Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

697. BOSQUE PROFUNDO, de Perenne 2

       Una mañana de septiembre, cuando aún los rayos caniculares eran rojos como sangre, Blanca se encontraba absorta frente a su última inspiración y, agarrada a dos pinceles manchados de verde húmedo,  perdió el conocimiento.
 En el momento en el que Blanca recobró la conciencia, ya se hallaba aprisionada entre  paredes grises que estuvo contemplando varias semanas con las reminiscencias en su memoria de aquel lugar, que ella, secretamente, había llamado Bosque Profundo y que se derramaba, con verdadera obsesión,  por todos sus lienzos.
Blanca contempló el silencio de un campo que dormía la siesta en sopor enfermizo. Caminó por un sendero. El sol tostaba su piel con el calor de un mimo dulce. En el horizonte se distinguían las azules montañas tal que espejismos. Gotas de sudor caían y se detenían en sus labios con sabor cansado y salado. Entonces el camino descendía en una hondonada  verde, mágica, que  suponía un alarido en la calma de los campos de cereales y piedras.  Bosque Profundo en medio de la tierra aurea.
                Cuando Blanca tomó nuevamente sus pinceles, el paisaje se extendía bajo el sol como una tela con remiendos ocres y rojos. Bosque Profundo no existía más que en sus lienzos.

696. SILENCIO, de Castaño 4

Empezaba a oscurecer y la emoción me embargaba con el paso de los minutos. Sentada sobre la verde hierba contemplaba el horizonte desde lo alto de un claro del bosque tupido. El sol iba escondiéndose dando paso al ocaso del día. Llevaba unas horas preparando todo. Esa noche por fin la pasaría sola en el bosque, rodeada de naturaleza. Era un sueño que tenía desde niña, acampar en mitad del silencio de la noche con más compañía que las estrellas en el cielo y la luna si había suerte.
Había pasado la tarde montando la tienda, preparando el saco, almacenando las provisiones de alimento y respirando aire fresco.
Cuando los últimos rayos de luz se despidieron no pude reprimir una sonrisa en mis labios. Miré a mi alrededor y salté de alegría. Encendí el candil y escuché. ¿Silencio? No exactamente, podía escuchar los búhos, el crujir de las ramas, el viento en las hojas y hasta mi respiración, pero nunca había sentido una paz tan relajante en mi interior como aquella noche que pasé en vela disfrutando cada segundo, cada parpadeo de mis ojos con las pupilas dilatadas no queriendo perderse detalle.

695. OTOÑO, de Castaño 4

En esas tardes de otoño, cuando el paisaje se vuelve ocre y dorado es cuando me gusta pasear por los senderos del recuerdo. Con los cantos de los pájaros como sintonía camino sumida en mis pensamientos. El borde del camino se tiñe de hongos que aparecen tras la lluvia previa y entre marrones asoman las últimas flores como pequeñas pinceladas violetas. Las ramas de los árboles que me rodean, que me envuelven en un abrazo, van desnudándose como los amantes en la noche oscura. La silueta de sus ramas solitarias recortan el cielo plomizo. Es entonces cuando el viento suele azotar repentino y es entonces cuando me uno al baile con los danzantes arbóreos.
La nostalgia aparece camuflada entre los arbustos y se disfraza de musgo verde en los troncos. Bajo las piedras encuentro la melancolía que me acompaña por un rato y en la orilla del riachuelo que cruza el valle contemplo sus aguas cargadas de añoranza. Me siento un momento disfrutando de la soledad que me rodea para volver a mis senderos del recuerdo.

694. EL VIEJO ROBLE, de Castaño 4

Recuerdo aquellas tardes de estío de mi infancia  en las que salía a pasear con mi abuelo por los caminos del pueblo. Todas ellas terminábamos bajo la sombra del viejo roble. Impasible a los años se mantenía erguido estirando sus brazos que daban buen cobijo en días de sol. Mi abuelo me contaba que cuando él era niño iba con su abuelo a merendar bajo el árbol. Allí sentados en la hierba engañaban el hambre antes del regreso al hogar. Y mi abuelo me narraba que su abuelo le decía que también pasaba el final de las tardes de verano bajo el gran roble con su abuelo.

Ahora soy yo quien de la mano de mi nieto contemplo el roble, que sigue impasible al paso del tiempo.

