Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

FOBIAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en FOBIAS

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LAS FOBIAS. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 DE SEPTIEMBRE

Relatos

4. ANGUSTIA

“Bueno, pues ya ha llegado 2014, justo después de 2013, pero si no tomas uvas, no te engañes, no empieza un año nuevo, solo cambia de número”, piensa Angustias mientras limpia los bajoplatos de plata de la cena de anoche, de la Nochevieja.

 

El caso es que ella es alérgica a la uva, que también es mala suerte. Debe ser por eso que siendo ya enero ella sigue limpiando y abrillantando la plata de sus señores, que en realidad son los que tienen novedades. De hecho, esta misma mañana, aún con la resaca de la fiesta que montaron ayer han empezado el nuevo año saliendo de crucero – al Caribe, nada menos- y ella les ha despedido desde la puerta del chalé, mientras las ruedas del taxi dejaban profundas marcas sobre la nieve que lleva días cayendo sobre la urbanización.

 

Por fin, Angustias termina de recoger la vajilla, se sienta en el salón frente a la chimenea y se pone a pensar en un relato para mandar al concurso, a ver que se le ocurre, aunque, total, como es alérgica a las uvas, seguramente este año tampoco le van a dar el primer premio.

3. Huellas de 14 generaciones

Aquel amanecer las huellas de abarcas, pezuñas y rodadas de carretas, sobre una tardía nieve, en la cuesta de la horca, quedaron grabadas en el recuerdo de Francisco.
El tren de carretas churras de Matheo abandonaba Cevico Navero cargado de sal de Poza para alfolíes, trigo de Tordesillas y garbanzo de Zamora, hacia las pinariegas tierras pelendonas burgalesas.
El humo del chapitel familiar de Canicosa de la Sierra, estaría peleándose con la niebla matutina. Francisco, padre, estaría azuelando gamellas y su abuelo Ambrosio sacando chirloras con cepillo a un taurete, como inmemorialmente hicieron, todos los inviernos, su bisabuelo Francisco y el tatarabuelo Sebastián. Josefa, su madre, estaría aviando la puchera de ajo carretero colgante del llarín.
Matheo, afortunado empresario, arrendó aquel año al convento ceviqués de San Pelayo, un pastizal, cuadra y abrevadero, encomendando a Francisco, como pastero, mantener el lugar siempre dispuesto para desyuntas y cuidado de bueyes de rebezo.
Francisco engendró a Miguel, este a Juan, este a Dionisio que engendró a Braulio, este al maestro Dionisio, que engendró al padre del firmante de esta crónica a quien su hijo, Andoni, ha anunciado que en Abril próximo, 276 años después de aquellas huellas en la nieve, hará abuelo.

2. EL MILICIANO

Inés sale de la cabaña con sigilo, se envuelve en la toquilla de lana mientras observa la gran nevada caída la noche anterior. Cuenta mentalmente lo que lleva hoy en el cestillo: vendas, queso, un trozo de pan y poco más. Es largo el camino hacia el refugio de la montaña, oportunamente oculto por una frondosa vegetación, donde se recupera aquel hombre que encontró con una fea herida de bala en la pierna, y al que cuida con dedicación de madre. Hoy mientras cambia el vendaje, volverá a escuchar historias de justicia, libertad, de hombres y mujeres nobles; ella le mirará con un brillo nuevo en los ojos y una amplia sonrisa. Sabe que pronto irán a rescatarle, y piensa vivir a su lado su sueño de libertad.
Nieva copiosamente. En la taberna, Martín, hosco y taciturno, apura su cuarto vaso de vino, mientras siente en su espalda las miradas de los parroquianos como cuchillos lacerando su piel, murmullos y risitas entrecortadas. Apretando los puños, sale tambaleándose con el rostro congestionado. Coge la escopeta, y sigue el tímido rastro de las pisadas de su esposa que a pocos metros acaban desapareciendo.
La naturaleza vuelve a estar de su parte.

1. EL EXTRAÑO CASO DE LA BASE ALFA

Estamos realizando una investigación para una multinacional de la energía sobre una familia de bacterias cercanas a las mitocondrias que podrían producir grandes cantidades de biodiesel. Estar en el circulo polar nos permite controlar el crecimiento de la bacteria sin peligro de plagas. Desconocemos aún sus efectos.

