Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

MAMIHLAPINATAPAI

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. Comenzamos el año con MAMIHLAPINATAPAI, el entendimiento con la mirada. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de MARZO

Relatos

NOV42. EN LA CARRETERA, de Mercedes Jiménez Rueda

– ¡Dame dinero! -exige Jimmy- ¡Quiero el peluche de esa máquina de ahí!
– Sólo hemos parado para ir al baño -gruñe Emma- ¡Al coche! Ya queda poco.
  Jimmy resopla y obedece. Emma lo sigue, se coloca las gafas y arranca el viejo ford. El motel de carretera se esfuma entre el polvo.
– ¿Por qué papá no vino a buscarme al cole?
– Te lo he dicho, le quedaba trabajo, me pidió que te llevara de excursión. Luego vendrá él.
– ¡Ay! El peluche, idiota. Papá me lo hubiera comprado.
– Claro, le sobra pasta para malcriarte.
  Jimmy patalea, la rabia quema su frente como el fuego: odia a su nueva niñera. Se prepara para escupir cuando una brusca frenada lo derriba. Al incorporarse, observa una sucia cabaña y un hombre enorme, que se aproxima.
– ¿Y ése?
– El mayordomo -se burla Emma.
– Si parece un gorila rubio…
Antes de terminar, una fuerza animal lo saca del coche.
– ¡Quiero que venga mi papá! – lloriquea.
– Yo también -contesta el hombre-. Paciencia, cuesta reunir todo el dinero que le hemos pedido como rescate.

NOV41. (SIN TÍTULO) , de Francisco Javier Almarcha Sánchez

Como el fuego me asolas en cada encuentro. Combustión espontánea, hija mía. No sé cómo, de repente me encuentro en tu hoguera, cual cerdo asado en campamento salvaje, y tú relamiéndote mientras piensas el jugoso bocado del que solo dejarás huesos mezclados con brasas.
Como el Fénix renazco de mis cenizas, una vez más, y más fuerte que la anterior. Sin embargo, este proceso me cansa, me hace perder mucho tiempo… Está bien esto de ser invencible, pero también lo estaría no tener que sobrevivir a cada estrago.
Digo basta. Hasta aquí hemos llegado. Voy a danzar pidiendo lluvia y no pararé hasta que el último miasma de tu más profundo magma se haya convertido en playa tinerfeña, por ejemplo. Voy a encargar al océano que te cubra bien cubierta y no te deje respirar más ya.
Tú te ríes, porque esto ya lo has oído antes.
Yo sigo preguntándome, sin dar crédito, cómo es posible que el fuego venza al agua.

NOV40. FUEGO EN LAS VENAS, de José Ángel Gozalo

Cuenta una antigua leyenda que el Diablo se enamoró de una hermosa joven prometida con un pescador. Su deseo de poseerla era tan intenso que una noche sin luna se introdujo en el cuerpo del hombre para satisfacer su lujuria y la llevo hasta un claro del bosque.
Después de yacer juntos, ella sintió que se quemaba por dentro y mirándole a los ojos en busca de ayuda descubrió en ellos la muerte.
Descubierto el vil engaño, huyo aterrada de allí. Pero el diablo la persiguió  hasta un acantilado al borde mismo del mar.
— ¡Si no eres mía no serás para nadie! —le gritó arrojándole todo el fuego del infierno en el momento en que ella saltaba al vacio.
Su cuerpo descendió lentamente hasta el fondo del mar donde, el rey Neptuno, apiadándose de ella y prendado de su belleza curó las quemaduras de sus piernas cubriéndolas de  escamas plateadas y aletas.
Dicen que cuando las sirenas entonan sus hermosos cantos  para enloquecer a los pescadores y llevarlos mar adentro  es por el poder de la sangre maldita de su  padre, que corre por sus venas, sedienta todavía  de venganza hacia  uno de aquellos hombres que le robó el amor.

 http://pensarenletra.blogspot.de/

NOV39. ESTO ME QUEMA…, de Rosa Mª iglesias Yañez

ESTO ME QUEMA, como el fuego quema los montes dejando desolación y muerte.
Me quema el alma ver como se hunde este país en el que tan a gusto hemos vivido. Y del que tan orgullosa me siento.
ME QUEMA LA RAZÓN, el ver como ladrones poderosos roban nuestro dinero y salen indemnes de tal atrocidad.
ME QUEMA EL CORAZÓN, que familias enteras se queden en la calle y nadie haga nada para evitarlo.
 LO QUE MAS ME QUEMA, es que nos agarren, retorciéndonos los huevos, explotándonos como a cochinos, simplemente por que es lo que hay. No tenemos salida.
ME QUEMAN LAS INJUSTICIAS, que hacen que la vida nos pueda cambiar de la noche a la mañana.
ESTO ME QUEMA y hace mas daño que el mismo fuego, porque sin llamas,  nos llevan a la desolación, desesperación y en algunos casos hasta la muerte misma.

