Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

AGO09. LEY NATURAL, de Nieves Martínez Menaya

Detrás de aquellas nubes que amenazaban lluvia, un sol benevolente que parecía estarse demorando, se escondía dispuesto a despertar a una aldea dormida con su cálido abrazo. Una vez más, Franz debía de esquivar aquel enorme enjambre que desde hacía un tiempo amenazaba con robarle el néctar de sus flores. Rápidamente, él debía extraerlo, transportarlo y depositarlo en el recodo que había encontrado bajo el tejado del cobertizo donde aún se encontraban sus viejas bicicletas. Ahora, aquel era su hogar. Allí, ambos habían decidido que sería el lugar donde criar sus larvas. Ella no era como Milena, pero se había enamorado de una abeja reina que no hacía otra cosa que esperarle solícita.

Aquella mañana, desde el seto que bordeaba el camino, Franz vio a su madre que, tras las últimas tormentas, se disponía a limpiar los canalillos. No lo pensó dos veces. Recordó que era alérgica. Divisó desde lejos su cuello terso y blanco y clavó su aguijón en una yugular que apenas tuvo tiempo de evadir su destino. Al fin y al cabo, – pensó- él sólo obedecía a un básico principio. Y se internó en la celda donde una reina inquieta le esperaba.

AGO07. LA CUCARACHA, de Paloma Casado Marco (Ópalonegro)

Supe que esa cucaracha gorda que encontré en la cocina era la reencarnación de Gregorio cuando, en vez de correr, como hubiera sido lo natural en una cucaracha, se me quedó mirando con un gesto de reproche, igual igual, que el de mi difunto marido.
Luego, ante mi estupefacción, se dirigió muy digna a comerse las migas del bizcocho de mi plato para, acto seguido, subirse a su sofá favorito y quedarse dormida.
Anduvo tras la siesta recorriendo la casa con sus patitas cortas, como hacía Gregorio y, por la noche, intentó escalar por mi pierna derecha hasta que le sacudí un manotazo diciendo: “¡Gregorio, por Dios, siempre estás pensando en lo mismo!”.
Meditando quizás en la dificultad de la empresa por haber caído patas arriba, tuvo que ceder en su empeño y, volteándose muy digna, desapareció de mi vista.
Coincidió que en esos días comenzó a visitarme un antiguo amigo para consolarme en mi duelo. Un día que Gregorio nos sorprendió juntos, no tuve más remedio que atizarle un escobazo.
Como a mi amigo pareció sorprenderle un comportamiento tan contundente en una mujer sufrida como yo, tuve que confesarle con voz queda: “No soporto las cucarachas”.

AGO06. EMPATÍA, de Paloma Hidalgo

La patada que el bibliotecario propinó a papá, cuando nos desahuciaban de los bajos de su local, tuvo la culpa de todo. El pobre quedó tan maltrecho que mamá pensó en hacerle reposar en el crucero. Embarcamos de noche, para evitar ser vistos, y nos instalamos cerca de las cocinas, en una de las despensas principales entre las cajas de botellas.
El paquebote soltó amarras al día siguiente, entre los vítores de una enardecida multitud de bípedos engalanados con ropas de domingo.
Pero a papá no le sentaban bien los aires oceánicos. Empeoraba. Cada día se le veía más deteriorado, hasta que en la madrugada del catorce de abril, rodeado por todos nosotros, expiró. Justo entonces el barco se estremeció. Poco después, mientras tirábamos el cadáver de padre al mar, la nave comenzó a hundirse entre los gritos de los desafortunados pasajeros que no habían encontrado plaza en un bote salvavidas.
Yo tuve la fortuna de conseguir acomodo en uno de ellos, y desde allí presencié emocionada la desaparición del Titanic en cuestión de segundos.
En mi condición de cucaracha nunca agradeceré bastante la empatía que todos, trasatlántico y humanos, nos mostrasteis. Impresionante.

AGO05. ARDOR ESTIVAL, de Alejandro Pozo (Epífisis)

El mosquito hembra tiene el orificio genital lubricado con las feromonas de sus ovarios y observa en el árbol un enjambre de machos, con sus dos conductos deferentes inhiestos, con un zumbido excitante y tarareando el vuelo del moscardón de Korsakov. A través de sus ojos compuestos y como un mosaico de imágenes eróticas, se lanza en picado, copula salvajemente con tres machos de buen ver, en una orgía de miles.
Se deja caer en un charquito en el césped y chapotea.
Debe chupar un poco de sangre, para su metamorfosis.
Por la noche, desde la pared intuye a sus huéspedes, porque no se les ve, pero sabe que están haciendo lo que ella hace unas horas, pues a sus órganos sensoriales le llega el anhídrido carbónico exhalado, la humedad, el calor y el sudor corporal.
Se acerca y vuela en zigzag alrededor de los humanos pero el aleteo de unas manos le hacen huir volando. De repente una oleada de calor y los cuerpos se aquietan y aprovecha para hundir los estiletes de su mandíbula en el glúteo y a la vez, una mano tatúa su silueta en la piel, mientras una gota de sangre se dirige al canalillo.