693. INSTANTE MÁGICO, de Muérdago 3

Los goznes gimieron mientras abría las hojas de la vieja ventana de madera y un penetrante olor a bosque húmedo invadió la estancia. Respiré profundamente, sentía como mi interior resucitaba. Comenzaba a alborear, el cielo se teñía de color calabaza, las gotas de rocío se deslizaban perezosamente a lo largo de las hojas de los viejos arboles, perdiendo el equilibrio y besando el suelo. La alfombra de hojarasca expelía su espíritu que lentamente se elevaba hacia el cielo diluyéndose en vaho. Los mil y un diversos aromas que me abrazaban se alojaron en cada poro de mi piel. La brisa me susurraba al oído una sinfonía interminable. Mis pupilas se ahogaron en los recuerdos. Fui feliz. Por un instante,  había podido formar parte aquel escenario. 

692. LA FUGA, de Musgo de la Mañana

Me sigue.
Sus largas zancadas acortan la distancia entre nosotros al tiempo que nos adentramos en el bosque. Mis zapatos resbalan en la hierba humedecida y estoy por caer a cada segundo. La penumbra es casi absoluta. A pesar de todo, si miro por encima de mi hombro, le observo. Una silueta negra. Ominosa. Ahora le escucho.
—¡Deténgase!
Ni en sueños. Aprieto el paso y tropiezo con las raíces de un árbol. Avanzo como equilibrista un par de metros pero es inútil. Caigo cuan largo soy. No puedo levantarme. ¿Qué será de mí? Se acerca paso a paso. Extrae un objeto metálico del bolsillo y me apunta. Es el fin.
—¿Qué demonios está usted haciendo?
La luz de su lámpara me enceguece. El guardia del hotel lo nota y la retira.
—Salí a caminar.
—Puede cogerlo algún oso.
—Aquí no hay osos.
—No rezongue. Venga conmigo.
Me ayuda a ponerme de pie. Mientras caminamos de regreso, no deja de mascullar.
—Lo que nos faltaba. Chalados que se salen a caminar en plena madrugada.
Imposible no hacerlo. No a diario se tiene a mano un paisaje como éste. Con osos o sin ellos.

691. LO QUE NO VES, de Mariposa 3

Como todo bueno cuento éste inicia así:
Había una vez una mariposa que no sabía que lo era, se acostumbró a verse y conocerse como una oruga.
Observó como sus compañeras adquirían colores fabulosos, como dejabanatrás sus viejas pieles junto al suelo donde ella se quedaba observándolas mientras desplegaban sus nuevas alas.
Una a una la fueron abandonando.
Una a un a cruzaban el aire.
Las observó.
Las envidió.
Cada día buscaba su reflejo en el agua, cada día se decepcionaba,
cada día su reflejo la decepcionabam cada día su esperanza moría.,
Un día dejó de buscar su reflejo, para ella ya no tenía sentido.
Tal vez fue por dolor al no poder vola y ser bella como las demás que decidió acabar con todo.
Subió hasta la copa de un árbol, cerró los ojos y se lanzó.
Esperaba sentir al menos unos segundos la maravillosa sensación del viento contra ella, esperaba sentir el golpe, el impacto; grande fue su sorpresa al sentir que se elevaba y oír a sus compañeras decir \»ya eres una de nosotras\» a pesar de no poder ver sus alas supo que era una mariposa, lo era desde hacía tiempo pero nunca lo pudo ver.

690. MIEDO EN EL BOSQUE, de Zorro Griz

Iba caminando por el bosque rodeado de árboles, a algunos los reconocía
 por haberlos visto en mis clases de botánica, otros me eran totalmente
 desconocidos,el camino sin sendero por el que iba era un colchón de hojas muertas, que al pisarlas ,hacían un ruido ensordecedor dentro de mi cabeza,tenía que llegar a casa de mi abuelo el leñador del bosque, antes de las doce y ,…ya eran las once y cuarenta y cinco,una ardilla que pasaba me saludó, sacándose una nuez de la garganta,y un conejo me invitó con unos huevos de chocolate,gritándome felices pascuas,de repente,… detrás de un enorme árbol se me apareció el lobo,por suerte llevaba en mi canasta, el gas pimienta y la picana eléctrica que mi abuela me regaló para la noche de reyes,sino este cuento tendría otro final,.-