http://clavametusojos2.blogspot.com.es/

NOV38. PALABRAS ARDIENTES, de Pilar Pastor

Encendí el fuego con el calor de mis palabras. Envueltas en llamaradas ardían en el aire, que las zarandeaba … tornándolas incontrolables. Unas, altas y esbeltas. Otras, pequeñas e irregulares. Rojas, naranjas, amarillas, … ¡ todas chisporroteantes !
Entre sábanas de humo crecían… ¡ cada vez eran más grandes! Despiadadas y malignas, corrían por las calles. Iban camino del bosque, en busca de nuevos leños para que el fuego no se apagase.
Las vi cómo salían de detrás de los árboles. Pronto me vi rodeada de \»meigas\» con negros trajes, que ocultaban sus rostros para empezar el Aquelarre:
¡Conjuros de luna llena,
sortilegios en el aire!
Alzo mi pensamiento a los cielos, a las nubes y a la luna brillante:
– ¡Lágrimas inocentes – deseo – que este fuego apaguen !
Las estelas de humo ya se desvanecen en el aire. Empolvadas de cenizas, en estado agonizante, rescato mis palabras.
Recuperadas ya de sus heridas, bañadas con lágrimas de sangre, en mi alma las guardo.
 ¡De allí es de donde salen!

NOV37. EL TEMPLO DE LAS ALMAS, de María Elejoste

Recuerdo el silbido de la flecha acercándose, el impacto en mi pecho. Dolor. Caí. El sonido de los cascos de los caballos acercándose. Oscuridad. Abro los ojos y me encuentro de pie frente a una puerta de bronce. Se abre al simple roce de mi mano. Una sombra me recibe y me invita a despojarme de mi armadura, me siento ligero. Me guía hacia el centro de una estancia infinita llena de cirios cuya luz crea figuras en las paredes.  La sombra se detiene frente a una fuente de agua, debo lavarme. Me siento en paz. Mi acompañante prosigue su deambular hasta difuminarse frente a las velas. Ya se donde estoy, he oído hablar a los moribundos: es el templo de las almas. Soplo, exhalo mi último aliento sobre una vela sin encender y nace una pequeña llama. Es diminuta pero su calor traspasa mi piel. Oscuridad. Muy lejos de allí una pira funeraria despide mis despojos y la espada de mi estirpe. Abro los ojos y unas manos cálidas me recogen. –Es niño- exclaman. Rompo a llorar, vuelvo a empezar.

NOV36. A SORBOS, de Amparo Bárcena

Recientemente descubrí la calle. Vi en ella la posibilidad de dejar boquiabierto a más de uno -incluidos mis avergonzados progenitores- y me gustó la idea.
En mi ocupación anterior como profesor de Ciencia Sociales- tan seria, tan aburrida…-escupía conocimientos. Ahora lo que me satisface es aparentar que como el fuego y contemplar cómo, para esos bajitos a los que antes adormilaba en clase, me he transformado en un héroe malote que hace travesuras en cualquier esquina. Pasar de ser su peor pesadilla a hipnotizarles cada fin de semana me produce una satisfacción imposible de pagar. Ahora soy feliz.
Mientras busco, entre otras, la mirada sorprendida de la pequeña Lidia o la sonrisa picarona de Tomás, me digo satisfecho: ¡Esto es otra historia!

 http://lamedores.wordpress.com/  (Lindasta07)

NOV35. ESPIRITUS, de Ana Fúster

Con lentitud casi reverencial inspira y sopla una vez más, la que piensa será la última. Los músculos, entumecidos, le hormiguean cuando comienza a descender sin apartar la vista del caos ocre, negro y rojizo que se va vertebrando conforme se aleja. En ese momento, la llama ya muy exigua de la lámpara se extingue. Él, con la seguridad que aporta la rutina, tantea el suelo en la oscuridad hasta encontrar una segunda lámpara, y tarda en prenderla un tiempo aún no mensurable. La luz devora la tiniebla, él alza la mirada y su grito tembloroso de asombro retumba entre las rugosas paredes. Sobrecogido por la repentina visión, intuye que ese día el espíritu del fuego se ha unido al del hacedor de imágenes que habita en su mano para entre ambos infundir el sueño de la vida a los bisontes que pueblan el techo de la cueva.