Janos, Kim y Blurt desaparecieron hace tres días, salieron a por provisiones y hemos perdido completamente su rastro. Sólo quedamos el doctor Fisher y yo. A la preocupación por los desaparecidos y la prácticamente inexistencia de víveres se añade la insistencia desde hace unos días del doctor en llamarme Edward. El conoce muy bien mi nombre porque llevamos trabajamos juntos casi una década … eso lo tengo claro. Aunque no me encuentro bien (padezco algún mareo y pérdida de consciencia) por la debilidad, me ha dado por sospechar que su desvarío signifique que es víctima de la bacteria … otras veces dudo si no seré yo el que me he empeñado en que mi nombre es Henry Jekyll.

DIC156. LUNA, de Jesús Pico Rebollo

No me gustan los turrones ni el marisco aunque siempre alguien, por estas fechas, me los de a probar subrepticiamente, como si me hiciera un favor. La carne sí, pavo, pollo y hasta cochinillo, sin huesos y bien picadita como me la daba ella después de un efusivo beso y desearme felices fiestas. Es lo que echo de menos, aunque comida no me falta. Y el calor del hogar, el confortable sofá, el edredón de su cama. Hace frío aquí y, aunque cuento con el calor de nuevos amigos, creo que no fue buena idea marchar de casa por Navidad.

Me ha visto. Viene corriendo. Abre la puerta. Me abraza. Me llena de besos. Me alza frente a sus ojos. “Pero tonta, ¿dónde andabas?” Me hace una foto con el móvil, escribe “Ha vuelto Luna” y lo envía a los cuatro vientos. Yo ronroneo feliz.

DIC155. LLEGA EL SUSTITUTO, de Pedro Irurzun

-Bueno, parece que ya le acaba el contrato… la verdad es que no le echaré de menos.
-Sí, no se ha hecho muchos amigos… y se me ha hecho larguísima su estancia… ¿Cuándo llegó, hacia la navidad pasada?
– Unos días después. En fin, esperemos que el sustituto sea más llevadero, aunque con la racha que llevamos no sé yo… por cierto, ¿cómo dices que se llama?
– Dos mil catorce, creo.
– Ya, claro.

DIC154. LOS SIETE JINETES, de Hector Ramon Romero

La sra Tierra está enferma pero no sabe que es lo tiene,solo sabe que por momentos tiene fiebre muy alta,en otros tiene chuchos de frío que la hacen estornudar y luego pasa por períodos de convulsiones y vómitos que la tienen a maltraer pués le provocan retortijones y estertores de mucha violencia interna. Asi que decidió acuciada por tantos dolores,ir a una consulta médica. El primer doctor le dice que -¨sra ud. no tiene nada, solo es cansancio¨, el segundo facultativo le dice-¨ud. se hace muchos problemas por nada¨,el tercero no le encuentra nada y así sigue hasta que encuentra a un médico muy viejo que le dice la verdad,-¨sra ud. está embarazada,(ella muy dentro de ella lo sabía,porque había sido manoseada,ultrajada,contagiada,abusada,corrompida y violada infinidad de veces)ud. va a parir el 24 de Diciembre a las 12 de la noche y así,… toda la humanidad tendrá una nueva oportunidad de ser mejores que hoy al festejar la Navidad, Feliz Navidad sra Tierra¨.

Blog = Rocehoremor

DIC153. EL SECRETO DE NOCHEBUENA, de Juana Mª Igarreta Egúzquiza

Todos los años en Nochebuena, antes de cenar, los niños del pueblo mayores de diez años tenemos una cita en casa del Mago José. Nuestros padres no lo saben. Habiendo cumplido diez años uno ya sabe guardar un secreto. Además, aunque estemos mucho tiempo en su casa, nunca llegamos tarde a cenar.
El Mago José nos reúne alrededor del fogón de su viejo comedor. Saca del bolsillo una extraña llave y todo lo que toca con ella queda paralizado. En unos segundos su destartalada casa enmudece. Y nosotros con ella. Cesa el crujir del suelo y dejan de chirriar puertas y ventanas. Tal es la quietud que hasta el espejo se vuelve opaco por momentos y pierde los reflejos. Cuando el Mago José termina la sesión de magia se desvanece envuelto en humo blanco.
Ayer escuché a mi madre decir a mi padre: “Mañana, Nochebuena. ¿Cuántos años hace que desapareció aquel chico que quería ser mago? De niño siempre pedía a los Reyes un juego de magia. Nunca se lo trajeron. Sus padres estaban demasiado ocupados trabajando”.
Estuve a punto de romper el secreto, pero me mordí la lengua. Yo también he pedido a los Reyes un juego de magia.