689. OSCURO CAMINO DE HORMIGAS, de Hormiga 2

  A veces, cuando la inspiración no da la cara, trato de escribir fuera de mi escritorio.
       Y hoy es uno de esos días,; pero no hay caso, aquí en el bosque me distraigo con cualquier cosa: el canto de los pájaros, los rayos de sol jugando entre las hojas y el largo camino de hormigas que avanza desde las sombras.
       Malditas hormigas, no sólo se degluten la flora sino que además se encargan de evitar que pueda concentrarme en mi escritura.
       Todos elogian su capacidad organizativa, su laboriosidad; y a mi lo único que me traen son problemas; mantengo una lucha eterna combatiéndolas.
      Son invasoras, es su naturaleza, depredadoras de bosques, cocinas y mentes yermas.
       Aprovechan mi distracción para entremezclarse en mis hojas blancas en blanco.
       Se trepan a mi lapicera, a la que me aferro, y suben velozmente llegando hasta mis
 dedos, avanzando por los vellos de mi brazo.
        Mi reacción es lenta, me cuesta desprenderme de ellas que, vorazmente, llegan a mi cara, mi nariz, mis oídos, mi boca.
       Ellas están adentro, lo advierto.
       Mi mano derecha, como emancipada, comienza a escribir:  EL MARAVILLOSO Y FASCINANTE MUNDO DE LAS HORMIGAS.

688. JUAN EL LEÑADOR, de Cárabo 2

Como cada mañana, Juan se levantó temprano. Antes de que las primeras luces dibujaran las sombras de los árboles cogió su hacha y se adentró en el bosque.
 Ciervos, corzos, zorros, jabalíes y muchos otros animales le saludaban cada mañana pero como él desconocía el idioma del bosque no les podía entender.
Fuera invierno o verano cortaba más de veinte grandes árboles cada día, de  lo cual estaba muy orgulloso. Se le consideraba el mejor leñador de los alrededores.
 Mi hacha corta la madera más dura del árbol más grande-solía decir Juan entre carcajadas.
 Pero una mañana de invierno su hacha tropezó con una madera que no pudo cortar y se rompió en mil pedazos.
 Vieja y estúpida hacha-refunfuñó Juan.
 Tras el enfado decidió pasar el resto del día en el bosque y e ir más tarde a comprar otra hacha.
 Sentado frente al fuego escuchó dos ciervos dándose  los buenos días, unos jabalíes reír mientras se daban un baño de barro e incluso algunos arboles hablando sobre él.
 Aprendió el lenguaje del bosque sentándose un momento. No pudo volver a cortar uno solo de los árboles que lo formaban.

¡¡DECIDIMOS AMPLIAR UNAS HORAS MÁS!!

Sólo podemos estaros agradecidos por el interés…
Tenemos particIpantes que han sido víctimas del discriminador de spam del correo, otros que aplicaron la hora  del plazo al horario insular o internacional, otros que entendieron equivocamente que el día 21 era el último día, que lo incluía…
Jurado y organizadores han acordado que…
Basándonos en el punto 7 de las Bases que dice que » El fallo del jurado será inapelable, quedando éste y los organizadores facultados para resolver cualquier otra incidencia que pudiera producirse» ha decidido…
AMPLIAR UN PERIODO COMPLEMENTARIO DE PRESENTACIÓN DE RELATOS QUE TERMINARÁ HOY 21 DE MARZO A LAS 22,00 HS DE LA NOCHE (HORA PENINSULAR ESPAÑOLA)
Hasta entonces, los relatos llegados permanecerán sin publicar para que esta decisión sea del máximo conocimiento entre todos los interesados que visiten el blog en el día de hoy.

¡ HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!

¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
Estamos contentos en el mismo grado que asustados… mucho.
Han sido casi 3 meses de intenso trabajo, pero también de mucha ilusión por haber sido capaces de generar tanta creatividad. Tenemos una semana para ejercer de jurado (seremos 5 personas en total) y lo haremos leyendo hasta la última letra de lo que habéis compartido con nosotros e intentando seleccionar una representación diversa de todos los estilos y asuntos que habéis sabido descubrir en este bosque particular.
El próximo lunes 26 de marzo publicaremos los relatos seleccionados para la edición en papel y abriremos un nuevo formulario para que podáis votar (sólo podrán votar los participantes) a los ganadores definitivos del concurso. Hasta entonces sólo me queda desearos una estupenda semana de espera y, expresaros (como ya le dije a una participante hace unas horas) que mantenemos la esperanza, ante el agridulce trámite de tener que elegir unos poquitos relatos, de que haber compartido esta «ventana imaginaria” os haya compensado ya, sea cuál sea el resultado.

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