http://escafoides.blogspot.com

AGO04. DEPENDENCIA, de Mª Rosario Val Gracia (Rosy)

Con gesto inquieto, ordena el plato y el vaso vacíos en la bandeja y la coloca sobre sus rodillas.
Abres la puerta y entras. Cree que le dedicas una sonrisa. Piensa que hoy estás más guapo y que el pelo te brilla. Sus ojos se iluminan, una mariposa de fogosos colores va a posarse en su cabeza, pero tú con gesto zalamero, la ahuyentas. Sale volando y ella también, se escapa con los suyos, ¡les echa tanto de menos!
Un suave roce de tu mano la trae de nuevo, le coges la bandeja, ahora es ella quien sonríe. Te pregunta… por los claroscuros de las paredes, y por esos palitos negros pintados en ellas. No contestas. Te marchas pero ella sabe que volverás, aún te queda una por venir, siempre las cuenta.

Sobre la destartalada mesa, en una minúscula y contigua habitación, abandonas la bandeja. Un hombre, desaliñado y astroso como tú, te ofrece un pitillo. El aire se espesa…

“Malditas polillas. Ya empieza a mirarme con ojos tiernos, con un poco de suerte… que no pase como con la última, que el papaíto llegó a tiempo con la tela y me quedé a dos velas”

http://desdemipinar.wordpress.com

AGO03. POLVO MÁGICO, de Blanca Oteiza Corujo

Cada tarde perseguía por la pradera salpicada de pinceladas de color a las mariposas que felices revoloteaban entre el manto colorido. Iba tras ellas corriendo, saltando, cantando de alegría. También se detenía y fingía ser estatua para que se posaran sobre ella. Un día atrapó entre sus dedos a una muy hermosa y vino a enseñármela. Le dije que la soltara, que me daba pena porque iba a quitar de sus alas el polvo mágico de las hadas. Me miró dudando pidiendo una explicación más extensa. Le conté que las hadas de la primavera, en el momento que el capullo convertido en mariposa va a echar a volar esparcen unos polvos mágicos que les da el colorido tan bello y les hace poder volar. Y claro, si tocas las alas, se va esa magia. Soltó a la mariposa y se miró los dedos, los tenía pintados. Pobre mariposa, ya no podía volar. Cayó entre la hierba a merced del viento.
Esa noche entre sueños le pareció ver un hada junto a la mariposa de la tarde en el alféizar de su ventana. Con la luz del sol se acercó y vio unos polvitos brillar.

AGO02. MAÑANA Y TÚ = INFINITO, de Marcos Santander

Desde que nací esssstuve ideando y preparándome para volar por espacios fantásticos y mmmmelodiosos que en principio no parecían destinados a mí pero que cada día imaginaba. Siempre anssssiaba llegar a la edad adulta para realizar todas aquellas cosas que la juventud no mmmme permitía. Todo era posposición y retraso. Poder solazzzzarme en el interior del pabellón auricular de un guepardo lanzado a más de cien kilómetros por hora ¡Qué pasión! O perder la noción del tiempo atravesando en semanas o meses el soberbio espacio que media entre un núcleo y su nube de electrones ¡Qué pasión, qué lujo-lujuria! Siempre he ssssido un perfeccionista y me gussssta planear las cosas hasta su último detalle pero ha llegado la noche y me temo que es la última. Tengo mi tagma superior algo dañado y lo que es peor, parece que mi exoesqueleto se ha agrietado ligeramente a nivel de mi abdomen y el escape de alguno de mis humores internos me tiene aprisionado a este parabrisas. Nunca puedes dejar nada para después, no merece la pena, la vida tiene sus ritmos. Ademássss calculo que los primeros rayos del Sol acabarán evaporándome !Qué mmmmierda! ¡Qué osssstia!

AGO01. ETOLOGÍA, de Juan Antonio Morán (JAMS)

Que haya llegado a soñar con mi cuerpo convertido en un divertido esqueleto en el que las hormigas corren por el tubo hueco de los huesos no me convierte en perturbado; puedo admitir un grado de obsesión, pero quién se salva de eso…

Hace seis meses que aparecieron recorriendo una línea imaginaria que cruzaba mi habitación hasta desaparecer bajo el armario. En unos días se multiplicaron por todo el piso y eso estimuló mi interés. Aparté algunos muebles, desmonté las ventanas del salón y renuncie a la ducha cuando adiviné que el desagüe formaba ya parte de este inusitado hormiguero.

