela, el viento puede cambiarlo todo y llevarse cosas.
– Algunas veces, el del norte es el que más fuerza tiene.
– Se llevó el viento la cabeza del abuelo? – me pregunta llena de asombro.
– No, él se fue lentamente, de otra manera, primero sus palabras se quedaron atrapadas en su garganta, sus pasos comenzaron a mostrarse inseguros y finalmente sus ojos perdieron la luz y el brillo que tenían antes.
Ella me observa mientras yo me dirijo a él y con mimo y ternura arreglo su pelo fuerte, negro y alborotado que le cae desordenado sobre su cara. A continuación le acaricio con dulzura su rostro surcado por el paso de la enfermedad   y del tiempo.
Sonrío, mientras la vida me va colmando de minutos, segundos y horas de felicidad y de saber que aunque él se esté alejando poco a poco de mí, su corazón permanece a mi atado.

JUN109. AÑOS DE ESPERA, de A. Lorenzo Hernández

-Ha parado la lluvia- dije.
-Siempre habrá un momento en el que volverá a llover- contestó y siguió remendando el viejo pantalón.
-Parece que ahora empieza el viento.
-Sí, como aquel año, después de la lluvia vino el viento y con el viento empezó  a desmigajarse la vida. El viento volvió hambrientas a las olas que se tragaron a tu abuelo. Quizás cuando cambie el viento, las olas nos lo traigan de vuelta …- hablaba como para sí misma, mientras seguía cosiendo aquel nuevo remiendo en el pantalón del viejo, como cada año, cuando el viento empujaba a la lluvia y alargaba las olas, cuando volvía la tormenta del marinero muerto.

JUN108. CAPRICHOSO EOLO, de María José Abia Sainz

En mi pueblo, una tarde calurosa de verano se desliza suavemente hacia una noche cálida plagada de estrellas o bien, se vuelve helada en un abrir y cerrar de ojos. Todo depende del caprichoso viento del Norte, que a modo de presentación nos trae un olor inconfundible a mar. La nariz de la Josefa es experta en detectarlo antes incluso de que comience a moverse la primera hoja. –¡Huele a sardinas! -anuncia. Y no se equivoca. A los dos minutos justos hace su aparición un viento bruto y frío procedente del Cantábrico que nos obliga a entrar en casa y colocarnos ropa de abrigo, dando por finalizada la jornada veraniega. Mañana, Eolo dirá.

 http://tampocotengoprisa.blogspot.com.es/

100 000 VISITAS…100 000 GRACIAS

Gracias por elegirme
por cuidarme tanto
y por no irte.
Gracias por no decirme
todo aquello que
me pone siempre triste.
Por estar siempre a mi lado
sin pedirme explicación
por hacer que un día malo
sea el mejor.
No paro de decirte
gracias por elegirme.
(…)
Gracias por escucharme
y fingir que lo que digo
es importante.
Por seguir aquí a mi lado
sin guardar ningún rencor
y cambiar por alegría mi dolor.
No quiero irme
gracias por elegirme
gracias por elegirme
gracias por elegirme

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