NOV34. ALQUIMIA DEL HOGAR, de Christine-kistila Cleret de Langavant

De Castilla me encantan sus pueblos puestos a gratinar al sol y siempre me maravillo del milagro del adobe: mezcla de paja y barro con agua que, por la gracia del fuego, se vuelve solidez cobriza.
De la misma manera, como el fuego, debemos conseguir crear una unión luminosa a pesar del monótono cotidiano vivir.
Me gusta del fuego su fuerza viva: vibraciones y palpitaciones de las llamas bailando en arabescos y sombras sobre los muros, chispas que brotan como maíz en la sartén ¡pop! ¡pop! Llenos de fantasía.
…Pero al fuego hay de saber dominar así que, para que no se apague el amor vivo, hay de insuflarle fuerza con el fuelle del cariño, besos y caricias… sin olvidar usar tampoco el atizador del lenguaje compartiendo vivencias.
A la edad que sea esforzarse, obstinarse, en alimentar la fogata veraniega o la lumbre invernal usando tanto pequeños sarmientos que gruesos leños… pero cuidadin, con tiento porque… ¡si echas leña al fuego se pueden alimentar pasiones destructivas!…
En efecto los rencores, que normalmente se cuecen a fuego lento, podrían al derramarse llevarse por delante el amor compartido…

NOV33. INSTRUCCIONES PARA SABER, de Amparo Perez Gutierrez

Como el fuego se alimenta del aire, así también la memoria. Hay un revuelo de piedras y plumas, cola y cabeza… Y las lenguas que surgen con el crepitar cuentan siempre una historia, o cientos de ellas. Siéntate a escuchar lo que cuentan las llamas. Urden el presente, el pasado y el futuro. El presente donde tu cuerpo deja de pertenecerte; el pasado de donde vienes; el futuro donde no estarás, pero no importa.
Siéntate con los demás en torno a la hoguera.
Resonarán los cascos del caballo y aullarán los lobos en los montes. Los primeros copos de nieve le tejerán al bosque una mortaja. Pero no estás aquí para atemorizarte. No importa que este fuera el elemento elegido para destruir a tus antepasados. No lo temas. No creas a quienes declaran que el dolor purifica. No es cierto. Purifica la alegría. Y las historias que cuentan las llamas no tienen porqué doler más que la vida misma. Aprende a respetar su silencio, no quieras apresurar lo que quieran contarte. Aprende a esperar y a quedarte a solas con el rescoldo, con las últimas brasas, cuando todos se hayan ido. Entonces te dirán su secreto.

NOV31. AMANEZCO, de Sara Lew

Me desperezo. ‹‹Un buen paseo no me hará mal›› pienso mientras me visto tarareando bajito. Mi canción es armónica y suave, un poco callada, para no despertar al día antes que él me despierte a mí completamente. Recorro la playa una y otra vez, desde el puerto al rompeolas. Solo las gaviotas acompañan mi presencia y voy caminando despacio a la orilla de mis pisadas. Cuando el cielo comienza a tintarse de carmines y naranjas, escalo con premura los peñascos y me siento en una roca que descuella. Miro hacia abajo. Me encuentro reflejado en el agua, en el hueco formado entre mis pies. Me veo rojo, como ese fulgor en el mar superponiéndose a mí, a mi reflejo. Siento ardor, mi sangre se calienta, se identifica con el Astro amaneciendo y me circula, me alimenta, me late y me vive. Soy el sol en mi sangre, mi sangre es el sol en el agua. El nuevo día es ese fuego que emerge dentro de mí.

 http://microrelatosilustrados.blogspot.com.es/

NOV30. CUENTOS PARA CANDELA, de Inés Zapirain López

Candela miraba divertida aquel cuerpo luminoso como el fuego.
-Cuéntame un cuento -dijo la pequeña.
-Cuál quieres? -preguntó el ser.
-Uno que no haya escuchado nunca.

-Érase una vez…
Un reino encantado, dos hermanos enamorados, y una hermosa doncella.
Ariel y Gaspar competían por su amor; pero Jimena solo amaba a uno: Ariel.
Gaspar, celoso, salió en busca de la esencia del odio. Quería que el amor de Jimena se apagara y sintiera un desprecio profundo por Ariel. Sin embargo, todos sus intentos por extinguir el fuerte sentimiento de la joven doncella fueron inútiles.  El amor no es una emoción como las demás; el amor es real. No admite hechizos, ni conjuras.
Gaspar, furioso y derrotado, se sirvió del oscuro poder que le otorgaban los celos para convertir a su hermano en estatua de cera. Y teniendo claro que jamás podría separarles, ideó algo para que no pudieran estar juntos: convirtió a Jimena en fuego.
Aún a riesgo de destruirse, ellos decidieron mezclarse; y el amor, compasivo, erigió con ambos una candela indisoluble de llama perenne, que inmutable perdura.

-¿Lo has inventado?
-Lo escribí para tu madre.
-Abuelo, ¿quieres que le diga que puedo verte?
-No, Candela; ella se asustaría.

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