Me dediqué, entonces, a observar el cumplimiento jerárquico y funcional de sus individuos; su perfecta, estúpida y monótona maquinaria; el pánico ante lo imprevisto, la violenta reacción frente a lo extraordinario. En los últimos días he podido consultar varios manuales para confirmar mi sospecha de que un hormiguero también es un semillero de comportamientos interesados y egoístas.

Pero el caso es que me ha despertado el teléfono móvil. Le he contestado a Sonia que los domingos duermo hasta más tarde y que no estoy convencido de que sea buena idea su visita. Hemos decidido hablar más tarde. Es irremediable, supongo.

EN AGOSTO… LA COSA CAMBIA…

Como todo clásico que se precie el texto de Kafka, La Metamorfosis, nos resulta permanentemente moderno. Parece mentira que este relato haya cumplido un siglo de existencia, y que el natural surrealismo de las obras de su autor hayan terminado por acuñar el término «kafkiano» para aquello que cuesta trabajo comprender.
En este relato, el proceso de transformación del personaje sólo es una excusa, un escaparate por el que Kafka muestra una crítica profunda de la sociedad, maniatada por la norma,  y deshumanizada por un terrible egoísmo.
Estamos ante una obra fundamental en el comienzo de la narrativa breve moderna, y no podemos olvidar que el mismo Kafka cuenta entre sus obras con algunos textos que podríamos reconocer como «microrrelatos» Podremos compartir algunos.

De momento para los que queráis buscar la inspiración por la red tenéis mucho y variado…

El TEXTO COMPLETO
La BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Uno de los numerosos AUDIOLIBROS de la obra
Una VERSIÓN DRAMATIZADA española en blanco y negro
Uno de lo numerosos CORTOS DE ANIMACIÓN
Uno de los numerosos CORTOMETRAJES

AGOSTO: UN MES PARA BICHOS RAROS

Comenzamos un mes que puede ser apasionante.
El mundo de los insectos creo que puede mostrarnos una colección de historias absolutamente inesperadas. El universo animal, y el de los insectos en particular, está lleno de espacios oscuros y desconocidos, de comportamientos incomprensibles, de estéticas absolutamente bellas y terriblemente monstruosas…
Nuestra amiga Eva García, autora de la ilustración que nos acompañará este mes, nos presenta un escenario que presenta ese tipo de ensueño, y allí, una amplia colección de protagonistas de todos los tamaños y colores… algunos en plena tranformación metamórfica…

JUL171. QUIERO CAMBIO YA!!, de Rosa Mª Iglesias Yañez

Salgo todas las mañanas a la misma hora para ir a trabajar, camino por las calles, viendo como el gentío el ir y venir, el regusto de saber que no estoy solo, el ajetreo constante de los coches y los atascos, hacen que me sienta vivo en esta mi ciudad.

Cuento con los años que he vivido en Madrid, ni mas ni menos que sesenta, he visto de todo y he vivido de todo. Guerra, crisis, transición, el destape… Me he casado y he tenido cuatro hijos a los que adoro, cuatro nietos que tendrán el futuro muy negro si seguimos así, me reconforta que mis ojos no lo verán. Me duele ver como mi país se cae, se seca como una manzana podrida, deseo que todo pase, que pasará, pues así ha ocurrido siempre.

Preferiría no hacerlo, pero hoy es el último día que caminaré para ir a trabajar, de aquí en adelante, lo haré cuando me apetezca, al lado de mi esposa, con mis nietos.
Echaré de menos no volver al trabajo, más de cuarenta años en el mismo sitio es mucho tiempo, me entristece que haya caído también.
Ojalá pronto todo vuelva a ser como antes.

RELATO FUERA DE CONCURSO

JUL170. DUDU- DADA, de María Peña

Este título podría interpretarse de varias maneras. Podría ser las primeras palabras que un bebé de cinco meses pronuncia o el comienzo del estribillo de las canciones con que «Aqua» o «Cartoons» nos flajelaban; pero no es el caso. Hace referencia a la duda, a la gran y reiterada duda que permito se hinque en lo más profundo de mi, como una garrapata hinca su cabeza bajo la piel. Convirtiéndose así en el equívoco motor «real» de mi vida. Preferiría no hacerlo; dime cómo.

RELATO FUERA DE CONCURSO

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