DIC152. PERSONAJES Y AUTORES, de Antonia Garcia Lago

Intentó dar con ellos pero no aparecían por ninguna parte. Alguien le dijo que los había visto subir a un bajel formidable, que mantenía las luces encendidas toda la noche y que capitaneaba un tal Jams Bilberry. Llevaban máquinas de escribir y maletines donde portaban lápices y libretas. Parecían conocerse entre ellos y se contaban historias sorprendentes.
Algunos cargaban bajo el brazo caballetes y enseres de dibujo. Hablaban con diversos acentos, incluso distintas lenguas, pero se comunicaban con fluidez.
Preguntó el hombre el nombre del barco y le dijeron que fue bautizado como “Esta noche te cuento
Se encaminó al puerto y en el horizonte percibió la silueta cuando ya encaraba su rumbo. No tuvo más remedio que renunciar a alcanzarlo y vagó por callejuelas y plazas de la ciudad. Encontró a un niño con muletas sentado en un portal, un escribiente, un ropavejero, niños jugando a la gallina ciega, una lavandera, y a un hombre con gesto seco, ojos fríos y nariz aguileña. Vio como a su encuentro salían unos fantasmas, que se desvanecían por momentos. Las campanadas de la iglesia llenaban el frío aire. Abrió su libreta, sacó la pluma y empezó a escribir su cuento navideño.

DIC151. ADMINISTRATIVO DE OFICIO Y ENFERMERO POR UN DÍA, de Francisco Manuel Marcos Rodán

Piensas en tu cuñada la gorda, en el hombre del quinto que taconea a medianoche en navidad, en tu suegra controladora, en la hermana que nunca tuviste, en el pájaro que te regaló tu padre a los dieciséis porque quería inculcarte la pasión por la ornitología. Piensas sin remedio en todo lo que te ha ocurrido desde que tienes consciencia de la realidad, y cada año por estas fechas ocurre el mismo impás de pasos fúnebres, de voces aletargadas, de almas en vilo y cuchillos lanzados por el aire, que abren heridas. Los turrones se vuelven amargos, el cava burbujea, tu madre intenta reconciliar, amasa cómo puede el pan. Piensas en tu abuela el día que se fue, la única que te daba algo de consuelo, y el vacío que dejó su ausencia. Coges el mocho y limpias el suelo de toda la casa, necesitas desfogar, porque sabes que la vida transcurre sin remedio, y aquello que no soportas tendrás que adularlo por unas horas, para que tu madre no se sienta herida muy a pesar de llevar los cordones apretados. Y ríes en el desorden. Piensas en preparar el botiquín de primeros auxilios. Para cerrar heridas, sin duda.

cirujanosdeletras.blogspot.com

DIC150. EL ARCA, de Tíndaro del Val

Suena el timbre. Atravieso la muchedumbre que habita en el estrecho pasillo hasta llegar a la puerta. Es Belén, con otro crío en brazos. El tercero que ha recogido esta semana. Tiene carita de ángel. La acompaño al cuarto principal, donde los bebés dan buena cuenta de los generosos pechos de Becky. Prometo traerle algo de fruta, tal vez una manzana si quedan. No quiero que desfallezca la pobre. Después vuelvo a la cocina para seguir preparando la comida de Navidad. Quiero que hoy sea un día especial para todos nosotros. Todavía me acuerdo de los primeros que llegaron: Sergei, que vino a pintar unas humedades; Laurita y Pedro, hijos de los vecinos que nunca volvieron del cine; Abdoulaye y su familia, que vivían como perros callejeros. Y tantos otros que vinieron y se quedaron para siempre. Hoy cada uno tendrá un buen plato caliente de borrajas y un trozo de pan del día. Ya les he advertido que se comporten en la mesa y no blasfemen cuando saque el solomillo al foie de la abuela. Al fin y al cabo, aquí todos comemos gracias a su pensión de viudedad.

DIC149. POR NAVIDAD, de Esperanza Temprano

En casa, cuando llegan estas fechas no montamos el Belén, solo nos juntamos para comer. María viene con el niño, y todo son fiestas y agasajos al bebé. Aún no sabemos quién es el padre de la criatura y no será porque no nos lo ha intentado explicar, pero ha sido inútil. Menos mal que tiene pareja, José, que parece un buen chico. El tío Pascual trae al hombro el cordero lechal para la cena, directo desde su corral al horno, todos los años la misma canción: a ver quién es el guapo que lo sacrifica, pero la fiesta de verdad empieza cuando llegan mis tres tíos del extranjero con un cargamento de regalos. Nadie sabe a qué se dedican y cómo disponen de tanta abundancia. La abuela dice que los camellos solo los utilizan para llegar hasta aquí, pero nos tememos lo peor. En casa, cuando llegan estas fechas no montamos el Belén.

http://elrastrodelapalabra.blogspot.es.com

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